sinceramente, Jimin. (kookmin) (+18)

Capítulo 3

Era sábado por la noche, habían pasado exactamente seis horas desde que Taehyung encontró la servilleta con el número y desde que dejó la otra dentro del pedido.

Y he aquí a un Jimin recostado sobre su cama, mirando fijamente el papel que estaba en su mano con el número del chico alto, guapo y casi médico que cautivó su mirada y ha sido dueño de los suspiros de Jimin desde que llegó del trabajo. Él realmente se estaba debatiendo si debería o no mandar mensaje al número que estaba en la servilleta. '¿Y si le parece demasiado atrevido? ¿Y si no me responde?', pensó, sintiendo un nudo formarse en su estómago.

La esperanza y el miedo se entrelazaban en su pecho, cada una tirando de su corazón en direcciones opuestas, mientras al mismo tiempo su hermano menor, Sunoo, irrumpió en su humilde y acogedora habitación.

El rubio pegó un pequeño salto y escondió la servilleta debajo de su almohada para después sentarse sobre la cama.

—Toca la puerta, casi se me sale el corazón.— Sunoo soltó la carcajada al oír como su hermano le reprendía.

—Así tienes la conciencia, Jimin.- ambos rieron. —Ya llegaron tus amigos, están esperando en la sala.—

—Diles que ahora bajo.—

Sunoo asintió y cerró la puerta del cuarto de su hermano mayor.

Hoy era noche de pijamada con sus amigos. Lo hacían desde hace 3 años; era una verdadera tradición, dictando así, que el último sábado de vacaciones antes de regresar a clases, se haría una pijamada, sólo por diversión.

Ya abajo, Jimin se encontró con Taehyung, Seokjin, Yoongi y, claro, con Sunoo, su hermano menor. Al ver a sus amigos, una sonrisa automática se dibujó en su rostro, iluminándole los ojos. Sentía una calidez en el pecho, como un fuego suave que crecía con cada carcajada y comentario bromista.

Esta era su gente, sus confidentes, los que lo entendían incluso cuando él mismo no podía hacerlo. Sentir sus risas resonando en la casa era un recordatorio de que, pase lo que pase, siempre tendría un refugio en ellos, ah, y también estaba su hermano menor, que desde que son unos niños, son muy unidos y siempre se autoacopla a los planes y a nadie parece molestarle, ya que Sunoo es el hermano perfecto y se lleva bastante bien con los amigos de Jimin.

—¿Esa pijama es nueva, Jimin? —preguntó Seokjin mientras todos halagaban a Jimin y este comenzaba a modelarle a sus amigos mientras asentía con la cabeza.

—Así es, es linda, ¿cierto? —menciono mientras alisaba un poco la pijama azul con flores rosadas.

Sin duda esta era una amistad soñada, no era la típica amistad de hipócritas que se suele tener en la universidad.

Taehyung y Jimin se conocieron cuando tenían 6 años e instantáneamente se cayeron bien. Eran vecinos y sus madres se saludaban muy seguido. Sus madres se cayeron tan bien que comenzaron a ser amigas y los llevaban a pasear al parque más cercano a su casa con regularidad.

Luego, en secundaria conocieron a Seokjin y Yoongi, pero no de la manera más agradable.

En los pasillos se creó una rivalidad rara entre ambas duplas, constantemente la gente se preguntaba sobre quién era el duo dinámico en la secundaria. Y esos chismes hicieron que el cuarteto de adolescentes estúpidos comenzara a pelear en todo: Jimin y Yoongi competían por ser el mejor en clase.

Cada vez que Jimin veía a Yoongi levantar la mano para responder una pregunta, sentía una punzada de irritación mezclada con un toque de admiración. 'No me va a ganar', se repetía en silencio, mientras apretaba los dientes y preparaba su respuesta.