Cuando llegamos al lugar, sentí un nudo en el estómago. La fábrica abandonada se alzaba imponente, con sus muros desgastados por el tiempo, pero dentro de ella había vida. Samu apenas había detenido el vehículo cuando chris salió corriendo hacia un chico, gritando su nombre.
—¡Nick! —exclamó, su voz llena de ansiedad y desesperación.
Las miradas se dirigieron hacia mí, y pude sentir la curiosidad y el desconcierto en los ojos de los presentes. Una de las chicas, con una expresión inquisitiva, se acercó a uno de los miembros del grupo y preguntó:
—Samu, ¿quién es ella?
Samu suspiró y respondió en voz baja, pero lo suficientemente fuerte como para que lo escuchara.
—Ella había abrazado a Chris pensando que era su hermano Matt, y ahora Chris está convencido de salir a buscarlo.
Los murmullos aumentaron mientras discutían sobre el tema, pero mi atención se desvió cuando vi a alguien entre la multitud. Mi corazón dio un vuelco y me quedé paralizada. Allí, entre todos esos rostros desconocidos, había uno que conocía demasiado bien.
Mi madre.
Ella estaba parada, con una expresión de incredulidad y miedo al verme. Sus ojos, llenos de lágrimas no derramadas, reflejaban una mezcla de alivio y confusión.
Sentí una oleada de emociones: alivio, esperanza, pero también temor por su bienestar. Sin pensarlo dos veces, me acerqué a ella, mis pasos resonando suavemente en el suelo de concreto.
—Mamá —susurré, deteniéndome a poca distancia.
Ella me miró fijamente, sus ojos buscando respuestas que las palabras no podían proporcionar. Lentamente, dio un paso adelante, como si temiera que acercarse más pudiera romper la ilusión de seguridad que ahora teníamos.
Tomé su mano con delicadeza, sintiendo el temblor en sus dedos y la tensión en su cuerpo.
—Estoy bien, mamá. He estado buscando a Matt y a los demás. Nos traicionaron, pero estoy aquí ahora —le dije, intentando transmitirle calma y seguridad a pesar del caos que nos rodeaba.
Ella me observó por un momento, sus ojos llenos de lágrimas contenidas, antes de envolverse en un abrazo apresurado. Sus brazos, aunque débiles, me sostenían con fuerza, como si temiera que en cualquier momento pudiera desaparecer de nuevo.
—No puedo creer que estés aquí —murmuró, su voz apenas audible—. Pensé que te había perdido.
—Nunca me perdí —respondí, mi voz quebrada por la emoción—. Estoy aquí ahora, y no te dejaré sola.
Mientras tanto, el resto del grupo observaba la escena con una mezcla de sorpresa y curiosidad. Chris había regresado con Nick, y la tensión entre ellos parecía disminuir al ver a Atenea reunirse con su madre.
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Stay | Matt Sturniolo
FanficAtenea, una joven con el objetivo de sobrevivir dia a dia en un entorno donde la humanidad se tambalea al borde de la extinción. Mientras busca seguridad, encuentra a un grupo de sobrevivientes liderado por Asher. En medio del caos y la desesperaci...