𝐂𝐀𝐑𝐓𝐀𝐒 𝐃𝐄 𝐀𝐌𝐎𝐑, marc bernal. 1

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                         𝐂𝐀𝐑𝐓𝐀𝐒 𝐃𝐄 𝐀𝐌𝐎𝐑
                      chapter two.

MARY RIZZ
—España, Barcelona.

Hoy es un día emocionante, el primer día de clases para Violet, Eisa y para mí. Me despierto con una mezcla de nervios y alegría. Mientras busco una liga para mi cola de caballo, me doy cuenta de que no encuentro ninguna. Decido ir a la habitación de Eisa; siempre tiene cosas interesantes.

Al entrar, mis ojos se iluminan al ver una variedad de ligas de colores. Elijo una negra, que combina con todo. Pero algo más llama mi atención: una pequeña caja color café en la esquina del escritorio. La curiosidad me puede, así que la abro.

Dentro hay cinco sobres, cada uno con un nombre y dirección diferente. Alleerlos, me quedo en shock. ¡Son cartas que Eisa le escribió a varios chicos! Mi corazón late más rápido cuando veo que hay una dirigida a Héctor. Sin pensarlo dos veces, las guardo en mi mochila.

Sé que esto no está bien; estoy invadiendo su privacidad. Pero no puedo evitarlo. Eisa necesita un empujón. Es hora de que salga de su caparazón y deje atrás esa timidez que la ha mantenido sola demasiado tiempo.

Me imagino a Eisa con un novio, riendo y disfrutando de la vida, sin esos labios virgenes que me preocupan. Si no lo hago ahora, ¿cuándo lo hará? Así que decido ir a dejar cada carta en sus direcciones. Sé que estoy cruzando una línea, pero creo que es necesario. Al final del día, solo quiero lo mejor para mi hermana.

EISA RIZZ
—España, Barcelona.

Hoy es un día normal en la clase de educación física, estoy haciendo elongaciones junto a mi mejor amiga Clara. La música suena de fondo y el ambiente es ligero, pero mi mente está en otra parte. De repente, veo a lo lejos a Marc Bernal acercándose. Mi corazón se acelera. ¡Dios mío!
El fue mi ex compañero en séptimo grado y, para ser sincera, fue el segundo chico que realmente me gustó.

Mientras se acerca, siento una mezcla de emoción y nerviosismo. Mi mente empieza a recordar aquellos días en los que me sonrojaba solo con verlo pasar.

—Voy a buscar agua. Ustedes quédense aquí ¿si?—Hablo Clara mientras asentí.

—Eisa, necesito hablar contigo, estoy confundido...

—¿Confundido? ¿Porque?—Pregunte confusa.

—No sé cómo explicarlo, La verdad es que no estoy listo para una relación. Sentí algo por ti hace tiempo, pero ahora... ya no siento lo mismo.

Fruncí el ceño, tratando de procesar lo que estaba escuchando.

—Marc, no te entiendo de que hablas?

—Quiero ser honesto contigo. No quiero hacerte daño, pero tengo que ser claro.

Me sentía tan confundida, pero mi mirada se desvía y note algo en las manos de Marc.

—¿Que tienes ahí?—Pregunte.

Marc saca un sobre arrugado de su bolsillo y lo muestra.

—Encontré esto en la mañana. Es tu carta, la escribiste hace años...

—¿Como llegaste a tenerla? La tenía en mi habitación guardada.