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Sunoo salió del hospital una semana después del nacimiento de Dongmin

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Sunoo salió del hospital una semana después del nacimiento de Dongmin. Ambos estaban bien y Sunoo comenzaba a recuperarse muy bien gracias a los cuidados que su alfa le daba.

Ahora han pasado dos meses. El cabello de Dongmin es tan osvuro como el del alfa, y algunas de sus hebras llegan a rizarse. Su piel blanca como la nieve, tal y como la de Sunoo, mejillas redonditas con un leve color rosáceo, y su nariz de botón. Las personas comentaban acerca de lo bonito que era el bebé, y su gran parecido a ambos padres, haciendo que Sunghoon se sintiera orgulloso.

El alfa de Sunghoon ha estado muy sobreprotector estos días. Todo el tiempo se mantiene cerca de su familia, alerta de cualquier amenaza. A Sunoo le encantaba.

—¡No me voy a volver un puto vegetariano! —el omega grita, vestido en pijamas y caminando a la habitación para ver a Dongmin, quien había comenzado a llorar.

—¡No estoy pidiéndote eso! —Sunghoon dice, de igual manera. —Sólo creo que debes comer más vegetales.

—No me gustan. —de la cuna, alza al bebé, pegándoselo al pecho y arrullándolo.

—A mí tampoco me encanta. Deberías comerlos, Sunoo. El doctor dijo que eran buenos para ti y Dongmin.

—Dongmin no puede comer aún.

Sunghoon rueda los ojos.

—Lo que quiero decir, es que todos tus putos nutrientes se los pasas al niño a través de la estúpida lactancia.

—Ew, no digas eso.

—¿Decir qué?

—Lactancia. Suena muy ew.

—Okay, no lo vuelvo a decir, pero promete que comerás más vegetales y menos dulces.

—Me gustan los dulces.

—Lo sé, Sunoo. Pero no es sano, ni siquiera para ti.

—Okay, lo haré. —se sienta en la cama, alzando su camiseta para darle de comer a Dongmin.

—Entonces iré a comprar cosas para el almuerzo. —besa la cabeza de Sunoo y aprieta, suavemente, la mejilla del bebé. —No me extrañes.

—No lo haré. —el castaño dice, riéndose.

Cuando cree que su bebé ha tenido suficiente, lo acomoda sobre su hombro, escuchando los quejidos bajitos de Dongmin, pidiendo más.

—No seas así, ya es suficiente. —palmea la espalda del bebé para hacerlo eructar. —Has tenido suficiente, amor. —vuelve a repetir. Dongmin suelta un gran aire y Sunoo se ríe. —Ew, eres igual que tu padre.

Vuelve a ponerlo en la posición original, entre sus brazos. En estos dos meses había aumentado bastante de peso y crecido unos 2 centímetros.

—No crezcas muy rápido. —le dice a su bebé, y él sólo bosteza, chupando sus puños. —Vamos, Dongmin. Verás un poco de televisión conmigo.

𝐕𝐄𝐍 𝐀𝐐𝐔𝐈, 𝐘 𝐀𝐌𝐀𝐌𝐄 › sungsun ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora