Parte 45

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Becky golpeaba el saco de boxeo con los puños enfundados en los guantes. Con cada impacto contra la superficie resistente, la adrenalina se vertía en su sistema. Sus músculos ardían por el esfuerzo, la camiseta empapada de sudor se adhería a su piel y su respiración se volvía cada vez más agitada.

"Hey, nena, relájate. Vas a destruir el saco" bromeó Harry mientras se aproximaba a ella.

Becky se detuvo por un momento, colocando las manos sobre sus rodillas y tratando de recobrar el aliento.

"¿Y qué pasa si lo hago? Lo necesito...", replicó con una media sonrisa, levantando la mirada mientras se quitaba los guantes, "Tengo que liberar toda esta tensión".

Harry levantó las manos en gesto de rendición, riendo entre dientes. "Está bien, tigresa. Solo no quiero que te lastimes."

Becky sonrió mientras tomaba la botella y bebía un largo trago de agua. Luego, estiró los brazos y los hombros para aliviar la tensión de sus músculos.

"¿Te pasa algo? Llevas varios días por aquí, y no es que me queje, pero pensé que todavía estabas en la etapa de luna de miel", bromeó Harry.

Becky esbozó una sonrisa. "Está todo bien... Bueno, o al menos eso creo," dijo encogiéndose de hombros.

Harry levantó una ceja, mostrando interés. "¿Por qué no suenas muy convencida?"

Becky soltó un suspiro y se dejó caer en un banco cercano, secándose la frente con una toalla. "No sé si estoy exagerando. últimamente Freen ha estado increíblemente ocupada. Sé que tiene una carga de trabajo enorme, y lo comprendo completamente. Sin embargo, no puedo evitar sentir que se está alejando. Puedo notar que algo le preocupa, lo sé porque apenas la veo fuera del trabajo ahora, y las veces que se acerca a mi casa, parece estar en otro mundo".

Harry se sentó a su lado, "¿Has intentado hablar con ella sobre esto?" preguntó.

Becky asintió lentamente. "Sí, lo he intentado demasiadas veces. Sin embargo, siempre me asegura que todo está bien. Aun así, es difícil no sentirme excluida."

Harry asintió comprensivamente, "Talvez no quiere preocuparte. Quizás sólo necesita tiempo para manejar lo que sea que está pasando."

Becky asintió. "Lo sé, pero no puedo evitar sentirme impotente. Quiero estar ahí para ella, pero no sé cómo."

"¿Qué tal si vas a su casa, la seduces con tu encanto, le haces un baile erótico y la atas hasta que te lo confiese?" sugirió.

Becky sonrió y rodó los ojos, "Lo estabas haciendo tan bien, tenía que estropearlo".

Harry soltó una carcajada. "Lo siento, lo siento. No pude resistirme. Pero en serio, quizás deberías intentar algo diferente, como una cena relajada o una escapada de fin de semana, ya sabes, alguna de esas cosas cursis".

Becky se quedó reflexionando por un instante, "Quizás".

Después de guardar sus pertenencias y despedirse de Harry, Becky salió del gimnasio y se encaminó a su casa. Durante el trayecto, llamó a Freen, pero no obtuvo respuesta.

Era sábado y tenían planeado pasar el fin de semana juntas, pero Freen decidió cancelar el día anterior. Esta era la primera vez desde su regreso que no compartían un fin de semana. No se sentía molesta; comprendía que, en ocasiones, uno necesita su propio espacio. Pasaban tanto tiempo juntas, tanto en el trabajo como fuera de él, que entendía perfectamente su necesidad de un descanso.

Pero esta vez sentía que algo era diferente. Habían pasado dos días desde que salieron con Irin y Chris, quienes las habían invitado a cenar. Desde esa noche, Freen había comenzado a comportarse de manera extraña.

Destino Entrelazados || FREENBECKY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora