Al llegar a la fábrica abandonada, me sentí un poco más tranquila al ver que estábamos en un lugar seguro, aunque mi mente seguía preocupada por Matt. Caminé junto a mi madre y Nora, disfrutando por un momento de la sensación de estar rodeada por personas queridas.
Mi hermanita se acercó corriendo, y antes de que pudiera decir algo, me envolvió en un abrazo emocionado.
—¡Sabía que estabas bien! —dijo con una sonrisa que iluminaba su rostro.
Le devolví el abrazo, sintiendo una mezcla de alivio y alegría al tenerla nuevamente conmigo. Entramos juntas a una habitación donde había muchas bolsas de dormir y colchas extendidas en el suelo, claramente preparadas para recibir a todos los que allí se refugiaban.
—Puedes dormir en una bolsa de dormir para que estés más cómoda —sugirió mi madre, señalando una de las bolsas que estaba desocupada.
Sacudí la cabeza con una pequeña sonrisa.
—No te preocupes por mí, mamá. Estas últimas semanas he dormido en un cómodo colchón, puedo dormir en una colcha por una noche y estaré bien —respondí, queriendo asegurarme de que ella estuviera lo mejor posible—. Tú duerme en la bolsa de dormir, estarás más cómoda.
Mi madre aceptó mi ofrecimiento y se acomodó en la bolsa de dormir mientras nos sentábamos juntas. Me miró con curiosidad, como si quisiera ponerse al día con todo lo que había sucedido mientras estábamos separadas.
—Cuéntame cómo ha sido tu vida todo este tiempo —dijo, su voz llena de ternura y preocupación.
Suspiré y empecé a contarles todo: cómo había conocido a mis amigos, cómo nos habíamos convertido en una especie de familia, y finalmente, cómo fuimos traicionados.
Nora, que había estado escuchando en silencio, no pudo contener su asombro.
—¿Daniel te traicionó? —preguntó, incrédula, sacudiendo la cabeza como si no pudiera creerlo.
Asentí lentamente, recordando el dolor de aquella noche.
—Sí, nunca pensé que haría algo así. Pero lo hizo, y ahora... ahora solo quiero encontrar a Matt y asegurarme de que todos estemos a salvo —respondí, sintiendo una mezcla de tristeza.
Un momento después, la puerta de la habitación se abrió y Chris y Nick entraron, sus rostros reflejaban una mezcla de preocupación y esperanza. Se sentaron frente a mí, claramente con una sola cosa en mente.
—¿Cómo lo conociste? —preguntó Chris, rompiendo el silencio.
Asentí, entendiendo su necesidad de saber más sobre su hermano. Comencé a contarles cómo los había conocido, desde el momento en que me encontraron, cómo me sentí al ver a Matt por primera vez y cómo, poco a poco, comenzamos a forjar una conexión especial.
—Matt siempre estuvo allí para mí, protegiéndome de todo lo que podía —dije, recordando esos momentos en que su presencia me hacía sentir segura—. Desde el principio, sentí que había algo único entre nosotros, algo que me hacía sentir que estaba destinada a estar con él.
Chris y Nick me escuchaban con atención, cada palabra parecía resonar profundamente en ellos.
—La primera vez que lo besé... —dudé un segundo antes de continuar, mirando a Chris y Nick—, sentí como si todo lo demás desapareciera, como si él y yo fuéramos lo único que importaba en ese momento.
Hice una pausa, sintiendo una punzada en el corazón al recordar lo mucho que había cambiado desde entonces.
—Me hubiese gustado conocerlo de otra manera —confesé con un suspiro—. Sin todo este caos, sin el peligro que nos rodea. Pero aun así, no cambiaría nada de lo que he vivido con él.
—Tal vez en otra vida... nos conocimos de otra manera.
Chris y Nick compartieron una mirada, parecía que mis palabras habían tocado una fibra sensible en ellos. Sabía que querían a Matt tanto como yo.
Chris fue el primero en hablar de nuevo, rompiendo la pequeña pausa con una sonrisa juguetona.
—Entonces, besaste a nuestro hermano —dijo, con una mezcla de asombro y diversión en su tono.
Asentí, sintiendo cómo mis mejillas se calentaban al recordar ese momento tan especial. Volteé a ver a mi madre y a Nora, quienes me miraban con los ojos bien abiertos y la boca ligeramente entreabierta, claramente sorprendidas por la revelación.
Nick y Chris se miraron y luego estallaron en sonrisas, pareciendo un poco más relajados después de haber escuchado mi historia.
—Bueno, al menos sabemos que Matt la estaba pasando bien —bromeó Nick, su sonrisa era un reflejo del cariño que sentía por su hermano.
El ambiente en la habitación se suavizó, y por un momento, las preocupaciones que nos habían seguido durante tanto tiempo parecían desvanecerse un poco.
Nos quedamos un rato más hablando, compartiendo historias y recuerdos. Chris y Nick comenzaron a contarme anécdotas de su infancia con Matt, me reí junto a ellos, imaginándome a Matt en esas situaciones, y el ambiente en la habitación se llenó de una calidez que hacía tiempo no sentía.
Finalmente, el cansancio nos fue venciendo. Nick y Chris se despidieron, dejando a mi madre, mi pequeña hermana, a Nora y a mí solas en la habitación. Me acomodé en mi improvisada cama, dejando que la conversación y las risas resonaran en mi mente. Pero, inevitablemente, mis pensamientos volvieron a Matt.
Cerré los ojos, deseando con todas mis fuerzas que estuviera bien, que lo encontraríamos pronto. Y mientras me sumergía en el sueño, mi último pensamiento fue para él.
En mis sueños, lo encontré. Matt estaba allí, con una sonrisa brillante en su rostro. Me levantó en el aire, girando conmigo mientras reíamos de felicidad. Sentí su calidez, la seguridad que me daba, y cuando nuestros labios se encontraron en un beso lleno de alegría y alivio, todo lo malo del mundo pareció desvanecerse. Ni siquiera en mis sueños podía dejar de pensar en él.
¿Que creen que pase en el siguiente capitulo? :D
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Stay | Matt Sturniolo
FanfictionAtenea, una joven con el objetivo de sobrevivir dia a dia en un entorno donde la humanidad se tambalea al borde de la extinción. Mientras busca seguridad, encuentra a un grupo de sobrevivientes liderado por Asher. En medio del caos y la desesperaci...