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El rubio preparaba la cena con tranquilidad y empeño, sería una deliciosa ensalada de verduras, pasta con salsa de tomate y café, ese hombre era adicto a la bebida que no sería sorprendente sí un día moría por exceso de cafeína.

De su parte el omega que ahora vivía bajo su techo esperaba pacientemente a la puerta la visita de su mucama quién se supone debía traer sus pertenencias, se estaba tardando un poco lo que le preocupaba pues no deseaba que trajera a alguien más consigo, le daba mala espina todo eso.

──¿Aún no llega? ──le preguntó el alfa, a lo que negó con su cabeza en respuesta──; ya lo hará, no te desesperes.

──¿No te preocupa que traiga a alguien más consigo?

──Somos novios ¿recuerdas? ──inició a cortar en rodajas el jitomate──; no creo que note las marcas de mis manos en tu cuerpo, sí es lo que te tiene así ──tan normal se expresó, cómo sí lo que hizo no fuera algo incorrecto.

──Como sea... ──volteó su mirada a la puerta en la que se oían unos golpes──: llegó.

Dirigió sus pasos hasta la puerta, con la intención de recibir sus pertenencias, sin embargo, no era solamente Miyeon la que se encontraba a la puerta, sinó también JiEun, su nodriza.

──Ji...Eun ──balbuceó en cuanto vió a aquella en la puerta del departamento──; ¿qué hace acá?

──Niño, mi preocupación es más fuerte que cualquier orden, he venido a saber porque te mudas con un perfecto desconocido ──tal cual una madre le demostró su descontento con la situación.

──No te metas, es mi vida, sí no te avisé es porque no te compete ──le arrebató la mochila que traía con brusquedad, asimismo tomó la maleta con su mano libre ──; y tú ──dirigió sus palabras a Miyeon──; parece que no puedes cerrar la boca.

──Ese chico no es alguien bueno, vuelve a casa.

──¿Lo conoces? Creo que no, al menos no más que yo ──se sintió el enfurecimiento en sus palabras.

"Nosotros lo conocemos, y... muy bueno no es". Era Yuyu.

──No las quiero ver por estos lados de nuevo, no son más que empleadas ──les cerró la puerta en la cara.

¿Qué actitud había sido esa? En sus 20 años de vida no había tratado de esa manera a alguien a su servicio, mucho menos a su nodriza a quien había brindado respeto como a alguien de la familia, evidentemente no tenía lógica el comportamiento anterior.

Eran los efectos de estar bajo el mando de un alfa. Éste podía convencerlo para evadir a los de su familia, amigos o gente con quién anteriormente tenía confianza, sólo para que no dijera nada.

Pero en ningún momento Felix hizo presencia, lo que descarta inmediatamente esa situación; más bien fue decisión suya ¿por qué? Por que a pesar de estar viviendo un sufrimiento lento al lado de quién no ama, tampoco desea que alguien más lo resuelva por él, igual al sentirse sumiso él mismo no se permite hacer algo que enoje al alfa, por inercia y mero instinto.

──Oí todo, no debiste ser tan brusco con ellas, sea lo que sea te quieren o eso se ve.

──Como sea.

──¿Cenarás? ──recibió una negación como respuesta ──; ¿por qué?

──No tengo hambre ━se dirigió a su habitación para guardar sus cosas en el clóset.

──Saldré con una amiga, cuando te vuelva el hambre come.

Que romántico. Primer día juntos, no pelearon así que era un progreso pero de ahí en más debían mejorar muchas cosas sí al menos deseaban que esa marca se rompiera adecuadamente ¿verdad?

𝗆𝖺𝗋𝖼𝖺 𝗋𝖾𝗇𝖼𝗈𝗋𝗈𝗌𝖺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora