¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al ABRIR SUS ORBES MIEL, LO PRIMERO QUE NOTO FUE EL RASCACIELOS de una habitación completamente desconocida para ella, sintió un poco de miedo aunque al reconocer el aroma imprendado en dicha cama logró calmarla completamente pero esto no duró tanto, porque como si de una película de terror se tratará, todos los recuerdos del día de ayer la golpearon de forma brusca, su cuerpo tembló de repulsión al sentir el vago recuerdo de las manos de Isabella Swan sobre su cuerpo.
Se escondió entre las calidas sabanas, al sentir como las lágrimas volvía a salir de sus orbes, agradecienda de que los Cullen pudieron salvarla de un suceso claramente traumático.
Su largo cabello castaño se enredo entre sus dedos al recordar y escuchar dentro de su mente aquellas risas tan asquerosa de los jóvenes de ayer. Repentinamente un dolor se extendió por toda su cabeza... y extrañamente lo sintió familiar.
Wony kang se perdió entre sus recuerdos, pero unos fríos brazos envolviendo en su cuerpo la sacaron de sus pensamientos torturósos. Su orbes miel se conectaron con los dos pares de ojos dorados, los cuales la observaban con preocupación.
— Cariño... ¿Estas bien? — La calidad voz de Edward Cullen llegó a sus oídos, calmandose al escuchar la.
La castaña solo soltó suaves sollozos aferrándose a los brazos de sus chicos, sus lágrimas humedecierom la camisa color negros que el cobrizo llevaba, dejando pruebas de su sufrimiento. Jasper se unió al abrazo causando que la niña sintiera como su cuerpo se relajada de manera rápida.
— Esta bien, princesa. — susurro Jasper en su oído.
Los labios de el rubio dejaron un suave besó sobre su frente... Y apesar de que los labios del Cullen eran fríos ella los sintió cálidos. Sus mejillas se sonrojaron ocultando su rostro en el cuello de Jasper ocasionando que el susodicho soltara una suave risita.
— Jasper te hará el desayuno, después de eso te llevaremos a un lugar. — Los ojitos curiosos de la joven se dirigieron a los del cobrizo. — Y no te diremos que lugar es, porque es una sorpresa.
Wony infló su mejillas, limpiando sus lágrimas.
— Te gustara, ya verás. — Dijo Jasper ayudándola a pararse. — ¿Que te gustaría comer?
— ¿Sabes cocinar, Jass? — Él asintió. — ¡Eso es muy bonito! — Exclamó con las mejillas sonrojadas. — U-uh, me gustarían hot cakes.
Jasper sonrió con ternura, acariciando las suaves mejillas de su compañera. Entonces la preocupación llegó al rostro de la niña.
— ¿C-como llegue aquí? ¿Cuango tiempo estuve durmiendo? — Preguntó con preocupación, con miedo a que Gu-won estuviera vuelto loco por su 'desaparición'.
Edward la tomó de las manos antes de responder a su pregunta.
— Ayer te desmayaste sobre los brazos de Jasper. Nos preocupaste mucho. — Susurro él con un sonrojo en sus mejillas. — Has estado en nuestra casa desde ayer.
