Dokyeom vio un armario. Pensando rápido, agarró a Lee Chan y se zambulleron, cerrando la puerta tras ellos. Dokyeom no tenía ni idea del por qué los humanos estarían olisqueando el lugar, pero no iba a confrontarlos y preguntar. Simplemente haría lo que los cambiaformas hacían mejor, evitar a la gente y esperar a que se fueran.
Era bueno que los humanos no compartieran su mejorado sentido del olfato. De otra manera, Lee Chan y él hubieran sido descubiertos. Pero tenían suerte al menos con eso. Ahora todo lo que Dokyeom tenía que hacer era asegurarse que Lee Chan no hablara y los delatara.
Dokyeom también necesitaba mantenerle el maldito ingenio dentro, lo que iba a resultar difícil. No se había dado cuenta de lo pequeño que era el armario hasta que se metieron. Que es cómo descubrió que Lee Chan y él estaban apretados el uno contra el otro. Dokyeom estuvo totalmente consiente de que el cuerpo de Lee Chan se ajustaba perfectamente contra el suyo. Si Dokyeom no lo supiera, hubiera jurado que el felino había sido diseñado a su medida.
La espalda de Lee Chan chocaba con el pecho de Dokyeom. El dulce culo del médico se apretaba contra Dokyeom. Solo que esta vez no había coqueteo tras la acción. Guiándose por las olas de miedo que salían de Lee Chan, el hombre tal vez ni siquiera era consciente de su apuro.
Dokyeom reprimió un gruñido cuando su verga traidora empezó a reaccionar y cobrar vida. Aunque sabía que era un gran error, Dokyeom inhaló profundamente, recogiendo el dulce aroma de Lee Chan.
Maldita sea, debería ser ilegal que alguien oliera así de bien. Dokyeom se encontró sin fuerzas para detenerse de inhalar otra vez, su polla se puso aún más dura.
—Más vale que eso sea una pistola en tu bolsillo —Lee Chan susurró.
—¿Te estás quejando por tener toda mi atención? —Dokyeom no se pudo resistir a provocarlo.
—Sip, este no es el momento.
Aunque Lee Chan argumentó eso, el mocoso presiono el culo un poquito más hacia atrás. Dokyeom contuvo una risita mientras sujetaba la cadera de Lee Chan para mantenerlo en su lugar.
—Compórtate —le llamó la atención.
—Tienes que parar de decirme eso. Esa no es manera de divertirse.
Dokyeom se quedó quieto cuando se le cruzó por la cabeza una idea traviesa. Si la llevaba a cabo no habría marcha atrás. Sería, probablemente, el error más grande de su vida. Sin embargo, por una vez... solo una vez, Dokyeom quiso arrojar la cautela al viento. Saber cómo era para los demás. Para los cambiaformas que no tenían que estar solos todo el tiempo. Los que eran capaces de tener algún tipo de conexión en el maldito mundo.
Antes de pensar demasiado las cosas y disuadirse a sí mismo, Dokyeom estiró la mano y abrió el pantalón de Lee Chan. Lee Chan abrió la boca para decir algo, pero Dokyeom uso su otra mano para cubrir la boca del médico, amortiguando cualquier sonido que pudiera escapar.
Cuando descubrió que Lee Chan no llevaba ropa interior, Dokyeom sonrió para sí mismo. Sacó la polla de Lee Chan y le dio un par de jalones.
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Serie de la HdA 05 - El Vacío Del Dragón
FanfictionSerie de la Hermandad de Asesinos 04 - El Vacío Del Dragón RESUMEN Durante meses, Lee Chan ha albergado un enamoramiento por el cambiaforma Dragón, Dokyeom. Pero, no podrían ser más diferentes. Lee Chan es un burbujeante médico de la Coalición, mie...