UNA ESPADA

CAPÍTULO 157

CAPÍTULO 157.1 - LUCHANDO CONTRA EL ENEMIGO POR SEPARADO

Dos días antes del inicio de la guerra, el campamento militar estaba cada vez más vigilado.

En la tienda del general, Yun Yifeng estaba agregando aceite de flores al quemador de incienso. En un momento de ansiedad como ese, era imposible calmar los nervios, pero dejar que la ligera fragancia de las flores de primavera impregnara el aire podía relajar un poco el cerebro tenso. Ji Yanran todavía estaba mirando el mapa de la puerta de formación del Palacio Subterráneo en la pared, y Yun Yifeng dijo: "Di Wugong lo ha calculado muchas veces y confirmó la posición correcta de la puerta. Ha estado cavando bajo tierra y tumbas durante toda su vida, por lo que no debería cometer ningún error."

"Creo en él y también creo en tu juicio." Ji Yanran le estrechó la mano y atrajo a la persona hacia su lado. "Solo pensar en Lingfei y la tía Yu no puede evitar sentirme inquieto. ¿Cómo está la salud de Fu'er?"

"El mayor Mei fue a verla ayer y su herida en la cabeza ha mejorado significativamente, pero su miedo no ha disminuido", dijo Yun Yifeng. "Secuestraron a Fu'er y a la tía Yu como rehenes solo para amenazar a Su Alteza, por lo que definitivamente hicieron todo lo posible para protegerlas bien hasta el final. Comparado con eso, estoy más preocupado por el hermano Jiang. Hay tantas técnicas de brujería en manos de Gui Ci, y ahora se ha demostrado que Xie Hanyan no tiene relación de sangre con él, por lo que ahora es más imposible para ella mostrar piedad. En resumen, Su Alteza debe ser el doble de cuidadoso durante la guerra."

Ji Yanran asintió: "Entiendo."

"Entonces iré a ver al mayor Mei de nuevo. En unos días más, me temo que los médicos militares estarán ocupados de nuevo." Yun Yifeng preguntó: "¿Hay algo más que deba hacer?"

Ji Yanran se inclinó, acercando su rostro.

Yun Yifeng fue muy cooperativo, le pellizcó la barbilla, levantó la cabeza y besó la comisura de sus labios, diciendo: "Se logrará la victoria."

"Con las palabras de Yun'er" , sonrió Ji Yanran, "el Gran Liang está decidido a ser invencible en la batalla."

Mei Zhusong también estaba ocupado haciendo los preparativos finales, y las casas vacías en la ciudad de Yuli habían sido repletas y podían acomodar a cientos de soldados heridos al mismo tiempo. Varias cosas eran numerosas y caóticas. Las tías en la cocina calentaron la comida dos o tres veces, pero no vieron a nadie venir a comer. Entonces atraparon a Yun Yifeng y se quejaron. ¿ Cómo puede continuar esto? No dejes que los médicos se desmayen de hambre antes de que comience la batalla.

"Todos están ocupados durante la guerra. Hagamos más bollos y bollos al vapor para almacenarlos fácilmente. También se debe preparar comida para los heridos." Yun Yifeng dio algunas instrucciones, luego recibió la bandeja y la envió al hospital en persona. Mei Zhusong estaba desaliñado, se secó la sopa y el agua de la ropa y dijo que cuando estaba revisando a Fu'er hace un momento , ella tuvo otro trastorno de pánico, gritando histéricamente, arrojando cosas por todas partes y casi lastimando a alguien.

"¿Su condición está empeorando?"

"No puedo encontrar nada, pero ella ha estado muy loca todo el tiempo", dijo Mei Zhusong. "También es posible que la hayan drogado con veneno de brujería, pero cuando Su Alteza interrogó a Lei San, él siguió mordiéndose los dientes con fuerza, un tipo duro de derrotar."

"Lei San es muy consciente de que ha cometido un crimen atroz al exterminar a la familia, y solo habrá un callejón sin salida en el futuro. No cooperará con nosotros". Yun Yifeng miró dentro de la habitación y vio que Fu'er todavía estaba sentada junto a la cama, murmurando incesantemente, con el cabello despeinado y una apariencia lamentable. Instruyó a los sirvientes para que la cuidaran bien y salió un rato. Cuando regresó, ya tenía un bebé en sus brazos, rosado y lindo, chupándose los dedos.