Lando
Llegue al lugar de los hechos y me aguante una arcada por el olor.
—Huele a muerto. —Siseo George, cosa que asentí.
—Seguro que tendrán alguno por ahí. —Susurre y revise el móvil otra vez, viendo que no había recibido respuesta, otra vez.
Yo debería estar en casa cuidando de mi hermana, pero tenía que acabar este caso. Además, la policía científica ya estaba citada y no podía faltar.
A Cisca le ha ocurrido lo peor, ha perdido el bebé. Un aborto espontáneo. Estaba la pobre destrozada, y me fastidiaba no poder estar ahí para ayudarla y apoyarla. Pero sabía que cuanto antes acabara el caso, antes podría volver a casa.
Me puse los guantes y abrí el local, pasando primero. Busque algún interruptor y cuando di con uno lo encendí, encontrándome con una de las peores escenas posibles.
Restos de sangre por el suelo y en una de las esquinas habían cuerpos sin vida de algunas chicas apilados, como si eso fuera un montón de ropa.
—Que hijos de puta. —Susurré al mirar el cuerpo sin vida de las chicas. —Kevin, ¿puedes identificar a las chicas?
—Lo intentaré, pero hay algunas que están en muy malas condiciones. —Asentí y atravesé la puerta.
Sabía que si hay gente muerte, puede que también hubiera gente viva. Ilumine con la linterna al mugriento pasillo, seguido de George y Kevin, mas todos los policías que había por detrás, pero los importantes eran George, el jefe policial, Kevin, el jefe de la policía científica, y yo, el que estaba al mando del caso.
Al fondo del pasillo, había una puerta con muchas cerraduras. Me acerqué a intentar abrirla y suspiré. Era obvio que estaría cerrada, pero me esperaba que fuera como las películas, que pruebas y está abierta. Tonto de mi por creerlo.
—Déjamelo a mí. —Me eché a un lado y dejé paso a Nico.
Nico era un ex convicto reformado. Estuvo en la cárcel por robos, pero era el mejor en abrir puertas, cerraduras, cajas fuertes... Por eso en cuanto pudo salir de la cárcel a cambio de prestar sus servicios al CNI no se lo pensó demasiado.
Era magnífico verle trabajar. Como se concretaba y mandaba callar a todo el mundo para que nadie le estropeara su labor. En cuestión de segundos ya habíamos oído tres clics, solo le quedaban dos cerraduras. En cuanto la última sonó, agarró el pomo y sonrió al ver como la puerta se abría ligeramente.
—Todo tuyo. —Me dijo con una sonrisa y se echó a un lado para que yo terminara de abrir la puerta.
Al otro lado vimos a doce chicas, entre los dieciséis a veinte años, abrazadas unas entre otras, sollozando. Sus pintas eran horribles, delgadas hasta llegar la desnutrición, no tenían apenas ropajes. Se veía el miedo en sus ojos.
—Nico, avisa a la ambulancia. Kevin, trae comida y mantas. George, ayúdame. —Todos asintieron y las miré suspirando. —¿Entendéis español? —Me miraron desconcertado y sabía que estaban desconfiando de mí.
A saber qué han hecho esos seres con estas pobres muchachas.
—¿Inglés? —La dice chicas asintieron. —Perfecto. Me presento, soy Lando Norris y este es mi compañero George Russell. Somos policías y os vamos a liberar y devolver a vuestros países de origen.
—¿Y crees que te vamos a creer? —Hablo una de las chicas, tendría a penas unos dieciséis o diecisiete años.
—Sé que os trajeron engañadas, que os vendieron la idea del sueño europeo y os explotaron, pero eso no volverá a pasar, nos hemos encargado de meter entre rejas a las personas que os trajeron. —Suspire y enseñé mi placa. —Ya estáis a salvo.
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Atrolondrado || Carlando
FanfictionUna persona atolondrada es alguien que actúa o procede sin reflexión, sin ser consciente de sus actos. Atolondrado es un adjetivo que utiliza Carlos para definir a Lando, y aún que esté lo niegue, hace todo para revolucionar la vida del mayor. Fecha...