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V IS BELLA PRETTY?
𓆉
EL LUNES, DÍAS ANTES de la luna llena, Sirius Black oficialmente podía confirmarle a este mundo cruel que estaba volviéndose loco. Escuchaba la risa de Bella Baxter en cualquier parte del castillo, pero cuando volteaba a verificar, solamente era una chica cualquiera de una casa común y corriente. No era Bella. Bella se había ido, pero entonces, ¿por qué le importaba tanto?
Marlene había comenzado a notarlo.
—¿A quién estás buscando? —le preguntó la rubia, mientras James y Lily tiraban piedras al lago y Peter discutía seriamente con Dorcas sobre algo que no estaba poniendo atención. En su lugar, Marlene se encontraba con su brazo enrollado al suyo y su cabeza descansando en su hombro. Sirius estaba inquieto, con su cabeza volteándose cada que alguien pasaba cerca suyo—. ¿Sabes? Te he notado un poco... desorientado estos días, ¿te encuentras bien? Ni siquiera duermes en la sala común.
Sirius carraspeó.
—¿Quién te dijo eso?
Marlene se encogió de hombros.
—No tengo que ser legeremante para darme cuenta, Sirius.
Sirius no estaba seguro el momento exacto en que se involucró con Marlene McKinnon, pero sucedió gracias a la inquietud que tenía James sobre Lily Evans, así que Marlene fue agregándose a la ecuación lentamente. Ella sabía que él estuvo interesado en su amiga, Myrcella, casi toda su vida, pero no le importó decirle que sí a esa fiesta en casa de Peter, el verano que pasó. Desde entonces, Marlene está ahí—ella limpia sus heridas cuando sale de su forma de perro, le guarda un asiento en el Gran Comedor a la hora de la comida y le da las buenas noches. Sirius se siente agradecido de que esté ahí, pero no la ama.
No sabe si Marlene siente lo mismo.
—Estoy bien —finalizó él—. ¿Has visto a Myrcella?
Marlene se revolvió en su lugar.
—No, ¿por qué?
—Uhm, ¿sabes si está en el castillo?
—Debe estarlo, ¿por qué?
El "¿por qué?" le estaba dando vueltas a su cabeza.
—¿Luella también está aquí?
—Oh, sí. La vi esta mañana, creo que está enferma; la observé muy pálida.
Sirius asintió lentamente.
—¿Sabes a quién no he visto estos días? —sugirió él, en aras de querer saber si Marlene sabía algo sobre la chica que no abandonaba su cabeza los últimos días—. A Bella.
