❝ Troye, un coronel Ruso con un arrepentimiento en su alma pecadora, acabado por la desgracia hasta que a su vida llegó alguien nuevo, alguien quien podía ver quién realmente era, y darle calidez a su ser. ❞
✞ "Quiero tocar más,
...
La base de la Task force 141, al menos en la parte que usaban para vivir todos los miembros de la misma TF solía ser un desastre, eran cuatro hombres antes de la llegada de Troye, los cuáles poco o nada trataban de limpiar, solo cuando Price los obligaba, pero mientras tanto, su vivienda podía caerse a pedazos y a ellos importarle en lo más mínimo. Eso fue así hasta que Troye llegó y quedó totalmente horrorizado ante la suciedad del lugar.
Así fue como dos semanas después, en toda la base no podía existir un pedazo de polvo sin ser limpiado de manera obsesiva por Troye. Y los demás estaban encantados con ello, Soap no había tenido que lavar platos desde hace una semana, estaba en el cielo, solo por eso los sargentos comenzaron a tener una mejor estima del hombre por sus grandes ayudas a que ellos ya no tuvieran que hacer limpieza. A Troye no le molestaba, disfrutaba de limpiar y eso era lo que estaba haciendo ahora, lavaba los platos que habían usado en la comida, usaba un par de audífonos para hacerle más tranquila la limpieza.
—"¿Troye, que estás haciendo? Los platos le tocaban hoy a Soap."— Price se cruzó de brazos estando recargado en la barra de la cocina.
—"Uhm, si, le tocaban hoy, pero me pidió el favor de hacerlo yo, dijo que tenía que seguir entrenando."— Le respondió a la vez que se sacaba los audífonos para poder escuchar atentamente al capitán.
—"Lo acabo de ver en su celular y discutiendo con Gaz ¿Eso crees que es entrenar?"— Frunció el ceño al ver cómo Troye ni si quiera se daba cuenta.
—"Bueno, no lo es, pero por mi está bien, me importa poco si está o no haciéndolo."— Explicó secando los platos que previamente había lavado con un trapo.
—"¿Estás de acuerdo con que se aproveche de ti?"— Price no se la creía.
—"Me gusta hacer cosas y me gusta ser útil, quedarme quieto es raro para mí, tengo que estar haciendo algo."— Le explicó guardando los platos en los cajones.
«Cada vez es más raro.» Price pensó cruzado de brazos, se suponía que estaba escuchando la explicación extendida de Troye, le había estando hablando por más de cinco minutos acerca de lo mucho que le molestaba no estar haciendo nada, y Price poca atención le ponía.
—"Oh, por cierto voy a preparar te de manzanilla ¿Quieres?"— Sacó un par de tazas y le preguntó con una pequeña sonrisa.
—"Claro, porfavor."— Respondió mientras le observaba, Troye preparaba el agua caliente y buscaba las bolsitas de te que el mismo había traído, porque la marca que solían comprar en la base a el no le gustaba.
Y de hecho, eso a Price también se le hacía extraño ¿Porqué un hombre adulto sería tan selectivo con la marca de te que tomaba?
—"¿También quieres ponerle miel?"— Preguntó el pelirrojo.
—"No gracias, no soy fan del dulce."— Miró a otro lado. Sentía que la conversación no les llevaba a nada, y eso le incomodaba, era un silencio entre ambos, y solo se escuchaba el tintineo de la cucharita contra la taza de Troye.
El mismo hombre sirvió el te en la barra de la cocina y lo acompañó con 6 galletas de mantequilla.
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