2. AQUELLA FATÍDICA FIESTA. (AURORA)

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Aunque su origen era muy humilde, tras el fracaso del antiguo hostal y los fallecimientos de su padre y de su mujer, el padre de Ruth se prometió perseguir el sueño de ser exitoso en el sector de la hostelería. Como cualquier padre bondadoso, Alfonso Hedrera, quería proporcionarle el más prometedor de los futuros a su hija. Ruth desde bien pequeña fue matriculada en el colegio Saint Paul international School. La institución era un centro privado que se encontraba a las afueras de la ciudad, allí Ruth estudió desde su educación primaria hasta bachillerato y se volvió inseparable de su compañera Aurora.

Aurora O'Higgins, es una chica pelirroja, de tez clara y ojos verdes. Ella era la hija de una de las abogadas más prestigiosas del país, su familia materna era irlandesa y usaba el apellido de su madre. La madre de Aurora no llegó nunca a casarse con el padre de su hija, con quien se rumorea que  mantuvo un romance adolescente y que las abandonó. Para Ruth Aurora era la hermana que nunca tuvo y siempre la integró en sus planes de futuro, es por eso que las dos decidieron estudiar la misma carrera, en la misma universidad privada y convivir en el mismo colegio mayor con el pensamiento de que en un futuro pudiesen trabajar en el mismo gremio. En la universidad de ciencias empresariales, donde ambas chicas estudiaban, Ruth conoció posteriormente a Héctor y empezaron a salir el primer año. Él era un chico apasionado por el cine que soñaba con ser guionista, sin embargo, había sido forzado por su padre a estudiar administración y dirección de empresas para continuar dirigiendo en un futuro la empresa  familiar.

Aquel 28 de junio, Aurora se levantó de un salto de la cama y saludó a su compañera Ruth, las dos estaban expectantes por el gran evento que era su graduación y se abrazaron. Aurora propuso que las dos bajaran a desayunar al inmenso comedor de aquel colegio mayor. Como aquel centro residencial únicamente era de chicas, Aurora se sentía muy acogida allí, ya que tenía muy buena relación con las chicas que residían allí, pero con ninguna tenía un vínculo tan fuerte como Ruth. Después de desayunar sus respectivas tostadas con café con leche y charlar amistosamente con sus compañeras de residencia, las chicas se levantaron para dirigirse hacia su habitación. Las chicas en su dormitorio empezaron a arreglarse para el día tan memorable que les esperaba. Era un hecho que aquel día iba a ser un día difícil de olvidar, no obstante era difícil de dictaminar si era para bien o para mal.

Tras unas cuantas horas de hacerse la típica rutina con cremas faciales, maquillaje y sesión de peluquería, las dos amigas estaban preparadas para ir al acto de su graduación. Aurora iba muy elegante, llevaba un traje de chaqueta color verde esmeralda que hacía  resaltar su cabello lacio  cobrizo y sus ojos verdes, el traje lo  combinaba con una preciosa camisa vaporosa de color blanco y unos zapatos de tacón fino negros que hacían juego con su bolso de mano. Ruth llevó un vestido  largo palabra de honor en color rosa pálido que combinaba con complementos plateados.

En la puerta del colegio mayor, A Aurora y a su amiga les esperaba una preciosa mujer pelirroja de unos 40 años. Se trataba de Kimberly O'Higgins, su madre que saludaba a las chicas al salir de su imponente Mercedes que había aparcado justo en frente del edificio. Kimberly corrió a abrazarla y a Ruth le dedicó una sonrisa afectuosa.

—Estoy muy orgullosa de todo el camino que habéis recorrido juntas chicas— comentó con el brillo en los ojos  típico que le aparece a una madre cuando le emociona ver a su niña progresar. Las dos chicas agradecieron las palabras de la Señorita O'Higgins y ella se ofreció a llevarlas a las dos al salón de actos de la facultad. El padre de Ruth estaba de viaje de negocios y su madre y su amiga siempre se habían llevado a las mil maravillas, así que no era raro que esta accediese a ir con ellas. A Aurora de alguna manera le entristecía que su amiga estuviese sola en aquella celebración  y se sentía agradecida con el hecho de aunque su madre fuese una mujer superexitosa en su carrera profesional siempre sacaba tiempo para ella.

Las futuras graduadas se despidieron de Kimberly, que se sentó en las gradas de los familiares, y  las dos amigas se sentaron en los asientos que tenían asignados los alumnos. Junto a ellas se encontraba Héctor, que les sonreía a las dos de manera burlona y bromeaba diciendo que iba a ir a la fiesta de después de la graduación con las chicas más guapas del lugar. Al principio Aurora no estaba muy segura de que Héctor fuese el indicado para su amiga, había algo en él  y en la gente con la que se rodeaba que no le acababa de convencer, sin embargo, acabó por resignarse y a intentar aceptarle un poco más por su amiga.

El acto de graduación fue muy emotivo, el delegado del curso dio un discurso en nombre del estudiantado y los profesores entregaron los diplomas mientras la muchedumbre aplaudía. Cuando la ceremonia se dio por concluida, los tres jóvenes salieron a la puerta de la facultad donde se encontraban los demás compañeros y compañeras que estaban esperando para ir al salón donde se celebraba la cena y la fiesta en la que iban a  festejar  el final de la época universitaria. Ruth le habló a Aurora sobre el contenido del mensaje que había recibido esa mañana , el motivo por el que tenía que atender unos asuntos con su padre y que no podría quedarse a la fiesta , ella  lo  entendió y sin hacer ninguna pregunta se despidió de ella con un afectuoso abrazo, sin embargo, Aurora a la que ya de por sí no le caía en gracia Héctor vio como este se lo tomó mal y puso una mueca de desaprobación. Héctor preguntó a la chica pelirroja si iba a la fiesta con él en su coche, la chica volvió a mirar a su amiga para despedirse desde lejos y accedió a ir en el coche de Héctor que se dirigía rápidamente a su BMW casi sin despedirse de su novia.

Unos pocos minutos después ambos llegaron a la cena, Aurora se sentó a cenar en su mesa acompañada de unas amigas de la universidad y en la misma mesa estaba sentado Héctor, que charlaba con los chicos de su clase. El asiento que estaba reservado para Ruth al lado de Héctor estaba vacío y obviamente esto no tardó en causar una reacción entre los asistentes a la fiesta y los cotilleos a causa de la ausencia de Ruth no tardaron en llegar. Había gente que pensaba que la popular pareja entre la heredera de la franquicia hotelera y el heredero de Grupo Olarte no estaba en su mejor momento o que el padre de Ruth había planeado que su hija se fuera con él al extranjero después de finalizar sus estudios y que por eso lo iban a dejar. Aurora prefería no hacer mucho caso a las habladurías de la  gente, no obstante Héctor cuanto más escuchaba cuchicheos sobre la vida privada de su novia y su relación más se enfadaba. A la chica pelirroja la actitud del novio de su amiga le parecía un poco desproporcionada, pues no entendía por qué le afectaban tanto los comentarios de la gente si él estaba seguro de su relación con Ruth, es por eso qué decidió olvidarse de Héctor y de lo demás para poder disfrutar de la noche.

El postre llegó, después de eso las copas y cuando Héctor ya llevaba unas cuantas de más se fue con sus amigos a la pista de baile. Aurora estaba pasándolo bien con sus amigas de clase cuando divisó algo que le arruinó la noche. Héctor estaba bebido y hablándole al oído a Laura, una chica que parecía estar muy desfasada por el alcohol. La chica pelirroja miraba incrédula como el novio de su mejor amiga posaba sus manos en la cadera de aquella chica y le daba besos por el cuello. Aurora quería ir a separarlos y a pedirle una  explicación a ese capullo, pero los perdió de vista entre el gentío en un instante. Muy cabreada salió a la calle a tomar el aire cuando vio a un hombre alto y delgado que salía del bar de enfrente que le clavaba la mirada. Cuando la chica fijó la vista en él, este hizo una mueca de sorpresa y salió corriendo, mientras Aurora pensaba para sí misma que estaba siendo un desastre de fiesta de graduación«¿Cómo era posible que no hubiese hecho nada para evitar que Héctor le fuese Infiel a Ruth?, ¿quién era ese señor tan escuálido y por qué le miraba tan fijamente?, ¿la conocía de algo o quizás a su madre?» Aurora decidió poner fin a aquella fatídica fiesta y decidió pedir un taxi que la llevase a su colegio mayor. Solo podía pensar en que  mañana sería otro día,  haría las maletas para irse a casa y comenzarían sus vacaciones. En el trayecto en aquel taxi pensaba en como podría sacar el valor de decirle a su amiga que le había fallado, pues no pudo evitar que el cerdo de su novio se excediera con aquella chica. Esa noche la mejor amiga de la heredera de los Hedrera pensaba que lo peor que iba a ver era una infidelidad, pero jamás imaginaría que también sucedería un crimen.

¡SALVEMOS EL HOSTAL HEDRERA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora