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-el no nos recuerda- es lo primero que dice cuando an dejado el cuarto.
Los dos hombres frente a él parecen estáticos.

-pero... pero ayer no hubo nada en los estudios ¿que fue lo qué pasó?- Christian se pasa la manos por la cabeza.

-ademas el golpe no fue tan fuerte ¿o si? Ayer todavía me reconocía- hay un puchero en los labios del más bajo.

-el no recuerda los tres años que llevamos juntos- les declara y por fin puede derrumbarse.
Sus manos presionaron el puente de la nariz por que su padre una vez le dijo que solo los débiles lloran.
-piensa que tiene veinte años ¡y nadie me dice que está mal¡-

Christian lo tranquiliza por que no puede perder los estribos así como así.
-necesitas ser fuerte por ambos, de eso se trata el matrimonio- son palabras llenas de aliento.

-ademas por lo visto el no te repele, si no me dices que el a perdido la memoria yo pensaría que sigue igual, te da esa mirada que me hace tener envidia- anima Charles con un tono mucho más bromista.

Unos minutos después deciden volver a entrar.
Sergio a conseguido calmar el llanto de la bebe.
La sigue sosteniendo con adoración, sus ojos no pueden despegarse de aquel pequeño ser.
Sobre todo por que cada vez encuentra mucho más parecidos entre ella y Max.

El latino está agradecido por ello.
-eres tan bonita como tu padre ¿a que si?- tiene esa voz infantil qué haces con los infantes.
Le niña parpadea encantada y se ríe sus pequeños dedos están entretenidos con las manos más grandes de Sergio.

-¿que dices? Si Max es tan feo que lo confunden con un perezoso-
El pecoso observa a Charles con una sonrisa.
Aquello es verdad a visto los memes en internet pero al le encanta incluso si se ve así.

Christian le ha dado por detrás con su palma sin hacer daño realmente.
Pero no puede dejar que alguien le diga algo tan feo al que bien podría ser su hijo.

La enfermera entra advirtiéndoles que las horas de visitas están por acabar.

-toma- Sergio le entrega a una bebe dormida y feliz
-llévala contigo, los hospitales no son adecuados para un bebé- acaricia la mejilla de Max con cariño.
-ve y descansa-

Max no lo hará, el no puede simplemente dejar a Sergio ahí solo.
-no necesito de nadie, estoy perfectamente bien- se anima a tranquilizarlo.

Pero aquello no funciona.
¿Cómo puede estar completamente bien si no recuerdas tres años de tu vida?
Aún así diez minutos después Sergio y su forma encantadora los a convencido de que lo dejen solo.

Christian incluso se nota sorprendido cuando están fuera del hospital.

-¿como lo ha hecho?- pregunto sorprendido el mayor de los tres.

-es un poder telepático- bromea Charles llevando sus manos a la cabeza.

-voy a regresar- antes de que pueda darse la vuelta  la niña se remueve en sus brazos.
Es más que obvio que ahora tiene que poner como prioridad a la pequeña criatura en sus manos.

—————————

-¿puedo utilizar el teléfono?- pregunta cuando una chica muy bonita a su parecer entra a la habitación.

Hay muchas personas bonitas en el mundo, el no es una de ellas.

Ella mira el reloj.
Son las cuatro de la mañana.
-los teléfonos no están configurados para que salgan las llamadas ¿le parece si le presto el mío?- Sergio asiente avergonzado.

Teclea el número sobre la pantalla y espera.
Escucha el sonido de espera, el solo quiere preguntar por su familia.
¿Por que parece que solo tiene a Max?
¿Cuando se conocieron y por que ahora tienen una hija?

-Bueno- no reconoce aquella voz y eso lo asusta.

-¿estoy hablando a la casa de los Pérez Mendoza?-

-¿quien eres?-

-Sergio- su boca se seca, siente que algo malo está por pasar.

-no vuelvas a llamar aquí- es lo que recibe y después nada.
El castaño le entrega el teléfono a la chica, agradeciendo el gesto amable que ella ha hecho por el.

No hay un impedimento que lo mantenga estático en aquella habitación, así que poniéndose la sudadera que Max le ha dejado antes decide salir.
Quiere consumar y despejar su mente por que no entiende nada de lo que está pasando.
Tiene pequeñas partes que parecen no encajar con la realidad sin embargo las está viviendo.

Se mira una vez más los anillos como muestra de que si está casado, más que eso ¡su esposo es Max Emilian Verstappen!

Sergio no sabe de donde lo conoció, no recuerda como iniciaron una relación, cuando se casaron, ni siquiera el parto de su hermosa bebe.
Se tienta el estómago, imaginando como debió ser.

Las cosas buenas y malas.
El peso extra que le provoca dolor en la cintura, los pies hinchados, así como los suaves movimientos que llegan hacer una completa magia.
Se jalonea el cabello, debe ser el peor padre/esposo que exista en la tierra.

Se queda ahí sentado en lo que es un patio, el no sabe si aquel lugar es triste o el es el triste.
Respira como muchas otras veces y trata de tranquilizarse.

Si aquello no es un sueño ¿pero que tal un coma?
¿Qué tal si mientras dormía su corazón se detuvo pero su cerebro no o al revés?

El estaba en casa, celebrando su cumpleaños.
Se ha tenido que bañar por que ha terminado con el rostro y el pelo lleno de pastel con crema.
Si, tomó una cerveza antes de dormir pero aquello lo había hecho muchas veces.
Se puso la pijama y se metió en la cama.

Escarba en su cerebro buscando una vez más cualquier fragmento de conciencia, pero nada.
No hay imagines de una boda, ni de un parto.

¿Cómo puedes olvidar un parto?
Se vuelve a preguntar, suelen ser dolorosos y cansados.
No cree conocer a ninguna persona que haya olvidado algo como aquello.

Aunque también está sorprendido por no recordar nada de Max.
El hombre parece estar hecho con las manos de Dios ¡es jodidamente guapo!

Se observó así mismo, hecho un lío con batas de hospital y sudaderas grandes.
No ha tomado una ducha desde no sabe cuando.
Y no ha visto su cara, aunque intuye que se ve mal.

No ha dormido nada y parte de la madrugada se la ha pasado llorando.
El está hecho de recortes y sobrantes.
¿Que hace un hombre como Max Verstappen casado con el?

Se mira una vez más los anillos, recordándose que no es un sueño.
Aquello es tan real hasta o lo será hasta que el despierte.
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Vámonos rápido!!

Por ahora vamos comenzando flojito pero ya verán.

Espero les guste y nos leemos pronto.

Todo parece maravilloso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora