VIII: Con fines profesionales, parte II

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—¿Lauren? —Keana pidió una explicación

—¿Estás embarazada? —Ella seguía con la misma mirada de incredulidad

—¿Cómo que tienes un hijo? ¿Cuántos años tienes? No me dijiste nada —recriminó.

—Porque yo no sabía —me defendí. Keana tenía una mueca en su cara, sus labios formaban una línea recta y su ceño estaba fruncido, la misma expresión que Sabrina cuando no quería algo.

—Necesito que me lo expliques —exigió.

—Tiene siete —la expresión de su rostro se suavizó —. Nació acá, no tenía como enterarme.

—Oh dios mío —susurró.

—He estado, de a poco manteniendo un contacto con él, pero su madre me ha pedido que se quede aquí en casa.

—¿Su madre?

—Sí, tiene una cita —Keana se quedó en silencio un buen rato —¿Estás embarazada?

—Sí, Lauren —me regaló una media sonrisa —, estoy embarazada.

—Tu me tenías que decir eso y yo he venido con una mala noticia —me tapé la cara frustrada.

—¿Una mala noticia? Claro que no, Lauren —Ke quitó mis manos de la cara —, nuestra familia se agrandó mucho más de lo que esperaba.

—Lo siento tanto —sabía que esas palabras no eran solo por Félix, era también por lo que estaba sintiendo.

—Lauren, está bien —se acercó a abrazarme —¿Qué es lo que pasa? Hay algo que no está bien, desde que llegamos a Londres.

Comencé a llorar con fuerza por sus palabras, la acerqué más a mi cuerpo, intentando sentirla aún más cerca, sentí miedo, mucho miedo.

—Lo siento tanto —el agarre que tenía Keana en mi se apretó. Keana caminó, ambas abrazadas hasta el sofá.

—¿Lauren? —ella soltó su agarre para tomar mi cabeza y mover mi cabeza —. Me estás asustando ¿Has vuelto a consumir?

—No, claro que no.

—¿Entonces que es?

—Siento que no soy suficiente, ni para ti ni para Sabrina —susurré llorando.

—No digas eso, Lauren —seco mis lagrimas —, eres todo lo que yo y Sabrina necesitamos.

—No se si lo estoy haciendo bien, te has venido sola conmigo hasta otro país, sin nada y creo que no estoy cumpliendo.

—Sabes que siempre he sido sola, Lauren —hice un puchero.

—Dejaste a amigos atrás, una vida Keana, no es menor —suspiré.

—Fue por mi propia voluntad, decisión que tomamos ambas para lo que creíamos mejor —limpió el rastro de lágrimas de mi rostro —. Si te sientes mal en este lugar, podemos partir a Estados Unidos de nuevo —sonreí y negué.

—Eso sería muy irresponsable —Keana rió y asintió.

—Lo sería, pero no quiero verte mal —dió un pequeño pico en mis labios —. No quiero que tu cabeza te saboteé, porque estamos bien, y ahora seremos cinco y estaremos aún mejor.

—¿Cinco?

—Claro, hay dos nuevos integrantes.

Abracé desesperadamente a Keana mientras seguía llorando, y ella me consolaba con pequeñas caricias en mi espalda. Luego me dijo que fuese a la cama, que ella se encargaba de todo por esta noche. Subí a duras penas a la habitación, sobrepensando todo lo que había ocurrido desde que llegamos a Londres.

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⏰ Última actualización: Nov 04 ⏰

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Bad Kind of Butterflies (Camren G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora