capitulo 9

425 66 1
                                    


  JIMIN ..

Miro fijamente a Jungkook  en estado de shock, y todo lo que
puedo hacer es abrir la boca y luego cerrarla. No salen palabras y, por
un momento, me siento desconcertado. Es entonces cuando me doy
cuenta de que estoy solo  con un hombre al que tanta gente ha
tachado de peligroso. No solo eso: si no vuelvo después de mi hora de
comer, estoy en algún lugar de las instalaciones en el que
probablemente no me encontrarán en mucho tiempo.
Casi tan pronto como surge la preocupación por mí mismo
cambia a preocupación por Jungkook  En un abrir y cerrar de ojos, me
olvido de mi propia seguridad y me pregunto por qué alguien no lo ha
protegido. El maltrato que marca su piel es mucho mayor que mi
propio miedo.
A pesar de mi amor por el orden y las normas, me veo arrastrado
a su caos. Si soy sincera conmigo mismo , soy adicto a él. Nunca estuve
preparado para lo que vendría después entre nosotros, pero desde
luego no era esto.
— ¿Ahora me tienes miedo,?— Jungkook inclina la cabeza
hacia un lado, observándome. Siempre está observando.
— ¿Quién te hizo esto?— Pregunto mientras me acerco. La
necesidad de tocarlo es abrumadora.
—No has respondido a la pregunta. — Jeon  cierra el espacio
que queda entre nosotros y, tan suavemente como puedo, pongo las
manos sobre su pecho desnudo. Sus ojos se cierran durante un breve
instante mientras aspira un suspiro. —Responde a la pregunta, ángel.
—Sí. — admito. Cuando me mira, no sé si esperaba la respuesta.
¿Quiere que le tema? —Pero no por la razón que crees.
— ¿Es así?
—No tengo miedo de que me hagas daño físicamente. — Sé que
no es lo más inteligente que he dicho, pero poco a poco voy aceptando
esta realidad. Me preocupa más su capacidad de manipularme para
que haga cosas sin pensármelo mucho.
— ¿Estás seguro de eso?— Da un paso atrás, haciendo que mis
manos se separen de su pecho.
Mantengo los pies en el suelo y me esfuerzo por no perseguirlo.
Es un poco patético, la verdad. Siempre busco su atención o un
momento para estar a solas. Nuestro tiempo juntos es fugaz y me deja
con ganas de mucho más.
—Desnúdate. — Me da la orden antes de acercarse al artilugio
de madera que hay contra la pared.
Tiene una especie de ataduras, y no entiendo para qué sirve.
Seguramente no es un instrumento médico, porque parece que alguien
lo construyó para su propio uso.
Jungkook apoya la mano en el marco de madera, esperando a ver
qué hago. ¿Es una especie de prueba? La necesidad de aprobar me
hace descalzarme, y no se me escapa la leve sonrisa que esconde
rápidamente. Algo me dice que si le pregunto qué es esto, no
responderá. O quizá no estoy preparado para ello.
—Esto es nuevo para mí. — admito cuando me quito la camisa
y decido exponerme en más de un sentido. Pero después de ver todos
esos moretones en Jungkook , creo que él es el más vulnerable. Si hago
esto, tal vez confíe en mí y me muestre más.
—Continúa. — Su agarre en el artilugio de madera se tensa, y
puedo oír el ligero gemido de la madera. Ahora soy yo quien lucha por
ocultar una sonrisa.
Me desea y, ahora mismo, eso es lo único que importa.
Luego me quito los pantalones médicos y los aparto. Cuando
estoy ahí de pie en unas  bragas rosadas , no sé qué hacer con las manos.
Mi ropa interior no es nada del otro mundo, pero al menos hace juego.
se lame los labios mientras mira fijamente el sencillo y suave
algodón rosado . Nunca nadie me había mirado como él. Hay tanto en sus
ojos que no puedo creer que solo se trate de sexo ..

