Parte 20

2.1K 172 26
                                    

Freen se despertó con el sol aún bajo en el horizonte, decidida a comenzar su día con una buena dosis de ejercicio. Afortunadamente, en su condominio contaba con una espaciosa habitación destinada exclusivamente para ello.

El ardor en su pecho era casi suficiente para distraerla del lío que tenía en su cabeza. Aumentó el ritmo en la cinta de correr y se obligó a exigirse más. Sus pies golpeaban con fuerza, sus músculos ardían, eso siempre funcionaba. Así es como ella vivía su vida, creyendo que no había nada que no pudiera lograr si se esforzaba lo suficiente, ya fueran los estudios, la carrera, la familia o las mujeres.

Agobiada, sacudió la cabeza al darse cuenta de que ya no existían las mujeres, sino una sola y le había roto el corazón. Subió el volumen de su iPod, esperando que la música la distrajera lo suficiente para encontrar algo de paz, algo que anhelaba desesperadamente.

Debería haber sabido que no iba a funcionar. No importaba cuánto lo intentara, becky siempre estaba allí. Cerraba los ojos y todavía regresaba, con su hermosa sonrisa, tumbada sobre ella, sintiéndola, envolviéndola, sudorosa y excitada, deseando detenerse pero incapaz de hacerlo.

Cuando estaba con ella, era capaz de hacer cualquier cosa que le pidiera, excepto alejarse de ella. No podía seguir así, la simple idea de no tocarla o besarla la estaba volviendo loca.

Naree entró y les arrancó los auriculares de un tirón, provocando que Freen le lanzara una mirada asesina y detuviera su carrera por un momento.

"¿Qué?" preguntó Freen.

"Estás hecha una mierda", dijo Naree.

Freen rodó los ojos, consciente de que estaba sudada y de que tenía el cabello pegado a la cara.

"¿Eso es todo lo que tenías que decirme? Puedes irte", respondió Freen.

"No, también quiero decirte que mi amiga vanessa va a pasar por mí, no necesitarás llevarme", dijo Naree.

"Me alegra, así tendré tiempo de terminar mi rutina de ejercicios", respondió Freen.

"Pero tú odias hacer ejercicio, apenas das unos pasos y tus rodillas ya te duelen, ¿quién te ha hecho daño?" preguntó Naree con el ceño fruncido.

"No es verdad, disfruto haciendo ejercicio, ¿cómo crees que mantengo este cuerpo? Además, el ejercicio es una parte crucial de mi rutina diaria y me hace sentir bien tanto física como mentalmente", dijo Freen.

"Bueno, anteriormente mencionaste que hacías mucha actividad física con mujeres en su habitación, ¿qué hay de eso?" Preguntó Naree

"Está bien, no lo repitas en voz alta y, preferiblemente, evita hacerlo delante de papá y mamá... Ahora vete, que ya estás llegando tarde", dijo Freen mientras se subía de nuevo a la cinta de correr.





★★★





El sonido de la alarma del celular interrumpió el sueño de Becky, quien abrió un ojo somnoliento para apagarla. Sabía que tenía que levantarse y empezar a prepararse.

Con la esperanza de que el nuevo día fuera mejor que el anterior, Becky se obligó a esbozar una pequeña sonrisa mientras se repetía en silencio que todo saldría bien en el trabajo.

Desde que conoció a Freen, siempre se levantaba con entusiasmo para ir a trabajar sólo por verla, por estar cerca de ella, pero ahora lo único que deseaba era quedarse en casa.

Decidió perdonarla porque entendía que no podía controlar los sentimientos de Freen, pero las palabras hirientes seguían resonando en su mente. Su corazón estaba lleno de dolor y decepción, las palabras la habían lastimado profundamente y le resultaba difícil olvidarlas. Cada vez que las recordaba, sentía un nudo en la garganta y un vacío en el pecho.

Destino Entrelazados || FREENBECKY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora