SEIS: Enigma

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Desde temprana edad Katsuki sabía que era diferente al resto

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Desde temprana edad Katsuki sabía que era diferente al resto.

En la guardería ya podía oler el aroma de los demás, todos los niños querían jugar con él y eso era muy molesto, sus sentidos estaban demasiado desarrollados y a veces le producía dolor de cabeza. Katsuki se mantenía alejado de los demás.

Más adelante haría buenos amigos -Sero, Mina y Denki- cuando ya podría soportar la intensidad de los olores y los ruidos a su alrededor. Pero en ese momento, con apenas cinco años, Katsuki es un niño solitario.

Mitsuki y Masaru se preocupan, por lo que deciden visitar a su vecina -amiga de Mitsuki del instituto- que hace poco ha tenido un cachorro, para pedirle su consejo y de paso para que Katsuki se relacione con alguien más que ellos.

La casa de Midoriya Inko está a dos calles, llegan caminando en dos minutos, la dulce Omega les prepara un té y galletas. Su cachorro está en su cuna y se encuentra dormido. Masaru está completamente embobado con el lindo cachorrito de cabello verde y pecosas mejillas.

-¡Es idéntico a ti! -Masaru sonríe mirando al bebé, acordándose de cuando Katsuki era también así de pequeño-

-Sentimos mucho lo de Hisashi... -Añade Mitsuki, Inko sonríe forzadamente-

-Tu debes ser el pequeño Katsuki -Inko dirige su mirada al cachorro, quién está apartado y callado- Eres muy lindo -Consigue que el pequeño se sonroje un poco- y tímido.

-Más que tímido pensamos que no quiere relacionarse con nadie. -Explica Mitsuki con preocupación- en la guardería no juega ni hace amigos, nos lo han dicho sus profesores. Se mantiene apartado y casi no habla.

-Quizás es que aún no está preparado para estar con otros que no sean sus papás -Inko le extiende una galleta a Katsuki, quién la toma sin dudar-

-Tampoco sabemos aún su segundo género... -Murmura Masaru-

-De seguro será Alfa como tú, Mit-chan -Inko los calma con su sola presencia, además de sus suaves feromonas- de hecho, es tan igual a ti. Aunque de momento es tan tranquilo como Masaru-san.

-¿Piensas que no debemos preocuparnos? -Mitsuki está más tranquila ahora que ha visitado a su amiga-

-Para nada, solamente hay que darle tiempo. -Inko se levanta y camina hasta la cuna dónde su bebé duerme profundamente- ¿Quieres sostener a Izu-chan, Katsuki-chan? -Inko lo coge con cuidado, después se agacha junto a Katsuki y extiende a su bebé a las pequeñas manitas del pequeño rubio- Ahí, lo haces bien. -Lo anima Inko, Katsuki sostiene con cuidado al bebé- oh~

-¡Masaru! -Mitsuki observa atónita-

-Si... -Masaru sonríe ampliamente- es... Enigma.

Justo en el momento en que Katsuki sostuvo al bebé su aroma cambio, al igual que su semblante, revelando a todos en aquella sala su segundo género.

...

Katsuki observa a Izuku a su lado, con su barriga grande y pesada, camina con algo de dificultad a su lado. Está en su último mes de embarazo y le han recomendado salir a caminar, ya que dicen que puede facilitar el parto.

Hacía semanas que había conocido a Inko -a quién resulta que ya conocía de antes, pero que había olvidado- y después fueron a casa de los Bakugo para que conociesen a Izuku. Vaya sorpresa se llevaron al ver al joven embarazado.

-¡Que pequeño es el mundo! -Había comentado Mitsuki- ¡Tengo que llamar a Inko y recordar viejos tiempos!

Enseguida se habían encariñado de Izuku, aunque ¿Quién no? Y estaban encantados de tenerlo como yerno. No le hicieron preguntas incómodas e incluso Katsuki dijo que ese sería su cachorro y el de Izuku.

Inko había revelado que el día en que se reencontraron le dio pena decir que ya conocía a Katsuki, cuando este la había olvidado, y prefirió esperar a que hablaran con los Bakugo antes.

Izuku se detiene a su lado.

-¿Podemos descansar, Kacchan? -Pregunta bajito, Katsuki enseguida lo hace sentarse en la banca más cercana del parque-

-Ya queda poco, Izuku -Le asegura el Enigma- estaré contigo en cada momento -Besa el dorso de su mano con cariño y después coloca ambas sobre su barriga- ¿Ya has pensado en nombres?

-Yo... mmh... -Izuku se remueve un poco a su lado- Quería... hablarlo con Kacchan...

-¿Yo? -Katsuki alza una ceja, él no ha pensado en ningún nombre, pensaba que el Omega sería quién nombrase a su cachorro-

-Eres... también su papá... así que... -Murmura con vergüenza, desviando la mirada-

-Mi dulce Izuku -Katsuki besa la cabeza de su Omega y lo abraza con cuidado- muy bien, pensemos en nombres los dos.

De pequeño Katsuki se había sentido abrumado por todos sus sentidos tan agudos, los aromas de los demás y todo el bullicio de las personas. Más adelante logro controlar lo que podía percibir de su entorno. Hizo amigos y tuvo bastantes facilidades en su vida gracias a que es un Enigma. Pero sin duda lo mejor ha sido conocer a Izuku, gracias a quién descubrió su segundo género hace tanto y a quién volvió a encontrarse en el momento perfecto de su vida. Nunca antes se había sentido atraído a nadie, no había ningún Omega que le llamase la atención, hasta que se reencontró con Izuku.

Inko le enseño una fotografía dónde un pequeño Izuku juega con un Katsuki ya más grande, y esa fue la última vez que se vieron de niños, ya que después Inko tuvo que mudarse. Ninguno lo recordaba bien, pero Inko asegura que Izuku lloró mucho cuando supo que no vería más a su amigo. Mitsuki y Masaru dijeron que su hijo también estuvo distante durante semanas tras separarse de Izuku.

Quizás, siempre estuvieron destinados.

El bebé de Izuku!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora