¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
LA FAMILIA KANG NO ERA INOCENTETODOS SON concientes de eso... Menos Wony Kang, ella no era conciente de que estaba rodeada de sangre. Claro que no, ¿Como una niña tan adorable y pura como ella sería consiente de algo así? Akira Kang no sólo era un gran empresario, también era líder de una de las mafias más poderosas de toda Asia. Wony no sabía nada de esto, ni siquiera sabía que las empresas de su padre solo eran una tapadera para ocultar la verdad.
Vivía en una mentira.
Salieron de la habitación después de una larga revisión por parte del Doctor Cullen. Wony suspiro antes de ver a su mayordomo, el cual estaba algo inquieto.
— Won-won... ¿Puedes ir a traerme una botella de agua? — La castaña se dió cuenta de que su mayordomo no quería dejarla sola. — Te esperaré aquí, lo prometo.
— Uh, esta bien. — Susurro para ir hacia la cafetería del Hospital. Wony se sentó en las sillas de espera, sintiéndose mareada y agotada.
Bajo la mirada perdiéndose otra vez en sus pensamientos, no sabía nada de sus padres desde el primer que llegó a forks y se sentía realmente ansiosa por eso. Sus ánimos rápidamente bajaron, preguntándose si sus padres la habían olvidado...
No fue hasta que dos pares de zapatos estuvieron en su campo de visión, que levantó la mirada, encontrándose con los orbes dorados de sus amigos. Su expresión se suavizó al verlos, sintiéndose más segura y protegida.
Su corazón latio tan rápido que probablemente ellos lo escucharon.
— ¿No preguntaras nada? — La voz grave de Edward Cullen la hizo reaccionar, ladeando su cabeza de forma adorable.
— ¿Ah? — Pregunto confundida, ¿que les tenía que preguntar?
— Sobre lo del auto... ¿No preguntara nada? — Pregunto algo nervioso Jasper.
La boca de wony se formó en una pequeña 'o' recordando esa parte del accidente. Sonrió hacia los dos, negando en el proceso, le bastaba con que Edward no se hubiera lastimado en cuanto paro la camioneta.
Obviamente la curiosidad la estaba matando, pero ella estaba segura de que ellos no querían hablar de eso.
— ¿Ustedes quieren hablar de eso? — Susurro notando como los Cullen negaban cabizbajos. — Esta bien, cuando estén listos pueden contarme. — Sonrió levemente. — Solo quería saber si Edw nose lastimó. — Hablo ahora mirando directamente a los ojos de su amigo, tomando entre sus delicadas manos las de Edward.
Un sonrojo casi inexistente llegó a las mejillas del chico, quien nervioso desvío la mirada pues era mucho para su pobre corazón muerto.
