Marca.

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Jarek

Cuando Alice me dijo que quería la marca casi no lo podía creer.

- ¿Dijo lo que creo que dijo chucho?

- Lo dijo, nuestra mate nos desea.- los aullidos de Black casi me hacen explotar la cabeza.

- Creo que si chucho, lo dijo.

- Claro que lo dijo, pero bueno pregunta de nuevo.- creo que si pudiera verlo estaría meneando la cola.

- ¿Estás segura?

- Si, estoy segura, y la quiero hoy.- acunó mi rostro entre sus manos y me miró a los ojos sin rastro de duda alguna.
- Yo sé lo que quiero, y te quiero a ti.

- Claro que me quiere, ¿quien no va a querer que un Fenrir fuerte y apuesto como yo la marque?

- A mi me ama, chucho.

- Pero fui yo quien la conquistó, y ahora me desea, mi mate me desea.

- Te tiene bobo.

- Mira quien habla, si a ti te tiene peor.

Me levanté con ella en mis brazos, y llamé a Marcos que había estado haciendo guardia todo el tiempo. Creo que si fue buena idea decirle que se pusiera detrás de la columna para que Alice no lo viera. Ella aún no entiende que nosotros no tenemos ese mismo cuidado con la privacidad que tienen ellos, pero mientras tanto no me importa hacer este tipo de cosas para que ella se sienta más cómoda. Por eso también mandé a todos fuera de la casa. No quiero a nadie cerca cuando comience mi celo, no si mi mate está cerca.

Salimos de allí en el Ferrari que se compró Black, aunque ahora que lo pienso me parece la mejor idea que tuvo ese pulgoso. Esa preciosidad corre que es una belleza.

Cuando llegamos a la habitación la dejé suavemente en el piso. Estaba más que preciosa, ella simplemente era hermosa. El deseo se notaba en sus ojos cuando me miraba y mis manos se movieron con suavidad y de forma automática hacia su rostro.

- ¿Estás segura de esto, Alice? Después no hay marcha atrás.

- Yo sé lo que quiero Jarek, ¿y tú?

- A ella, definitivamente a ella.

En ese momento los deseos de Black comenzaron a mezclarse con los míos, y era de esperarse, esto es algo que tenemos que hacer los dos juntos.
Mis movimientos eran casi automáticos, era como si mi cuerpo supiera lo que ella quería y como lo quería, y sólo se moviera en correspondencia.

- Yo te quiero a ti.

- Tenemos que ser cuidadosos Jarek, es la primera vez de nuestra mate.

- Lo sé, lo mismo te digo Black.

El beso fue dulce hasta que ya no aguanté más y comenzó a salir todo el deseo que tenía o más bien teníamos acumulado Black y yo.
No hubo parte de su cuerpo que no besara, me deleité en saborear cada pedazo de piel hasta que ella estuvo lista para mí.
Sus gemidos eran como melodía para mis oídos. Le dí un orgasmo tras otro hasta que estaba cerca del mío y sentí que ella estaba cerca de otro más intenso, entonces cuando los dos llegamos a ese justo punto de placer máximo, Black sacó los colmillos.
- ¡Mía! Eres mía Alice Forbes.
Atravesé esa linda y tersa piel de su clavícula con ellos. Intenté morder lo más suave que pude pero me emocioné cuando vi a Alice retorcerse de placer, así que la mordida se hizo aún más fuerte y ella comenzó a gemir hasta que gritó mi nombre. Quedó inconsciente mientras yo gruñía más fuerte. Creo que se escuchó en toda la casa porque mis guardias se pusieron en alerta pero se relajaron y se alejaron un poco para darme privacidad cuando se dieron cuenta de lo que pasaba.

Mi AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora