𝙼𝚒 𝚝𝚒𝚎𝚖𝚙𝚘 //𝚝𝚘𝚕𝚕/𝚃𝚆𝙲

Cap 5

Habían pasado un montón de cosas, en tan poco tiempo, era enero de 1986, no me acuerdo qué día era porque perdí la noción del tiempo, solo llegaban algunas que otras notas, eran cortas pero concretas y todas tenían un pequeño mensaje en el pie de página. Todas las veces que mi mamá traía una nota en su bolsillo lo sabía porque siempre negaba tenerlas pero aun así se tocaba el bolsillo del pantalón insistentemente, y ni hablar de mi padre, ese señor era un caso perdido desde que Tom desapareció con su madre.

Después de algunos días, me dio la "loquera" diría mi padre, y me puse a juntar todas las iniciales de las notas, algunas tenían un número al inicio y eso hizo que los pudiera ubicar, se habían mudado al otro lado del país. Tenía la dirección de su casa, y sabía cómo llegar allá gracias a mi mama. Segui esperando más notas, queriendo que me diera su nuevo número para contactarnos y así fue, tenía nervios y me dolía la panza de la felicidad.

- ¿Alo? - Dijeron al otro lado del teléfono.

- ¿Podría hablar con Tom? Por favor.

- ¡Tom te buscan! - Gritaron al otro lado del teléfono.

-¿Alo? - era la voz de Tom y empecé a sollozar.

- ¿Tom?

- Si con él, ¿Con quien hablo?

- Soy Bill.

- ¿Como?

- Si, soy Bill.

- ¿Por qué me llamas acá?

- Me lo dejaste en tus notas.

- ¡Derek!, ¡¿qué mierda?!

- ¿De qué hablas? - dije y me hizo "shhh" y solo me quedé escuchando la conversación que ocurría al otro lado.

-¿Ya te llamo?

- Nah, como crees. - y sonó un calvazo, de los fuertes.

- ¿Es el que está en el teléfono?

- Tu estas como ahuevado esta mañana.

Escuche como mi mama me gritaba que si segui en llamada nos iba a costar un ojo de la cara pagar la llamada, asi que me despedí de Tom y colgué, mi mama me pregunto quien era, y le dije que era Tom.

A mi madre se le entristeció la mirada y me dijo que en cualquier momento si quería podíamos ir, que no me preocupara por el colegio, ella estaba dispuesta a poner una excusa para que yo no fuera en un mes y estar con él ese tiempo. Yo le dije que sí y al siguiente día ella ya estaba haciendo hasta lo imposible por 2 tickets de avión.

Mi padre estaba bien preocupado por mi y por mi mama, asi que cuando ella soltó el teléfono mi padre llamo a mi abuela y le estaba contando lo que estaba pasando y ella solo le respondió "Dejanos, tu hijo aún es joven y tu esposa solo quiere ayudarlo, ¿Cual es el problema? Yo no lo veo" ahi el solo colgó y estaba bien embejucao con todos.

Después de más o menos una semana, nos tocaba alistar todo para irnos, mi madre me dijo que había hecho hasta lo imposible así que fuese lo que fuese iba a estar ahí conmigo y que ojalá no fuera a desperdiciar mis oportunidades. Ya cuando estábamos ahí, llamé a Tom por un teléfono de la calle.

- ¿Alo?

-Hola, ¿Puedo hablar con Tom?

- Si seguro, ¡Tom te llaman de nuevo! - grito, y escuche como alguien venía corriendo por los pasos agigantados que daba.

- ¿Hola? ¿Bill?

- Si, soy yo.

- ¿Por qué me llamas?

- ¿Quieres ir al centro comercial?

- Bueno, pero ¿Porque?

- Solo ve, ahí una sorpresa aguardando allí.

Ya solo colgué y fui lo mas rapido que pude, al llegar vi a Tom muy perdido así que me acerque lentamente y le tape los ojos. De repente un dolor repentino en mi vientre sentí, Tom me había pegado un codazo, lo suficientemente fuerte como para caerme al suelo.

Cuando se dio cuenta que era yo al instante me ayudo a levantarme y me lo compenso con un helado, no me habia dado cuenta que teníamos a unos de sus amigos detrás y él al parecer tampoco porque de la nada llegaron y le dijeron "¿No nos vas a presentar a tu amiga?" al instante los corrigió diciendo "Es hombre" y todos tenían una cara decepcionada.

Tom me jalo del brazo y me dijo "Conozco un lugar que te puede gustar" y solo me jalo hasta allá, era una tienda de casetes y ahí estaba, un disco de abba, al instante se iluminaron los ojos y él lo noto.

- ¿Te gusta?

- Si, si, si. - Asentí varias veces, era uno de "Arrival" como no me iba a gustar.

- Te lo compro.

- ¿Qué dices? Idiota. Debe costar una fortuna.

-  ¿Y? ¿Eso qué?

- Ya que insistes. - y le extendí el casete.

Me acuerdo que él se rio y el resto me miró, estaba pasando lo mismo que pasó cuando conocí al grupo de donde veníamos. No sabia porque, si se supone que así debe tratarlos a todos, ¿No?, pues no, uno de ellos me agarró del brazo y me acerco a él y me dijo.

- ¿Por qué te trata así? A ninguno de nosotros nos ha demostrado ese interés como a ti. - Yo solo le subí los hombros y negué con la cabeza. - ¿Qué es lo que te hace tan especial?

- No sé, ¿Por qué preguntas?

- Es algo raro, ¿no crees? - Dijo mirando a uno de sus amigos.

- Algo. - Le respondió el otro.