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—Así que llegaste ebrio anoche ¿eh? ¿Tan buena estuvo la cena? —

—Dios... —saltó del susto al verse interceptado por el pelinegro de camino a la Universidad. Sostuvo la mochila con firmeza a su hombro y caminó más rápido. —Papá de verdad tiene que dejar de usarte como confidente —

—¿Por qué? Soy un adulto—

—Cuestionable, un adulto cuestionable eso es lo que eres —

Permaneció en silencio esperando que se esfumara solo y desapareciera por donde había llegado, pero el hombre simplemente amaba molestarlo.

—Entonces... ¿te conquistó? —preguntó distraído

—Lo creas o no Derek, fue una cena muy agradable. Bebimos y reímos, algo que quizá no esté en tu diccionario—

—No es lo que pregunté —

—Estuvo bien. De hecho, no me molestaría repetirla —dijo, acelerando el paso.

—Ah, ¿sí? —contestó, y sin saber qué más decir solo detuvo su marcha, y observó al castaño alejarse.

—¡Dudo que te invite a una segunda cita, ¿sabes?! —exclamó, Stiles volteó sorprendido

—¡Ya la tenemos agendada para hoy lobo amargado! —contestó furioso y dobló la esquina sin perder tiempo. Mierda. Realmente no había ninguna cita agendada. ¡Doble mierda! Acababa de mentirle a Derek Hale. ¿Por qué? Nunca antes le había importado lo que pensara de él. ¿Quizá por el sueño? ¿Acaso Derek le pone?

Al llegar al campus, su teléfono vibró.: ¿Puedo robarte de nuevo? Prometo no dejar que bebas más de una copa.

Me queda bien a las 7. Envió el mensaje y guardó su teléfono, decidiendo que nada arruinaría su día. La clase comenzaba en unos minutos, y necesitaba concentrarse.

A medida que el día avanzaba, los nervios comenzaron a acumularse. Derek no sabía de su cabeza, y por otro lado Nathan

Cuando finalmente llegó la tarde, se apresuró a volver a casa para prepararse. Optó por algo casual pero presentable: unos jeans oscuros y una camiseta gris. Quería verse bien sin parecer que se había esforzado demasiado.

—¿Vas a salir? —preguntó su papá desde la puerta. Stiles volteó y asintió sin decir nada. —Derek dijo que no es alguien de fiar —

—Papá... —detuvo —Mira, no estoy haciendo nada malo, y si somos sinceros, Derek tampoco es de fiar —

—Bien, está bien. Confío en tu buen criterio, ciertamente cuando se trata de ti la manada es un poco sobreprotectora— admitió el mayor aun mirándole desde la puerta

—¿La manada o Derek? —bromeó —A veces pienso que solo quiere que sea miserable —

—No es eso, él solo... quiere protegerlos como pueda —

—Sí, pero no significa guardarnos en una caja de cristal —respondió y luego miró a su papá de vuelta —Solo vamos a ir por algo de comer, y gracias a que anoche saliste con placa, arma y sombrero, él ya sabe que soy hijo del sheriff así que si estaba planeando algo seguro que ahora lo pensará dos veces— sonrió y lo abrazó.

—Igual puedes llamarme si algo sucede—

—Lo haré, no te preocupes. Además, Lydia dijo que me daría un aventón, es más ya debe estar afuera —anunció y tomó sus cosas. Su papá lo siguió a paso calmado hasta la puerta principal, al abrir ambos se quedaron en silencio, observando a Derek estacionado enfrente. —¿Qué demonios quiere ahora? —

A WOLF THING © SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora