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El tiempo pasó tortuosamente lento, nunca había sentido sesenta minutos tardar tanto, cada vez que sus ojos volvían a ver al reloj de pared que estaba en la panadería, resultaba que solo habían pasado uno o dos minutos, ¿cuánto faltaba para que ll...

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El tiempo pasó tortuosamente lento, nunca había sentido sesenta minutos tardar tanto, cada vez que sus ojos volvían a ver al reloj de pared que estaba en la panadería, resultaba que solo habían pasado uno o dos minutos, ¿cuánto faltaba para que llegaran por el pedido? ¿Por qué JiSung se había ido y lo había dejado con la chica? No tenía nada en contra de SeolYoon, pero le daba un poquito de pena haber creído que ella estaba tratando de robarle a Han, aún sin tener ninguna prueba contundente de ello. Y, volviendo al tema, ¿por qué tardaban tanto en recoger ese pedido? ¿Por qué JiSung no llegaba más rápido?

— Disculpa, MinHo — la suave voz de la chica lo sacó de sus pensamientos y lo hizo desviar la mirada del reloj de su celular —, si no te molesta, ¿puedo preguntar cuál es tu relación con el señor Han?

— Ah, eso... — qué buena pregunta.

Si decía que eran amantes, probablemente implicaba problemas para JiSung; si decía que eran amigos, sentía que se traicionaba a sí mismo; si decía que eran novios, era muy apresurado, no lo eran aún; si decía que estaban saliendo diría la verdad, pero tampoco sabía si tenía permitido expresarlo así. Dios, qué difícil.

— Si es algo muy privado, no importa, olvida que pregunté eso, solo me dió curiosidad porque el señor Han habla mucho sobre ti.

Oh, SeolYoon, sabes ganarte a la gente.

— ¿Habla de mí? ¿Qué dice?

— Mmm, siempre dice que eres muy divertido, y que te ríes de sus bromas, lo que me parece muy extraño porque sus bromas siempre son malas.

— ¡No es verdad! Sus bromas son muy graciosas, más cuando las dice él, tiene una forma muy única de contar esos chistes, es muy divertido y — ah, probablemente había hablado de más — ... Bueno, no importa, ¿qué más dice de mí?

— ¿Por qué no me preguntas a mí directamente?

Los ojos de MinHo brillaron al ver a JiSung entrar por la puerta de la cocina, cosa que no pasó desapercibida por la chica.

— ¿A dónde fue, señor Han? — cuestionó el menor, haciendo reír al mencionado por el tonito de voz que había usado, tan educado, como si no le hubiera reclamado hacia un rato por trabajar con una chica.

— A la farmacia.

— ¿Se siente mal? — preguntó esta vez SeolYoon.

— Ah, no, yo estoy perfecto, no era para mí.

— ¿No? ¿Entonces para quién? — volvió a preguntar MinHo con total inocencia.

— Para ti, por supuesto, lo necesitarás al rato — el castaño lo miró confundido, pero luego ató los cabos y el rubor subió a su rostro. SeolYoon parecía no captar la idea —. En fin, ¿no han venido aún?

— Nop, aún nadie — respondió ella.

— Bueno, SeolYoon, puedes empezar a organizar tus cosas, vamos a esperar unos diez minutos más.

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