—Ven aquí. — me ordena, y me acerco a él. Mi mente da vueltas
y me pregunto qué me dirá que haga a continuación. ¿Y si es
demasiado para mí? Demonios, ¿y si es demasiado para cualquiera?
Incluso con todas esas dudas, mis pies siguen moviéndose hasta que
estoy frente a él. Su mano sube para agarrarme la barbilla y sus ojos
se encuentran con los míos. — ¿Estás listo para caer, ángel?
— ¿Es eso lo que quieres?— le pregunto.
Jeon me pasa el pulgar por el labio inferior y yo deslizo la
lengua para saborearlo. —No creo que puedas soportar lo que quiero.
Algo se agita en mi vientre, y lo tomo como un reto. Hay una
necesidad de dárselo todo, y quizá sea porque tengo la sensación de
que nadie más lo ha hecho. Supuse que la vida sería difícil para
alguien que pasara un tiempo en el sistema, pero El ha pasado
años atrapado aquí. No hay calidez en estas paredes, y él lo sabe.
Cuando separo los labios, Jungkook introduce el pulgar. Lo rodeo
con los labios, ahuecando las mejillas, y chupo. Mi lengua se desliza
de un lado a otro y veo que algo oscuro relampaguea en sus ojos. Saca
bruscamente el pulgar y se da la vuelta. Su respiración es agitada en
la silenciosa habitación y no sé qué he hecho mal.
— ¿Jungkook ?
—No digas mi nombre. — suelta, y sus hombros se tensan. Me
doy cuenta de que está librando una batalla interior y me gustaría que
me hablara. Quiero entenderlo, pero no sé cómo acercarme a él.
—Dime qué he hecho mal.
—No debería haberte traído aquí. — suelta antes de darse la
vuelta e intentar pasar a mi lado.
—Espera. — Le agarro la mano para detenerlo porque no puedo
dejar que esto acabe así. Todos los días, cuando me acuesto en la
cama, solo pienso en él. Luego, cuando duermo, solo sueño con él. —
¿Me tienes miedo?— Estar cerca de la gente da miedo. Son tan fáciles
de perder, y una vez que se han ido, te quedas solo.
Una risita sin humor lo abandona. —Oh ángel. — Sacude la
cabeza. —Quiero hacerte cosas terribles. — Y de repente vuelve a
agarrarme la barbilla. —Cosas que están mal...
Contra toda razón, mis pezones se tensan y siento que me mojo
más a cada segundo. — ¿Y si quiero que me las hagas?
— ¿Cómo puedes decir eso? ¿Sabes siquiera lo que quieres?—
Está tan cerca que siento su aliento en mis labios.
—Te quiero a ti. — Las palabras se escapan, y los ojos de
Jungkook  se abren de par en par.
Entonces su boca se estrella contra la mía y gimo por su
posesión. Su lengua exige entrar y me saborea como si intentara
memorizar mi esencia. Cuando sus manos se posan en mis caderas,
me atrae hacia él y me aprieta la polla contra el vientre. Gimo al
contacto y le pido más sin palabras.
Siento sus dedos en mi espalda un segundo antes de que me
empuje contra la fría madera. El
me agarra las muñecas.
—Intentaré controlarme. — Me agarra con suavidad y me levanta
los brazos por encima de la cabeza. El frío metal me rodea las muñecas
antes de oír un clic que las bloquea.
El miedo y el deseo se agolpan en mi garganta, que se agarrota
hasta el punto de que no puedo hablar. Lo único que puedo hacer es
intentar respirar mientras él me pasa las manos por el cuerpo y luego
por mi pecho desnudo.
—Quiero tu sumisión. — Su pulgar roza mi pezón y me mira
fijamente a los ojos. —Pero quiero sacártela a la fuerza.
Cuando se trata de Jungkook  me aterroriza darle más de lo que pide
Podré darle todo lo que quiere o si después de esto no lo veo.como lo miraba antes ?...

THE BAD MAN !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora