Sombras del pasado.

capítulo 12

Actualidad

Liliana

Las lágrimas caían sin control por mis mejillas, cada una cargada de terror y culpa. En ese momento, todo lo que creía saber sobre mí misma se desvaneció en un mar de confusión y desesperación.
Salí del laboratorio con los ojos empañados, limpiándome las lágrimas mientras dejaba atrás el horror de lo que había hecho accidentalmente. James me seguía en silencio, pero lo ignoré por completo.

—Liliana, espera, insistió finalmente, su voz llena de preocupación. -¿Qué está pasando? ¿Qué te sucede?

Me detuve de golpe y me volví hacia él, con el rostro lleno de furia y desconsuelo.

—Ya lo recuerdo todo, James! William... él asesinó a mis padres biológicos. Todo este tiempo me engañó, me hizo creer que mi madre nos había abandonado. ¡Todo fue una mentira!"

Las palabras salían cargadas de rabia, como si escupirlas fuera la única manera de liberarme de la angustia.James me miró con dolor en los ojos, su silencio decía más que cualquier palabra.

—Lo siento, Lili.

—No me llames así .Ese ni siquiera es mi nombre. Todo lo que creí, todo lo que soy, es una maldita mentira. Mi verdadero nombre es Hasley.
respondí, mi voz quebrándose

La revelación colgaba en el aire, pesada, mientras el silencio se extendía entre nosotros.

Sin decir más, seguimos caminando hacia la salida, cruzando los pasillos oscuros de la casa que una vez creí conocer. Una vez dentro de la gigantesca mansión, me dirigí directamente a mi habitación. Abrí la cajonera con manos temblorosas y saqué el arma que William me había regalado.

James, viendo lo que hacía, dio un paso hacia mí, la preocupación inundando sus ojos.

—¿Qué vas a hacer?

—Voy a matarlo  respondí con determinación, la voz firme a pesar del temblor en mis manos.Con la misma arma que él me dio."

James se quedó en silencio por un momento, su rostro reflejaba una
mezcla de miedo y comprensión.

—¿Estás segura? ¿No te vas a arrepentir?"

—Este es el final que él
merece.Encargarte de los guardias y de liberar a los Lumians.

James asintió, finalmente entendiendo mi resolución.

Sin decir más, me dirigí a la oficina de William, cada paso resonando con el peso de lo que estaba por hacer. El aire estaba cargado de una mezcla de enojo, dolor y confusion mientras me preparaba para enfrentar al hombre que había destruido mi vida.

Entré a su oficina con una determinación helada, apuntando el arma directamente a su cabeza. William se levantó de su escritorio con una mezcla de sorpresa y furia en sus ojos.

—¿Qué diablos te pasa, Liliana?

Su voz temblaba entre la confusión y el enojo.

—¡No me llames así! . Deja de fingir, William. Sé toda la verdad.

Grité, y el arma firme en mis manos

Él arqueó una ceja, y una mueca de burla cruzando su rostro.

—No sé de qué verdad hablas, pero baja esa arma antes de que hagas algo de lo que te arrepientas.

—No sigas mintiendo,Sam me inyectó algo... algo que me hizo recordar. Tú ni siquiera eres mi padre. Tú asesinaste a mis padres biológicos."

Un silencio mortal cayó sobre la habitación. Y entonces, William esbozó una sonrisa lenta, llena de malicia.