Wild Boy «Jim Morrison+Alain Delon»

7. Hollywood Bowl (PARTE I)

Los días siguientes a la visita de Jim, Lenny se sumergió en su trabajo con renovada energía. La biografía del cantante avanzaba de manera fluida, y la conexión que había establecido con Jim le proporcionaba nuevas perspectivas e ideas para profundizar en el relato. Lenny organizó su agenda meticulosamente, preparándose para la gira con The Doors. Empacó cuidadosamente una selección de libros y documentos relacionados con Jim y la banda, asegurándose de tener toda la información necesaria para seguir con la investigación y redacción mientras viajaba.

La banda, por su parte, estaba inmersa en la preparación para el lanzamiento de su nuevo álbum. Los ensayos eran intensos, pero a menudo se veían enturbiados por los problemas de bebida de Jim. La situación llegó a ser un desafío constante, ya que el cantante a veces llegaba a los ensayos en estado de ebriedad, lo que complicaba la dinámica del grupo. Sin embargo, cuando Jim estaba con Lenny, parecía mantener una frescura y claridad inusual. Su comportamiento en las sesiones de trabajo con el periodista contrastaba marcadamente con la desinhibición que mostraba en otros entornos.

Lenny notó que Jim, al estar con él, se mostraba más enfocado y menos cargado de las presiones que le imponía su vida pública. Las conversaciones entre ellos eran sinceras y profundas, lo que ofrecía a Jim un respiro necesario y una oportunidad para compartir su verdadero yo. Este espacio de autenticidad y reflexión parecía darle un equilibrio que el cantante luchaba por encontrar en su vida cotidiana. 

Mientras la gira se acercaba y Lenny se preparaba para acompañar a la banda, ambos estaban conscientes de que la relación entre ellos no solo beneficiaba la biografía, sino que también les proporcionaba una conexión genuina en medio de la turbulencia de la vida de rockstar y el mundo del periodismo.

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5 de julio.

Lenny y los miembros de The Doors viajaban por la carretera en un autobús de gira, rumbo al icónico Hollywood Bowl. La atmósfera era vibrante, con la banda charlando animadamente sobre las expectativas para el espectáculo. Jim, aún recuperándose del tumulto emocional reciente, se mostró más relajado y dispuesto a conectar con su entorno. Y Lenny, por su parte, aprovechaba la ocasión para tomar notas y captar detalles para la biografía. Cada tanto, Jim y Lenny intercambiaban miradas cómplices que reflejaban una nueva complicidad en su relación, algo que parecía crecer con cada conversación sincera.

Al llegar al recinto, la escena era un caos controlado. Un mar de fanáticas se había congregado para recibir a la banda. Los gritos y la emoción llenaban el aire mientras las admiradoras se abalanzaban sobre Jim, buscando besos, abrazos y autógrafos. La intensidad del momento hizo que Jim se deslizara entre la multitud, dejando a Lenny, a la banda y al resto del equipo un poco desubicados en el bullicio. 

Una extraña sensación surgió en su pecho cuando veía a todas las mujeres con sus manos y labios sobre Jim con total libertad.

Y en la confusión del momento, quedó apartado del grupo. Un grupo de fanáticas que buscaban desesperadamente un vistazo de cerca al famoso cantante lo empujó sin querer. El ojiazul perdió el equilibrio y cayó al suelo, golpeándose dolorosamente la rodilla contra el pavimento. Un empleado de seguridad el que se acercó rápidamente para ayudarlo y Lenny agradecía que alguien haya notado su existencia en el medio del torbellino de gente.

—¿Estás bien?—preguntó el guardia, un hombre calvo y sonrisa amable, mientras ayudaba a Lenny a levantarse.

—S-si, estoy bien... Solo me duele un poco.—respondió Lenny, tratando de disimular el dolor mientras se ponía de pie.

El empleado de seguridad le indicó que se dirigiera a los camerinos, donde podría encontrar algo de alivio y asistencia. Lenny siguió las indicaciones y, con el rostro algo pálido por el dolor, se dirigió hacia los camerinos.