Una semana había transcurrido desde que Ishigami recibió su primer mensaje del sistema, y el tiempo había traído consigo una serie de cambios notables en su rutina diaria. La mañana se había convertido en su momento más crucial, marcado por la notificación diaria del sistema que le recordaba las tareas que debía completar.
Durante estos días, Ishigami se había levantado temprano, antes del amanecer, con una determinación renovada. Cada mañana, la primera notificación que recibía en su pantalla azul era una lista de tareas físicas que debía cumplir:
[Misión Diaria: Ponte en forma]
Correr 10k al día (8k/10k completados hoy)
Realizar 100 abdominales al día [¡Completado!]
Realizar 50 flexiones al día [¡Completado!]
Realizar 50 sentadillas al día [¡Completado!]
El entrenamiento físico se había convertido en una rutina inquebrantable para Ishigami. A pesar del dolor muscular y la fatiga, la disciplina diaria le había enseñado la importancia de persistir. Cada día era una batalla contra su propio cuerpo, pero también una oportunidad para superar sus límites. El sudor en su frente y el cansancio en sus piernas se habían convertido en señales de su esfuerzo y dedicación.
Su salud mejoró con el tiempo. Lo que parecía una carga abrumadora al principio se había convertido en un desafío al que estaba dispuesto a enfrentar con optimismo. Cada sesión de entrenamiento se volvía un testimonio de su perseverancia y la recompensa diaria del sistema se sentía cada vez más merecida.
Cada nivel que subía también traía consigo sus beneficios. Ishigami había aprendido a usar los puntos que ganaba al subir de nivel de manera estratégica, mejorando sus estadísticas. La experiencia acumulada lo había ayudado a desarrollar una mayor resistencia y fuerza, haciéndolo más capaz de enfrentar los desafíos físicos y emocionales que se le presentaban.
A pesar de los avances, Ishigami no podía evitar sentirse un poco abrumado por la intensidad del entrenamiento. A veces, el mensaje diario de la misión solía ser motivo de pereza. El sistema, con sus exigencias y castigos, era casi una broma cruel. Sin embargo, la rutina diaria y el progreso constante le dieron una perspectiva diferente. Cada misión completada y cada nivel alcanzado representaban un logro, y la sensación convirtió una fuente de motivación para seguir adelante.
Un día, después de completar su entrenamiento matutino, Ishigami decidió detenerse frente a un espejo en el gimnasio. Miró su reflejo con una mezcla de sorpresa y satisfacción. Su cuerpo, antes flaco y débil, ahora mostraba un tono muscular visible. Los músculos que habían sido ocultos bajo una capa de grasa estaban ahora definidos y firmes. La transformación era evidente, y aunque la tarea diaria era ardua, el sistema estaba cumpliendo su propósito.
El entrenamiento intensivo había dado sus frutos, y su condición física había mejorado, lo que demostraba su compromiso con cada misión. El dolor del pasado y las dificultades de los entrenamientos se estaban transformando en fuerza y resistencia, y Ishigami sonrió al ver el resultado de su arduo trabajo.
Ahora en el presente, era el ultimo día de que ishigami le dieran el alta y se vaya del hospital.
El sol de la mañana iluminaba suavemente la habitación del hospital, Se escuchaban pasos de los pasillos, este era un doctor, un hombre de mediana edad. Llego en la habitación con una carpeta en la mano y una expresión de satisfacción y amable. En la puerta vio 2 enfermeras murmurando entre ellas"
"Míralo, es tan guapo"
Comentó una de las enfermeras con un susurro, mientras ponía un rostro un poco boba.
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Ishigami... ¿con un Sistema?
Fanfiction¿Qué harías si un sistema misterioso te ofreciera la oportunidad de cambiar tu vida y corregir los errores de tu pasado? Esto es exactamente lo que le ocurrio a Yu Ishigami Después de un accidente que lo deja al borde de la vida, Ishigami arriesga s...