—Bueno es hora de dirigirnos a Baste.— dijo el rubio.
—Espera, ¿planeas dejar a Elizabeth aquí?— cuestionó el cerdito.
—Estará más protegida si se queda aquí Hawk— contestó la pelimorada.
Los tres caminaban rumbo a Baste cuando se escuchó la voz de la princesa.
—¡Señor Meliodas!— llamó.
—Elizabeth, ¿Por qué viniste?— preguntó el ojiverde.
—Tome esto, lo cosí para usted mientras todavía estaba dormido— le entregó su puñal para la espada nuevamente completo.
—Hay que linda— comentó Hawk con ternura.
—Te lo agradezco mucho Elizabeth— contestó el rubio.
—¡Que alegría! Bueno señores, ¡Vámonos ya!— proclamó alzando un puño en el aire y caminó hasta tomar la delantera. —Se que yo no soy un caballero, pero seguiré luchando para proteger a mi reino pase lo que pase.
<<¿Por qué lo sentí directo?>> pensó Tn.
—Aunque usted muera yo cumpliré, lo prometo señor— dijo la albina, si que el rubio la había dejado pensando.
—Oye pero no me mates.— se quejó Meliodas.
—Lo siento.— respondió apenada.
—Elizabeth, ¿Qué pasa si yo muero?— preguntó ansioso el cerdito, Tn comenzó a caminar, ya estaban perdiendo mucho tiempo.
—Pues, seguiría adelante— contestó alegre la princesa.
—Eso no me dice mucho— se quejó Hawk, Meliodas se adelantó para abrazar a Tn por la cintura como ya le era costumbre.
—Tn, ¿Qué pasa si yo muero?— la pregunta y el abrazo tomaron por sorpresa a la chica.
—¿A qué viene eso?
—Solo responde.— pidió.
—Bueno, "Seguiría adelante"— dijo imitando la voz de la princesa, Hawk rió y el rubio hizo un puchero.
—¿Me sueltas?— pidió la pelimorada.
—Si, claro— Meliodas obedeció y comenzó a caminar a su lado, Hawk se les unió.
—Tn, si no es molestia, ¿Y si yo muero?
—No puedo negar que te extrañaría Hawk— respondió amable, el cerdito se emocionó y el rubio se enceló por su repuesta.
—Por cierto, ¿Por qué nos dejaste hace rato en la habitación?— preguntó el capitán. Cuando había escuchado a Hawk mencionar su partida, se apresuró a vestirse para salir a buscar a la chica, pero se encontraron primero con el caballero sacro.
—Porque Diane está sola, y ustedes solo perdían el tiempo.— respondió cortante.
—Lo siento.— y la volvió a abrazar, ella soltó un suspiro.
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º Mi Fortaleza º Meliodasxtn
Aventura-"Yo no estoy aquí para que me cuides, sino para ser yo la que cuide de ti, Meliodas"- -"Si amarte es un pecado, sucumbiré ante el todo lo que pueda"- -"¡Maldita! ¿Cómo es que sigues con vida?" - ¿Cómo es que una frase como esa me describe tan bien...