Te odio y Te amo querido Esposo! (DefterosxAsmita)

Capítulo 13 (AsprosxRegulus)

La escena retrocede en el tiempo, mostrando la casa de los gemelos, donde el padre, un hombre autoritario y tradicional, se sienta en su gran sala con su hijo mayor, Aspros.

El padre, con una expresión de desaprobación, le dice a Aspros: "¿Cómo pudiste rechazar casarte con la hija de un buen amigo mío? ¡Es una desgracia! ¡Eres un desgraciado!"

Aspros, intenta explicarse, pero su padre no le da oportunidad. Lo golpea en la cara y le grita: "¡Haz tu maleta y a primera hora te vas de mi casa! ¡Te voy a dar un pedazo de una empresa en una ciudad pequeña de Grecia, para que aprendas a ser responsable!"

Aspros, aliviado por el leve castigo, se va a empacar, sintiendo una mezcla de alivio y tristeza. Sabía que su padre nunca entendería su decisión de no casarse con una persona que no amaba.

Mientras empaca, Aspros piensa en su hermano gemelo, Defteros y se pregunta qué hará cuando se entere de la noticia. Los dos hermanos siempre habían sido cercanos, pero Aspros sabe que su padre intentará separarlos, para que Defteros no siga su ejemplo.

La noche había caído y Defteros llegaba a casa después de sus clases en la universidad. Estaba en su último año de administración de empresas y se sentía emocionado por su futuro. Pero su padre lo esperaba en la gran sala, con una expresión seria.

"Defteros, necesito hablar contigo", le dijo su padre, haciendo que se sentaran ambos.

"¿Qué pasa, padre?", preguntó Defteros, sintiendo una sensación de inquietud.

"Cuando termines la universidad, te casarás con el hijo de mi amigo", le dijo su padre, sin dejar lugar a dudas. "Es una alianza de empresas y es lo mejor para nuestra familia".

Defteros se sorprendió, sabía quién era el hijo de su padre, era un amigo de la escuela, Asmita. Siempre había estado enamorado de él, pero no pensaba que eso iba a pasar. Sin embargo, sabía que Asmita no iba a aceptar bien el acuerdo y que entre ellos se odiaría a muerte.

Pero su padre no le dio opción, el acuerdo estaba hecho y Defteros debía aceptarlo.

Mientras tanto, Aspros se había ido de la central de Grecia a un pueblo pequeño donde su padre tenía una empresa pequeña. Lo había puesto a mando, esperando que aprendiera a ser responsable y olvidara su decisión de no casarse con la hija de su amigo.

Aspros se sentía solo en el pueblo, pero sabía que debía hacer lo mejor para su familia. Sin embargo, no podía dejar de pensar en su hermano gemelo, Defteros, y en la situación en la que se encontraba.

Había pasado unos meses en el pueblo, trabajando en la empresa de su padre y tratando de olvidar la situación de su hermano gemelo, Defteros. Pero un día, recibió una llamada de Defteros, que sonaba desesperado.

"Aspros, hermano, necesito hablar contigo", le dijo Defteros. "Me casé con Asmita, como nos dijeron nuestros padres, pero es un desastre. Me odia, no dormimos juntos, peleamos todo el tiempo... es un caos".

Aspros sintió lástima por su hermano y le dijo: "Lo siento, Defteros. Lamento todo lo que te está pasando. Ya todo estará mejor, hermano. Tienes que aguantar un poco más".

Defteros suspiró y le dijo: "Gracias, Aspros. Me alegra saber que estás aquí para mí. Lo siento por no haberte invitado a la boda, pero sabes cómo son nuestros padres... no querían que estuvieras allí".

Aspros le dijo: "No te preocupes, hermano. Entiendo. Pero dime, ¿cómo estás realmente? ¿Cómo te sientes?"

Defteros le respondió: "Me siento perdido, Aspros. No sé qué hacer. Me siento mal por haber aceptado este matrimonio, se me hacía feliz saber que me iba a casar con Asmita pero para el fue un choque a verme".