Ishigami... ¿con un Sistema?

1: El comienzo de una nueva vida

Le dolía el pecho y sus pulmones luchaban a cada momento para exhalar un poco de aire y luego volver a inhalarlo. 

Las lágrimas le nublaron los ojos y le nublaron la vista. Aunque no era capaz de ver nada,  lo que podía distinguir era una mezcla confusa de azul y sombras. Las sirenas de la ambulancia retumbaban a lo lejos, un sonido que parecía cada vez más lejano y difuso.

Ishigami Yu, el tesorero de la Academia Shuchi'in, se encontraba tendido en el suelo, su cuerpo inmovilizado por el dolor. El accidente había ocurrido en un instante, cuando un coche descontrolado se lanzó hacia la acera. Sin pensarlo dos veces, Ishigami había empujado a Miko Iino fuera del camino, y ahora él era el que pagaba el precio.

"M-Miko..." susurró entre dientes, Su mente se aferraba a la imagen de ella, podía escuchar gritar entre lagrimas. mientras era detenida por la policía.

Sintió un par de manos lo levantaron cuidadosamente y lo colocaron en una camilla. El sonido de las sirenas se hizo más fuerte, y una voz distante le hablaba, pero sus palabras eran incomprensibles.

¿Cómo había llegado a este punto? Sus pensamientos se entrelazaban con la realidad distorsionada que percibía. Se preguntaba cómo había acabado en esta situación, cómo un simple acto de valentía había cavado su propia tumba.

Nunca había tenido nada a su favor en toda su vida, ¡NO ERA JUSTO! ¿Por qué tenía que ser él quien pagara el precio? ¿Por qué, después de todo lo que había soportado, el destino lo castigaba de esta manera?

Sabía que había hecho lo correcto al salvar a Miko, pero eso no aliviaba el dolor ni la frustración de sentirse arrastrado por una serie de eventos que estaban fuera de su control. Y en ese momento...

La oscuridad se apoderó de él, robándole lentamente la conciencia. El último recuerdo que tuvo fue el de la fría camilla bajo su cuerpo, el sonido de las sirenas y las voces distantes que se desvanecían. Y luego, todo se sumergió en un vacío sin fin, un espacio de calma abrumadora donde la realidad se caia.

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Una voz, profunda, rompió el silencio.

¿Deseas vivir? ¡Entonces despierta!

¡¿Dónde estoy?! —dijo, su voz temblorosa y llena de confusión. Mientras miraba la habitación del hospital comenzó a tomar forma mientras Ishigami se levantaba de la cama con un impulso desesperado. Su pecho aún sentía el dolor, pero el terror de la pregunta lo había impulsado a moverse. Miró a su alrededor con ojos desesperados, tratando de asimilar la realidad que se desplegaba ante él.

En ese momento, la puerta de la habitación se abrió y Shirogane Miyuki, su amigo y presidente del consejo estudiantil, entró con una expresión de gran preocupación. Su rostro estaba pálido y sus ojos reflejaban alivio al ver a Ishigami despierto.

"Ishigami, ¿estás despierto?" preguntó Shirogane, acercándose rápidamente a la cama.

Ishigami, aún aturdido por el dolor y la confusión, intentó enfocar su vista. Sentía su cuerpo entumecido y dolorido, y el sonido constante de los monitores médicos era casi ensordecedor. A su lado, la pantalla holográfica seguía brillando con sus enigmáticos mensajes.

"¿Qué... qué pasó?" murmuró Ishigami con dificultad.

Shirogane se inclinó un poco más cerca, tratando de calmar a su amigo.

"Hubo un accidente. Tú salvaste a Miko de ser atropellada por un coche. Estás en el hospital ahora."

"¿Miko... está bien? ¿Está a salvo?" Su voz temblaba, reflejando la ansiedad que lo consumía.