Cap 1

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Eran años de secundaria por allá en el 85, en mi barrio había un centro comercial y ahí se podía encontrar a toda la pandilla del barrio se hacían llamar disque los “reyes” y todo porque al parecer el papá de uno de ellos les había dicho «si ustedes no son los reyes ¿Quién más lo será?» o eso era lo que decían.

Yo también tenía la mía solo que no éramos pandilleros, éramos un grupo de muchachos que estaban a la moda de los «iunites» o estados unidos pero como lo decía mi papá no había porqué decirle que no se le decía así, bueno en mi grupo estábamos los de la cuadra y solo nos conocían por tener bicicletas disque “bacanas” de BMX porque esa vaina en esos tiempos si estaba cara.

Una vez con Andy (un man también de la cuadra pero lo que lo caracterizaba en el grupo era que, era un arquero, pero ya ni Camilo Vanegas), nos encontramos con los famosísimos reyes justo en las maquinitas y ahí estaba este man, el hijo del banquero más importante del país, solo nos saludamos y fue más o menos así.

- Entonces pelado, ¿Todo bien o qué?

- Bien, parchado, y usted ¿Que cuenta?

- Nada, le hablaba para ver si nos prestaba, ya quedamos sin - Me hizo la seña de plata.

- Paila Tom, yo estoy igual que ustedes.

- No se preocupe chino, todo bien.

Y ya nos despedimos y nos fuimos.

Esa conversación fue nuestro primer roce o capítulo para ambos, porque así como todos lo querían así de hijueputa era con los padres de uno que otro chino, y claro con una buena razón según su combo que porque «la miniteca estaba mala, el papá/mamá de uno de los pelados los echa, o porque no tenían buen trago» bueno lo del trago es entendible pero porque su paladar es más fino que la misma palabra.

Me acuerdo que un día cualquiera estando con los muchachos y muchachas de la cuadra nos cayeron los “reyes” pero Tom cuando me vio le tocó la espalda a uno de ellos y solo se dieron la vuelta pero eso no acabó ahí antes de que todo su combo se fuera Tom se acercó a mí y me robo una papa de mi almuerzo, yo solo lo perseguí para que me la devolviera pero en una cuadra se quedó quieto, se volteó me miró y me agarró, me dijo.

- Si tanto la quiere agarrela.

- Eso intento.

- Uff que intentos Bill.

Hay fue cuando me cayó el 20, el se sabía mi nombre y para que Tom sepa tu nombre debías ser alguien para muchas personas de su combo, causar curiosidad, o simplemente bajarte dos botellas de Bacardi al tiempo y dar vueltas sin marearte y así fue como chinos entraron a su combo, pero yo no entendía cómo es que él sabía mi nombre porque al final de cuentas yo no conocía a ninguno de su grupo y lo más probable es que le haya causado curiosidad por mi manera de vestir.

- ¿Qué paso? ¿Se cansó?

- No.

Agarré a mi papa y me fuí corriendo hacia mi grupo. Me reía al verlo correr de nuevo tras de mí e intentar agarrarme. Me acuerdo que en ese momento me meti a un centro comercial cualquiera y veía como mi combo y el suyo nos seguía sin saber que hacer ni porque me estaba persiguiendo.

En un punto me daba tanta risa ver para atrás que me cai de la risa y Tom se acercó para robar de nuevo mi papa, luego dijo:

- Estaba fría.

- Para que me la roba entonces.

Vi mi vida pasar por delante de mis ojos en un momento cuando toda la pandilla me veía con ojos de preocupación, y entendí que la había cagado, al decirle eso.

- Tan chistoso, ahora me debe una.

- Quisieras.

- Ah, yo no sé, pero me la paga.

Me daba cuenta como todos nos miraban perplejos, ya que nadie le hablaba así a Tom, ni siquiera su mama, por que ella seguro se ganará una paliza de el, pero por el contrario, conmigo ni se inmuto al ver que yo le hablase así.

Me acuerdo que después de eso a él y a mi se nos ocurrió pasar el día juntos así que nuestros combos se juntaran, obvio había peleas absurdas entre ellos pero cuando los del pleito nos miraban, se veían asombrados de lo bien que solo nos llevábamos él y yo. Al final del día Tom me pidió mi número.

Pasaban días en los que ambos después de clases corríamos a casa para poder llamarnos y contarnos nuestro día, fuese malo o bueno, no importaba ya que al menos para mi ese momento era lo más importante. Y más porque teniendo en cuenta la época donde lo único que había eran teléfonos de cable y a menos de que fueras millonario no podías afrontar uno sin cable.

Yo solo esperaba el fin de semana, para pasar tiempo con el, yo ya en ese momento tenia en cuenta mi orientacion sexual donde nadie lo sabia ya que en ese momento se consideraba pecado o peor, que se te habia metido un demonio y mas encima tener que ir a la iglesia ya era una tortura.

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Holaaa, voy a intentar actualizarla todos los viernes.

𝙼𝚒 𝚝𝚒𝚎𝚖𝚙𝚘 //𝚝𝚘𝚕𝚕/𝚃𝚆𝙲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora