La semana de la competencia finalmente llegó, trayendo consigo una mezcla de tensión, emoción y una cantidad abrumadora de trabajo para Yuji y Nobara. Los últimos días habían estado repletos de prácticas intensivas en la escuela y en casa. Aunque la mayor parte del tiempo lo pasaban discutiendo sobre los enfoques y la presentación, ambos estaban cada vez más conscientes de la dinámica que estaba surgiendo entre ellos.
Las cosas se complicaron el día antes de la gran competencia. Los profesores organizaron un ensayo general con todos los equipos participantes, lo que significaba que Yuji y Nobara pasarían prácticamente todo el día juntos. Desde el principio, el ambiente estaba cargado de una energía extraña; ninguno de los dos podía ignorar la creciente incomodidad que sentían en presencia del otro. Algo había cambiado en las últimas semanas, pero ambos seguían sin querer enfrentarlo.
El ensayo comenzó con la presentación de los equipos y la revisión de las categorías. Yuji y Nobara habían trabajado duro para pulir sus argumentos y dividirse los temas de forma que se complementaran. Durante la práctica, se esforzaban por mantener la concentración, pero en el fondo, ambos sentían una curiosidad constante por observar las reacciones del otro.
Después de varias horas de ensayo, el profesor les dio un descanso. Yuji y Nobara se alejaron del grupo para tomar aire fresco en el jardín de la escuela. Ambos se sentaron en una banca bajo un gran árbol, disfrutando del silencio por un momento.
-Vaya, esto está siendo más agotador de lo que pensé -dijo Yuji, soltando un suspiro y estirándose.
-Sí, pero al menos lo tenemos bajo control -respondió Nobara mientras jugueteaba con una hoja entre sus dedos-. Aunque no lo admitiré fácilmente, hemos hecho un buen equipo hasta ahora.
Yuji la miró sorprendido, alzando una ceja.
-¿Eso fue un cumplido? Vaya, parece que me estoy ganando tu respeto.
-No exageres, Itadori -Nobara sonrió de medio lado-. Solo estoy reconociendo lo evidente. Eso no significa que te vaya a dar más crédito del necesario.
Ambos se rieron ligeramente, pero la conversación pronto derivó en un incómodo silencio. Nobara se dio cuenta de que, a pesar de sus constantes disputas, había algo reconfortante en estar cerca de Yuji. Se sentía extrañamente en paz en su presencia, lo que la confundía más de lo que quería admitir. Por su parte, Yuji no podía evitar notar lo diferente que se veía Nobara en ese momento, sin la actitud desafiante habitual. Había algo en su expresión tranquila que lo intrigaba.
-Oye, Nobara -dijo Yuji de repente, rompiendo el silencio-. ¿Alguna vez te has preguntado por qué siempre estamos peleando?
Ella lo miró con sorpresa.
-¿A qué te refieres?
-No lo sé... Es como si disfrutáramos de competir y discutir todo el tiempo. Pero últimamente me he dado cuenta de que, en el fondo, realmente me gusta pasar tiempo contigo. Es raro, porque pensé que te odiaba, pero ahora no estoy tan seguro.
Nobara se quedó en silencio, procesando sus palabras. Sentía algo similar, pero no sabía cómo expresarlo sin que sonara extraño. Finalmente, decidió ser honesta.
-La verdad, también he pensado en eso. Al principio, solo quería superarte en todo, porque siempre has sido tan... irritante y competitivo. Pero últimamente, me he dado cuenta de que hay más en ti que solo esa actitud despreocupada. A veces, incluso me resulta divertido estar cerca de ti.
Yuji sonrió ante su confesión.
-¿Divertido, eh? Es un progreso, supongo.
Antes de que pudieran profundizar más en la conversación, el profesor apareció para avisarles que el ensayo continuaría en unos minutos. Ambos se levantaron y caminaron de regreso al auditorio en silencio, pero con una nueva sensación en el aire. Había una tensión palpable, una mezcla de incertidumbre y algo más que ambos todavía estaban tratando de descifrar.
El ensayo terminó sin problemas, y después de un breve repaso de los puntos más importantes, todos fueron liberados para descansar antes del gran día. Sin embargo, Yuji y Nobara decidieron quedarse un poco más en la escuela para practicar una última vez. Se dirigieron a un salón vacío y comenzaron a repasar sus líneas y argumentos.
La práctica fluyó sin interrupciones, pero ambos se sentían distraídos. Sus miradas se cruzaban más a menudo de lo necesario, y cada vez que lo hacían, una incomodidad los invadía. Nobara, que siempre había sido directa y confiada, notaba que su corazón latía más rápido cuando Yuji se acercaba demasiado. Yuji, por su parte, no podía concentrarse completamente; había algo en la forma en que Nobara hablaba, en cómo sus ojos brillaban con determinación, que lo tenía atrapado.
Al final de la práctica, Yuji decidió abordar lo que ambos habían estado evitando.
-Kugisaki, tengo una pregunta seria.
-¿Qué pasa? -preguntó ella, notando el tono inusualmente grave en su voz.
Yuji respiró hondo antes de hablar.
-¿Te has dado cuenta de que algo está cambiando entre nosotros? Es decir, seguimos siendo rivales y todo eso, pero... no puedo negar que últimamente me he sentido diferente contigo. Es como si... no sé, como si quisiera conocerte más allá de solo competir.
Nobara sintió un nudo en la garganta. Sabía exactamente a qué se refería, pero la idea de admitirlo la hacía sentirse vulnerable, algo que odiaba. Aun así, decidió ser sincera, aunque eso significara dejar de lado su orgullo.
-Yo también he sentido lo mismo. Es extraño, porque siempre pensé que lo único que podía haber entre nosotros era rivalidad, pero... -hizo una pausa, buscando las palabras correctas-, no puedo evitar sentir curiosidad por lo que podría pasar si dejáramos de vernos solo como enemigos.
El silencio que siguió fue pesado, pero no incómodo. Ambos estaban procesando lo que acababan de admitir, sin saber cuál sería el siguiente paso. Yuji se acercó un poco más, mirándola directamente a los ojos.
-Entonces, ¿qué hacemos? -preguntó en un susurro, como si temiera romper el frágil momento que se había creado.
Nobara lo miró fijamente, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza en su pecho. Por primera vez, no tenía una respuesta lista, no tenía la necesidad de ganar en esta situación. Todo lo que sentía era una mezcla de anticipación y nerviosismo.
Antes de que pudiera responder, la puerta del salón se abrió de golpe y uno de sus compañeros asomó la cabeza.
-¡Ah, aquí están! El profesor quiere hablar con ustedes antes de que se vayan. Parece que hay un cambio de última hora en la organización.
El momento se rompió, y ambos se apartaron rápidamente, fingiendo que nada había pasado. Sin embargo, la tensión entre ellos seguía presente mientras salían del salón y se dirigían a la oficina del profesor.
Esa noche, Yuji y Nobara volvieron a casa con la mente llena de pensamientos. Ninguno de los dos podía dejar de preguntarse qué significaba realmente ese extraño cambio en su relación. Lo que había comenzado como una simple rivalidad se estaba transformando en algo mucho más complejo. Aunque ambos seguían sin estar listos para admitirlo por completo, no podían negar que el muro que los separaba se estaba desmoronando poco a poco.
Y así, mientras se preparaban para el gran día de la competencia, sabían que lo que realmente estaba en juego no era solo ganar o perder, sino la forma en que su relación evolucionaría a partir de ese punto. Porque, aunque seguían siendo rivales, la línea entre la enemistad y el afecto se había vuelto difusa, y ambos estaban cada vez más cerca de cruzarla.
Gracias por leer 🫀.
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ENTRE CHISPAS Y CORAZONES. | ITADORI X NOBARA
RomanceYuji y Nobara, dos rivales escolares, son forzados a trabajar juntos para una competencia. Con el tiempo, su relación evoluciona de enemistad a una conexión más profunda. Sin embargo, Nobara descubre que Yuji se acercó a ella inicialmente por una ap...