Cap 16: Pijamada en Ramshackle

10 1 0
                                    

El grupo de jóvenes se dirigió al dormitorio Ramshackle, pero al llegar a la entrada y abrir la puerta, el grupo fue recibido por la oscuridad.

"Emm...chicas, cuando dijeron que su dormitorio estaba embrujado, no pensé que lo dirían en serio." dijo Deuce temblando.

"Ay, que miedoso eres Deuce." dijo Ace.

"¡Tú eres el miedoso!"

"Chicos, chicos, compórtense." dijo Millie mientras encendía la luz, pero nada la preparó para lo que se avecinaría.

La sala común estaba decorada con banderas, globos y un letrero que decía "Bienvenidas chicas". De las paredes salieron los tres fantasmas residentes del Ramshackle aventando confeti.

"¡Sorpresa!" gritó el trío espectral.

Las chicas dieron una exclamación de sorpresa mientras que los chicos pegaron un grito de terror antes de desmayarse.

"Caballeros, no esperaba verlos de nuevo." dijo Millie.

"Y no esperábamos que regresaran tan tarde." dijo el fantasma de nariz grande, luego le hecho un ojo a los atuendos de las mujeres.
"Hey, veo que llevan puestas las faldas que les hicimos."

"Sí." dijo Josephine dando una vuelta.
"Gracias, son muy hermosas."

Este gesto hizo que los fantasmas se sonrojaran.

"Bueno, ¿a qué se debe la celebración? El dormitorio está tan bien decorado."
preguntó Raine.

"Oh, verán señoritas, nos sentimos muy mal por generarles una mala primera impresión de nosotros." dijo el fantasma robusto ocultando su rostro tras su sombrero de copa.
"Nosotros tres éramos los únicos residentes de este dormitorio por mucho tiempo y...se comenzó a volver muy aburrido. Tratamos de hacer amigos con los alumnos que pasaban por aquí, pero se asustaban y huían."

"Cuando nos enteramos que iban a quedarse aquí como alumnas oficiales de Night Raven College, queríamos enmendar nuestro error y recibirlas como es debido." dijo el fantasma de nariz grande.
"Por lo tanto, sería apropiado que nos presentemos. Mi nombre es Gideon."

"Me llamo Ignatz." dijo el fantasma esquelético con una reverencia.

"Soy Simón." dijo el fantasma robusto con una reverencia.

Millie se acercó a los fantasmas y les dijo "Señor Gideon, señor Ignatz, señor Simón, gracias por esta sorpresa, y descuiden, los perdonamos. Solo tendremos que acostumbrarnos a su presencia."

Los fantasmas rodearon a las chicas para fingir darles un abrazo; al principio, ellas se sintieron incómodas, pero luego ellas los aceptaron. En eso, Ignatz se acercó a Grim, Ace y Deuce, quienes eran atendidos por las gemelas Rogers.

"Señorita Millie, no avisaste que traerías invitados." dijo.

"¿Esos dos? Son alumnos de otro dormitorio, pero se quedaran a dormir aquí." dijo Cârovnika.

"¿Están seguras de eso?" preguntó Simón.
"No nos parece correcto que metan chicos los primeros días."

"No se preocupen, las conocemos. Somos amigos." dijo Ace mientras se levantaba con algo de esfuerzo.

"Lo que dijo mi compañero." dijo Deuce incorporándose.
"No tienen de qué preocuparse...señores fantasmas...prometemos no meternos en problemas mientras estemos en el dormitorio de nuestras anfitrionas."

Los fantasmas se vieron los unos a los otros y luego a los chicos un par de veces.

"Él al menos parece educado." dijo Gideon.

"Muy bien, si las señoritas confían en ustedes, siéntanse como en casa." dijo Ignatz.
"Sin embargo, los tendremos vigilados constantemente aún si no nos manifestamos ante ustedes. No lo tomen personal, es por la seguridad de las damas."

"Entendemos." dijeron los chicos temblando.

"Muy bien, antes de que podamos seguir con la fiesta de bienvenida, me gustaría poner un par de reglas para nuestros invitados." dijo Millie con una sonrisa.

"¿¡Es en serio?!" preguntó Ace harto de tantas reglas, pero Millie se acercó a él y puso su mano en su hombro.

"Tranquilo, solo son unas simples indicaciones." le dijo.

Ace dudó un poco, pero se dispuso a escuchar a su compañera.

"Muy bien, primero que nada, no tienen permitido entrar a nuestras habitaciones mientras nos estamos cambiando.

Segundo, si van a usar el baño, usen la cubeta para que se vallan los restos, la palanca todavía no funciona bien.

Tercero, avisen cuando se vayan a bañar, solo tenemos una regadera funcional, y finalmente, no dejen un desastre, nos costó mucho trabajo dejar la sala limpia, ¿entendieron?"

"Sí, Millie." dijeron los chicos casi al mismo tiempo.

"Muy bien, ahora oficialmente podemos comenzar la pijamada."

Todos en el dormitorio se la pasaron bien, jugaron con la baraja de cartas que Ace trajo, tuvieron una pelea de almohadas y los fantasmas aprovecharon el momento para darles regalos a sus nuevas compañeras de dormitorio: una canasta con cosas de higiene personal y unas pijamas también hechas por ellos.

Durante la cena, Millie y Deuce les contaron a los demás sobre el altercado que tuvieron con los bullies, y al mencionar la parte de la nalgada que recibió Millie, todos se molestaron.

"Cielos, no me la esperaba." dijo Claire suspirando.
"Al menos es bueno saber que Deuce te defendió."

"Malditos canayas, no les bastó con meterse con Huī y Jo." dijo Jenny molesta.
"Millie, una vez resolvamos el tema de Ace, vamos a ir directamente con Crowley a contarle de esto."

"Concuerdo Jenny." dijo Millie con una sonrisa.

Liānhúa emitió un graznido amenazador y se colocó en una pose amenazadora.

"Ya, ya, Liānhúa, no hay que llegar a confrontaciones violentas." dijo Millie.
"Bueno, cambiando de tema, Jenny, ¿nos vas a decir cómo te clavaste esa astilla en la biblioteca?"

Jenny les contó sobre su ida a la biblioteca con Câro y Grim, y cómo esto llevó a la astilla y a que ella conociera a Rook, un chico que aparentemente iba en el mismo grado que Trey.

"Ohhh~, parece que a una de las Scots le tocó la buena suerte." rio Raine.

"¿Cómo?" preguntó Deuce

"Tantos chicos guapos en este colegio y tu encuentro de ensueño fue con un galán de acento francés." rio Claire.
"Te felicito hermanita."

"Oigan oigan, no saltemos a conclusiones tan pronto, solo lo vi una vez." dijo la escocesa de pelo café sonrojada.

Todos se echaron a reír y siguieron comiendo, luego jugaron un poco más y al final, todos se prepararon para dormir y se desearon buenas noches antes de dormirse en el mar de almohadas, cojines y sábanas.

TW: Las siete sin magia Libro 1: La emprendedora determinada y el tirano carmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora