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Han pasado sólo 10 minutos y gracias a Dios Sunghoon no ha hecho nada más que gruñir cuando el omega y su primo quedan demasiado cerca o se sonríen entre sí

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Han pasado sólo 10 minutos y gracias a Dios Sunghoon no ha hecho nada más que gruñir cuando el omega y su primo quedan demasiado cerca o se sonríen entre sí. Para Sunoo, se sentía agradable. Estaban debajo de un árbol que les daba sombra, el aire hacía que sus ramas chocasen e hicieran un ruido relajante.

—¿Cuánto tiempo van a tardar aquí? —Sunghoon pregunta, interrumpiendo y escribiendo algo en su celular.

—Como... una hora o un poco más. —Sunoo mira el reloj su teléfono.

—Okay. Me voy. —se pone de pie. —Ten esto, si quieres puedes comprarte lo que sea para comer. —deja unos billetes dentro de la mochila del omega y se comienza a ir.

—¿Irás a trabajar?

El alfa sólo enconge sus hombros pero nunca detiene su paso.

—¿Es difícil tratar con él? —Heeseung pregunta. —No sé por qué actúa así contigo. Muchas de nuestras tías lo aman por ser protector.

—No sé, desde siempre ha sido así conmigo.

—¿Así cómo?

—Como hostil e idiota.

Heeseung asiente, copiando unas cuántas cosas en su libreta.

La asesoría va bien, el alfa aprende bastante rápido al parecer. Heeseung siempre fue amable con él y en ningún momento insinuó algo o dijo cosas subidas de tono. Al contrario, dijo que estaba feliz de tenerlo en su familia y aún más feliz de que pronto sería tío. Dijo que de los primos, Sunghoon era el primero en emparejarse y tener un hijo. Bueno, igual el alfa pelinegro era de los más grandes de sus primos, su familia era joven aún.

Con el dinero que Sunghoon le dio, vio que podía comprar algunas cosas en el super. Eso sería mejor porque así con eso comerían los dos. En un pequeño super mercado compró bananas, pan, jamón queso y algo de leche de vainilla. También recargó su celular con algo de saldo. Vio la hora y ya eran cerca de las 6PM, y todavía tenía que esperar por el autobús que lo llevara a casa. Caminando a la estación, pasó por una tienda de arte, ahí compró una lata pequeña de pintura en aerosol, blanca. Tenía un trabajo con Jungwon el viernes, así que mejor lo compraba de una vez.

En el camión, suspira feliz, sólo quiere llegar a casa y comer algo, para después tomar una ducha y dormir hasta el día siguiente. Cerca de las 7PM está abriendo la puerta de su pequeña casa. Huele a cigarro y otras cosas, por la entrada de la cocina sale una finísima capa de humo. Dentro está Sunghoon, acompañado de dos alfas más y a esos Sunoo no los conoce. Hay botellas de cerveza en la mesa, también vasos sucios y una botella de whisky barato a medio tomar.

—Ehh.... —Sunoo entra con las bolsas y las asienta en la meseta, al lado del lavatrastes.

—¿Es tu omega, Sunghoon? —un alfa borracho y tal vez drogado, pregunta. El rizado no contesta. —Tiene buen culo.

𝐕𝐄𝐍 𝐀𝐐𝐔𝐈, 𝐘 𝐀𝐌𝐀𝐌𝐄 › sungsun ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora