Capítulo 2 - Operación: ¡Conquistemos a Sanji Black!

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— De verdad que no me creo que te haya parecido buena idea fingir que la casa de Luffy es la tuya. — repitió Usopp todavía flipando por estar allí preparando una fiesta para conocer a un desconocido — Te delatarás tú solo a los dos segundos cuando te pregunte donde está el cuarto de baño.

— La tercera puerta a la derecha. — respondió automáticamente Zoro.

— Señálame la puerta. — se cruzó de brazos el narizón, escéptico a que supiera dónde estaba y cuando vio a Zoro mirar a su alrededor sin tener la menor idea de estaba el baño se delató él solo — ¡Eres un auténtico inútil perdido!

— ¡Ugh! — se quejó desganado el policía.

— Vamos, vamos. — le dio unas palmaditas en la espalda con recochineo — Sé que no das para más y... ¡por favor no me mates! — suplicó ante la mirada asesina de Zoro.

El gran plan de Luffy consistía en preparar una gran fiesta en la casa que compartía con su novio Trafalgar Law. A este casi le dio algo cuando escuchó la mierda de plan, pero claro, no podía negarse a esos ojazos negros que tenía su moreno, los cuales eran su perdición. Se hizo el duro durante tres minutos y cedió. Su nuevo récord. No estaba mal.

Ya con la casa en su poder, Luffy hizo una lista de todos a los que iba a invitar, Trafalgar borró algunos nombres en un descuido de su chico cuando dejó la lista sobre la mesa. Algunos de esos personajes (porque llamarlos personas era un insulto para la humanidad) habían arruinado su casa en más de una ocasión y se juró no volver a dejarles entrar. De verdad que a veces pensaba que Luffy iba a circos o manicomios a conocer a la gente más rara de toda la ciudad. No sabía que esperar del nuevo fichaje, porque cuando Luffy calificaba a alguien como "normal" definitivamente no lo era, si decía que era "divertido" se echaba a temblar.

El siguiente paso fue anunciar la fiesta por el grupo de Guassap de los Mugiwara que se sorprendieron ante la repentina invitación, y cuando explicó que había sido idea de Zoro faltó tiempo para las preguntas que él policía ignoró deliberadamente y que Luffy respondió en su lugar diciendo que era una excusa para ligarse a Sanji.

El grupo ardió en mensajes de todos a la vez preguntando si era una broma, que quien era, si era real... mientras Zoro deseaba con todas sus fuerzas ir a estrangular a Luffy. Lanzó el teléfono a la cama mientras se iba a desahogar sus ansias de matar haciendo ejercicio en el gimnasio que tenía en casa, tras la ducha, vio que había doscientos quince mensajes que se negó a leer ya que vio que los primeros en no leídos eran básicamente que como llevaba tanto tiempo sin mojar se le podía considerar que iba a perder la virginidad por segunda vez. Chopper dejó claro que eso era imposible, el pobre se lo tomó en serio.

Amenazó con matar a más de uno y Nami aprovechó la oportunidad de exigirle que a cambio de preparar una fiesta (cosa que por supuesto Zoro no sabía hacer) le debía un favor de los grandes y que los gastos corrían por su cuenta más un diez por ciento por organizarla y elegir ella el atuendo que vestiría Zoro. Zoro, resignado, no le quedó más remedio que aceptar, porque para él el significado de moda era un pantalón y una camiseta no agujereadas.

Franky creó un grupo nuevo para la ocasión agregando también a Trafalgar y lo llamó "Operación: ¡Conquistemos a Sanji Black!" A todos les encantó, menos a Zoro que ordenó cambiar el nombre, todos le ignoraron.

Law, silenció el grupo para siempre nada más verlo. Si se quedaba ahí, era solo para asegurarse de que no habría animales salvajes o similares, no sería la primera vez. Por suerte para él, la encargada era Nami y se aseguró de que la lista de invitados había sido censurada todavía más y quedó reducida a unas veinticinco personas, dejó a cargo de Usopp la decoración, a Brook de la música, a Chopper de los aperitivos y a Franky y Robin de la bebida. Ella estaba de viaje y no podía encargarse en persona, le mandó a Zoro varios links de ropa para que se lo comprarse por internet sin opción a réplica, esa era su única labor en toda la operación (esa y no llegar tarde) y a punto estuvo de equivocarse al elegir el color de la camisa, en su defensa alegó que verde aguamarina y verde esmeralda eran jodidamente iguales.

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