TW: Las siete sin magia Libro 1: La emprendedora determinada y el tirano carmesí

Cap 28: Limpiando el desorden

Luego de que Riddle accediera a organizar la nueva fiesta, Trey lo acompañó junto con Crowley a la enfermería a petición de Cater mientras él y los de primero limpiaban el jardín.

Luego de conseguir rastrillos, escobas y bolsas de tela y plástico, todos se pusieron a trabajar cortando hierbas, recogiendo adornos y volviendo a plantar los rosales.

"Ugh, tanto usar magia me dio hambre." se quejó Grim mientras recogía hojas secas.

"Te compraré atún de la tienda de Sam una vez terminemos de limpiar, ¿ok?" dijo Millie algo disgustada.

"Sí, sí, sí." dijo el felino, pero en el fondo, él pensaba "Ya extrañaba esto."

Grim barrió unas hojas cerca de donde estaba Riddle, y entre las plantas, descubrió una roca negra.

"¡Oye, mira esto!" gritó Grim tomando la roca para llevársela a Millie.
"¡Una roca negra como la que estaba en la Mina de los Enanos!"

"Tienes razón, ¿de dónde salió?" preguntó Deuce.

"Solo no te la comas esta vez." pidió Ace.

"No señores, la otra piedra sabía deliciosa." dijo Grim mientras veía la piedra y babeaba.
"¡El solo pensar en el sabor me dan ganas de comerme esta también."

Grim estaba por meterse la roca en la boca, pero Millie la toma.

"Oh no, no lo harás esta vez." dijo la chica, enojada a Grim y haciéndolo saltar de un lado a otro para obtener el mineral, sin suerte porque Grim no solo consiguió darle un mordisco a la piedra, también a su mano.

"¡Ow! ¡Grim, suéltame!" gritó Millie asqueada mientras Ace y Deuce veían.

"Grimmy, cariño, ten un poco más de dignidad...eso estaba en la basura y encima, estás comiéndole la mano a tu compañera." dijo Cater preocupado.

Câro caminó hacia Millie y con ayuda de los chicos logran liberar la mano de Millie mientras Grim, como la vez anterior, se regocijaba en el sabor.

"Parece que esto será común a partir de ahora." dijo Millie mientras usaba un pañuelo que le dio Deuce para limpiarse la baba.

"Agradece que no te enfermaste." dijo Jenny mientras Câro seguía sosteniendo al felino. De repente, un olor a carbón inunda su olfato y la mujer de pelo oscuro y trenza blanca baja la mirada y empieza a olfatear a Grim.

"Wow, oye ¿Qué haces?" preguntó el felino.

"Después de limpiar, necesitaras un baño." dijo la chica, pero aunque en su voz había firmeza, en su mirada se encontraba reflejado el presentimiento de que estaba viviendo un deja vú.

Mientras los chicos regañaban a Grim por comer basura otra vez, Cârovnika sintió un escalofrío recorrer su espalda seguido de un ruido en los matorrales. Câro se dio la vuelta y vio al fantasma de la sábana y los ojos amarillos que vio cuando Millie regresó de la mina.

"Jenny, ¿podrías sostener a Grim por favor? Tengo que ir por más bolsas para las hojas." dijo Cârovnika con la mirada aún fija en el fantasma.

"Claro, no hay...problema." dijo Jenny extrañada cargando a Grim.

Câro caminó hacia el fantasma, dispuesta a confrontarlo.

"A ti te recuerdo." le dijo.
"Te vi afuera del salón del Espejo de la Oscuridad."

El fantasma no dijo nada y solo le hizo una reverencia.

"Eres un espectro muy reservado." dijo Câro.
"Tengo muchas preguntas que me gustaría hacerte, cómo ¿qué clase de fantasma eres? ¿Por qué solo yo puedo verte? ¿Tienes algo que ver con los cristales negros que Grim comió?"

El espectro se acercó lentamente hacia Câro y le susurró al oído "V goli gori severa boste našli odgovore." (En el monte pelado del Norte encontrarás las respuestas.)

Câro inmediatamente recordó esas palabras, era lo único que recordaba antes de despertar en Twisted Wonderland, además de su nombre.

"¿Cómo es que...? ¿Cómo sabes esa frase?" preguntó Câro.
"¿Y qué es eso de que ahí encontraré las respuestas?"

"Cârovnika, ¿dónde están esas bolsas?" se escuchó la voz de Millie desde el jardín, despertando a la mujer.

"Ya...Ya voy Millie." dijo Câro, pero cuando volvió a ver al fantasma, este desapareció. Luego ella sintió algo extraño en la mejilla y al tocarla, notó que la cicatriz que el ataque de Riddle le dejó había desaparecido.

"Qué extraño" pensó ella.