𝐒𝐔𝐍𝐆𝐒𝐔𝐍 || A sus 19 años, Sunoo debería estar apoyando a su banda favorita, yendo a centros comerciales a mirar la ropa de temporada que ha llegado, o estar juntando dinero para su graduación de preparatoria. Pero no, a sus cortos ㅡo largosㅡ...
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DONGMIN's POV
Suspira, quitándose las sábanas de encima. Sabe que día es hoy y eso le pone feliz. Su cumpleaños. Cumplía 5 años y sabía que sus padres le tenían una sorpresa, los ha escuchado hablar de eso por las noches. Así que con una sonrisa brillante, corre a la cocina. Su casa está en silencio y eso es raro, ya que sus papás siempre estaban gritando —no en manera de pelea— o su hermana cantaba.
—¡Cállate, animal! —oye la voz de su tío Jake y ésta es seguida de varios shh.
Aún más contento, con la idea de que su familia está ahí, entra a la cocina y todos gritan su nombre, tirando serpentinas y confeti. Su papá Sunoo se acerca a abrazarle con mucho cuidado de no tirar a su hermanito menor, Donghyun
—No soy un bebé, ya tengo cinco. —se limpia los cachetes, yéndose a una de las sillas.
—Felicidades, Dongmin. —Sohyun, con el cabello trenzado se acerca, teniendo una caja grande entre sus manos, con trabajo y podía sostenerla.
—¿Para mí? —abre sus ojos en grande, fingiendo sorpresa. —¡Gracias, bruja!
Sohyun rueda los ojos, evitando contestarle a su hermanito, se la pasaría por hoy porque era su cumpleaños.
—¿Dónde está mi papá? —el cumpleañero pregunta, quitándole la envoltura a la caja.
—Por ahí. —Heeseung contesta, mirando a otro lado y enrollando su brazo alrededor de Jake.
—Por ahí en.... —Jungwon quiere seguir pero no se le ocurre nada.
—En la selva. —Jake termina y todos se golpean la frente, incluida Sohyun.
—¿En serio? —sus ojos de colores se abren, ahora sí, sorprendido. —¡Woah, yo siempre dije que papá era como tarzan!
—Por idiota. —Jungwon murmura bajamente, y le sonríe a Sunoo, quien lo mira enojado.
—Fue con tío Jay y los gemelos a buscar algo, amor.
—Ahhh, ¿no fue a la selva?
—No, Dongmin. —su padre deja al bebé en su silla. —Pronto debe venir.
—¿Es una sopresa para mí?
—Puede ser. —la castaña se encoge de hombros. —Puede ser que no. —se mece de un lado a otro.
—¡Dongmin! —Sanghyuk y Woonhak entran corriendo a abrazarle cuando lo ven.
Ambos lo felicitan entre risas, haciéndole cosquillas. Un ladrido hace que se separen, los ojos del pequeño Park se abren y corre hasta donde lo oye. Su padre está parado ahí, con un gran perro a su lado.
