𝐗𝐕 || 𝓘𝓯 𝓘 𝓪𝓶 𝓽𝓸 𝓭𝓲𝓮

11 0 0
                                    

Estabas enferma. Muy enferma. Llevabas unos cinco meses así. Los médicos no estaban muy seguros de qué enfermedad era, salvo que era grave. Estabas acostada en la cama, intentando descansar. La verdad era que no sabías cuánto tiempo te quedaba. Nikola, tu amante, había intentado animarte, aunque no era muy bueno en eso.

Si murieras, no extrañarías los objetos materiales de este mundo, pero extrañarías a Nikola. Aún eras algo joven, o al menos joven para morir. Querías pasar el resto de tu vida con Nikola, si era posible, querías casarte, tener hijos y envejecer con él.

Te diste vuelta y Nikola entró. Se sentó al final de la cama y te frotó los pies. Te sonrió, quería hacerte feliz, aunque estos fueran tus últimos días en esta tierra.

—Hola, cariño. ¿Cómo te sientes hoy? ¿Puedo ofrecerte algo? —preguntó, tomando tu mano y besando tu frente.

—No, Nikola, estoy bien. Me siento bastante mal, para ser sincera —dijiste suspirando.

—Está bien, querida. ¿Puedo abrazarte? —dijo, queriendo consolarte.

Asentiste. Él se puso detrás de ti y te rodeó con sus brazos. Te besó en la nuca. Ahora dormías en paz, el sueño era el único momento en el que no sufrías una agonía total. Nikola comenzó a susurrar una pequeña oración.

"Драги Господе,

Молим те, свом благодаћу и љубављу,

пустите моју т/и да живи, молим вас,

Амин."

"Querido Señor,

Por favor, por toda tu gracia y amor,

Deja que mi _____ viva,

Por favor,

Amén."

Durante las siguientes semanas, hubo muchas ocasiones en las que estuviste cerca de la muerte, pero seguiste viviendo. En ese momento, solo querías una muerte fácil o estar completamente curado.

La verdad es que, tristemente, Nikola no creía que fueras a mejorar, lo había visto con su propia madre, Djuka, su enfermedad era como la de ______, empeorando lentamente en agonía y dolor.

Pero sí te recuperaste. Después de tu peor día de enfermedad, comenzaste a sentirte un poco mejor; no mucho, pero algo fue algo. Nikola le había pedido a su iglesia local que orara por ti y parecía que eso estaba ayudando.

Pasaron otros tres meses en cama, llorando y rezando mucho, pero lo lograste, te recuperaste por completo. Los médicos te dijeron que era un milagro, pero tú sabías lo que te mantenía con vida: Dios y Nikola. Sin ellos, sabías que habrías muerto, y probablemente mucho antes.

𝐍𝐢𝐤𝐨𝐥𝐚 𝐓𝐞𝐬𝐥𝐚 ||𝐎𝐧𝐞-𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora