Katsuki odia los días tan calurosos como ese. Y sobre todo, odia tener que salir en los días calurosos como ese. Pero es necesario ya que debe hacer la compra.
De nuevo su vista se fija en alguien en específico de entre la multitud de la gran tienda.
Es increíble que de nuevo se lo haya encontrado entre tantas personas, y de nuevo, está en problemas.
-Oi.
El Omega se gira lentamente, bate sus largas pestañas viéndose adorable, y le sonríe a Katsuki con nerviosismo.
-Ho-Hola -Lo saluda tímidamente-
Katsuki observa como respira de forma entrecortada y tiene sudor en las sienes. Se ve cansado y algo pálido. El Enigma frunce el ceño y coge la gran bolsa de la compra que el joven Omega ha dejado en el suelo, seguramente debido al cansancio.
-N-no... no hace falta -Murmura el Omega, Katsuki gruñe-
Su primer encuentro fue hace un par de semanas, y todos esos días Katsuki no ha podido dejar de pensar en el joven Omega de grandes ojos brillantes y malditamente adorable, además su propio lobo interior rememoraba el dulce aroma a leche y flores del Omega embarazado.
-Vamos ahí -Katsuki señala una cafetería cercana- estás pálido, deberías beber algo y descansar un poco.
-B-bien -El Omega asiente y camina un par de pasos tras el Enigma-
Llegan a la terraza y Katsuki ocupa una mesa con sombra, enseguida llama al camarero y pide un par de bebidas frías. Tras unos momentos en silencio y sentados a la sombra, Katsuki puede ver como el Omega va recuperando color.
-¿Estás mejor? -Pregunta, aclarándose la garganta, no quiere sonar muy rudo y asustar al joven-
-Si... gracias, de nuevo. -El Omega bebe con su pajita el batido de frutas que le ordenó el Enigma, se relame los labios tras probarlo-
-No es asunto mío, pero ¿No tienes un Alfa que haga estás cosas? No deberías ser tu quien cargue con la compra -Dice con molestia Katsuki, si tiene un Alfa este debe ser un completo inútil dejándolo salir solo y encima para cargar la compra-
El Omega baja la vista y se encuentra avergonzado, titubea algo que el Enigma no llega a escuchar.
-Yo... no... es que...
Katsuki alza una ceja.
-¿No tienes un Alfa? -Pregunta finalmente-
-No. -Murmura y vuelve a beber de su batido de frutas-
Katsuki nota como algo en su interior se remueve al escuchar eso. Su lobo interior aúlla emocionado ante la noticia.
-Te ayudo a llevar la compra a tu casa. -Suelta casi sin pensarlo, el Omega se sonroja y esta vez no es por el calor-
-¡E-es mucha m-molestia señor! N-no se preocupe yo puedo...
-¡No es una molestia! -Responde rápidamente Katsuki, sobresaltando al Omega por alzar la voz, enseguida se regaña mentalmente por ello- quiero decir, que estaría encantado de poder ayudarte.
Finalmente convence al Omega y carga las bolsas por él. El Omega no vive lejos y van caminando hasta un pequeño edificio de apartamentos dónde el chico se despide con vergüenza y de nuevo le agradece al Enigma.
-Mi nombre es Katsuki. -Dice sin pensar, justo antes de que el Omega salga corriendo-
-Soy Izuku. -Se presenta antes de irse casi que corriendo-
Izuku
Katsuki se queda de pie ante el edificio y observa como el Omega llega a la tercera planta y entra en uno de los apartamentos.
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El bebé de Izuku!
RomanceKatsuki casualmente ayuda un día a un Omega embarazado, sus destinos se siguen cruzando en una serie de situaciones aleatorias y comunes, sin darse cuenta ambos empiezan a sentirse atraídos. KATSUDEKU OMEGAVERSE