Lady Dimitrescu comenzó a curar la herida en mi pierna con una precisión que no esperaba de alguien de su tamaño e imponente presencia. Sus manos, aunque grandes y poderosas, se movían con una suavidad casi sorprendente mientras limpiaba la sangre seca y aplicaba un ungüento fresco. Cada toque suyo parecía desvanecer un poco el dolor que ahora, sin la adrenalina para protegerme, empezaba a sentir con más intensidad. Pero a pesar de la calma que trataba de imponerme, las palabras se me escaparon antes de poder contenerlas. "No quiero ser maleducada, mi señora," comencé, intentando mantener la voz firme, aunque sentía el temblor en mi interior, "pero su hija, Cassandra, fue... muy agresiva conmigo. No estoy segura de querer conocer a las demás." No quería sonar desafiante, pero tampoco podía ocultar el miedo que la experiencia con Cassandra había dejado en mí. Había algo salvaje en su mirada, algo que me hizo temer por mi vida de una manera que fue casi tan aterrador como toda la caida del avion.
Lady Dimitrescu levantó la vista de mi pierna, sus ojos fijos en los míos con una intensidad que me dejó sin aliento. Pero no había ira en su expresión, sino una calma autoritaria que, de alguna manera, resultaba tranquilizadora. "No debes preocuparte por eso, querida," dijo con una voz suave pero llena de promesa. "Lo que ocurrió con Cassandra no volverá a suceder. Te lo aseguro." Sus dedos siguieron moviéndose con precisión mientras aplicaba un vendaje nuevo sobre la herida. "Le daré un castigo a Cassandra por su comportamiento. Nadie volverá a tocarte."
Un alivio cálido se extendió por mi cuerpo ante sus palabras, y no pude evitar sentirme agradecida. La idea de no tener que enfrentar nuevamente la ira de Cassandra me hizo sentir que, quizás, podría sobrevivir en este lugar un poco más de tiempo. "Gracias, mi señora," murmuré, dejando que el alivio se reflejara en mi voz. Aunque su hija me había aterrado, Lady Dimitrescu había intervenido para protegerme, y eso significaba más de lo que me atrevía a admitir.
Pero entonces, mientras curaba la herida, Lady Dimitrescu se acercó más a mí. Sentí el calor de su cuerpo, la cercanía de su presencia, y el aire pareció volverse más denso. Su rostro se inclinó hacia mi hombro, hacia la herida que Cassandra me había hecho allí. "Tu sangre huele... exquisito," murmuró, y su voz fue casi un ronroneo, lleno de un deseo que no entendí del todo. Sus palabras hicieron que mi corazón latiera más rápido, y una sensación desconocida se apoderó de mí.
Mi mente se quedó en blanco por un instante, incapaz de procesar lo que acababa de escuchar. "Mi sangre...?" repetí, sintiéndome completamente perdida. ¿Por qué mi sangre le importaba? ¿Qué tenía que ver con esto?
Lady Dimitrescu se apartó ligeramente, sus labios curvados en una sonrisa que era tanto fascinante como aterradora. Había una elegancia en ella, una gracia oscura que me hacía sentir como si estuviera jugando un juego del que yo no conocía las reglas. "Sí," respondió con una voz que goteaba satisfacción. "Me gusta el olor realmente creo que eres un buen especimen... todo un afrodisiaco, pero aún no puedo hacerlo...Estás muy débil y eres tan pequeña" Su mirada se mantuvo fija en la herida de mi hombro, y por un momento pensé que realmente podría inclinarse y... No, eso no tenía sentido. Nada de esto tenía sentido.
Mi mente giraba tratando de entender lo que acababa de decir. "¿Especimen..? ¿Afrodisiaco?" El pensamiento de que podría estar hablando literalmente me revolvió el estómago. Pero su sonrisa no era la de alguien que bromea. Era más como un depredador que disfruta anticipando el momento justo antes de atacar Pero entonces, en lugar de explicarme lo que realmente quería decir, Lady Dimitrescu simplemente se rió.
Una risa baja, rica y llena de una diversión que me hizo sentir como si fuera una niña pequeña, ingenua e ignorante de algo que todos los demás sabían. "Oh, Dalia," dijo, su tono lleno de una especie de ternura condescendiente. "No te preocupes por eso ahora, Corazón... Lo entenderás a su debido tiempo."
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°Fotografía Carmesí° Lady Dimitrescu x Lectora
FanfictionUn accidente aéreo que cambió mi vida por completo,una mujer casi irreal que cambio mi vida por completo. Me encontré inmersa en un mundo desconocido, donde las sombras del castillo escondían misterios y secretos. Con mi cámara como única luz en la...