A G A I N [JINX MANWHA]

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Advertencia
Este capítulo contiene escenas con acciones cuestionables que podrían resultar incómodas para algunas personas, leer con precaución.

You'll regret it, darling.

«Ser tan impulsivo es lo que te lleva a esta clase de situaciones»

De repente las palabras de su terapeuta resonaron en su cabeza, cuando el hombre lo interrumpió en medio de esa sesión él no logró comprenderlo.

Justo ahora no recordaba de qué estaban hablando en ese momento pero si lo ridículos que le resultó su veredicto, pues en ese momento y aún ahora no le parecía que lo sea que le haya dicho, o cualquier otra situación de su vida previamente, se vieran afectadas por algo que le resultaba tan ridículo como la impulsividad.

Para él significaba dejarse llevar por sentimiento abrazadores pero fugaces de los que más tarde te arrepentirías, lo que significaba ser débil y vulnerable algo que él jamás se permitiría ser.

-Mierda, Dan, sostente bien.

Claro, la situación actual ponía aquello en perspectiva. El chico en su espalda soltó unos cuantos quejidos pero se abrazó firmemente a su cuello.

Definitivamente jamás debió pensar que pasar su viernes por la tarde dándole una pequeña "visita" al castaño sería buena idea, cuando se dio cuenta de que el joven se hallaba bebiendo solitariamente fuera de una tienda de conveniencia alejada de su apartamento no debió haberle importado y definitivamente no debió entrometerse cuando el propietario salió a pedirle que se retirara del lugar porque se estaba quedando dormido sobre la mesa.

Y puta madre, debía dejar la maldita costumbre de estacionar su auto tan jodidamente lejos en un intento por ser discreto.

-Ya, ya bájame- siseo Dan, dando unos débiles golpes a su espalda.

Tan débiles que Jaekyung no los percibió y decidió ignorar su petición ya que había confirmado que no podría mantenerse en pie. Al no haber insistencia imagino que habría vuelto a quedarse dormido, lo que agradeció pues eso significaría un recorrido tranquilo.

-¡Bájame!- a una cuadra de su de su destino la casi incomprensible voz volvió a atormentarlo- Soy tu hyung, y si te digo que me bajes debes hacerlo.

La terquedad de Dan ya lo estaba sacando de sus casillas, no obstante el reclamo lo hizo paralizar un segundo, y con una temblor extraño viviendo desde su interior soltó estrepitosamente a Dan, que sin tener las fuerzas suficientes en sus piernas se dejó caer sentado sobre el pavimento.

Cuando se había acercado, el castaño se encontraba en un estado inconsciente por lo que pensó que no sería capaz de reconocerlo ni mucho menos estaría preocupado al respecto debido al efecto del alcohol en su sistemas.

Pero ¿se habría equivocado? Tal vez Dan sí sabía que era él. No, era imposible, jamás se había referido a él de esa manera ni tampoco había insinuado querer que lo hiciera, ¿o quizá en el fondo si lo quería pero no se atrevía a pedirlo?

De nuevo la idea de que Dan se hiciera consiente de su presencia le revolvía el estómago y le ponía los nervios de punta, continuaba paralizado viendo como el joven frente a él se levantaba con dificultad y una risa tonta.

-Ji-Ae, mejor no me sueltes que no puedo.

Dan se volvió a acercar al pelinegro, que continuaba petrificado, y se recargó contra su brazo y frotó su rostro en su hombro. En dónde estaban parados la luz no era muy buena por lo que no lograban ver con claridad el rostro del otro.

Entonces Jaekyung reconoció como sus emociones cambiaban a algo que reconocía con facilidad. Una enorme furia lo recorría mientras caminaba a paso lento, pues esta vez Dan colgaba de su brazo.