Miente Miente Miente

SIETE

Un sábado por la noche  hace unos años atrás en la casa de los Evans era pura risa junto a su visita de todos los fines de semana, Ethan .

Ethan siempre fue un chico bueno, el tipo de persona que no solía sentir resentimiento por nada o nadie .

Era un chico que hacía reír a cualquiera y que hacía conmover a cualquiera que lo oyese con atención también.

Era muy sensible , recuerda Marcus .

Pero el Ethan Riddle que él vio por última vez no lo era , ya no lo era . Había ignorancia y arrogancia pero de a poco perdía aquella esencia  de quién era .

Marcus no sabe cómo se supone que debería sentirse; ¿enojado ?, ¿triste ?.

Definitivamente estaba desconsolado pero su cuerpo le costaba reaccionar ante algunas emociones cuando deberían. Otras veces su cuerpo reaccionaba con rapidez al respecto a algunos sentimientos y eso le asustaba .

Se quedó pensando en esas noches en las que Ethan se quedaba en su cuarto,  de esas noches que le contó a Ester Clair.

Él no solía admitirlo porque de vez en cuando era cansador tener a alguien en tu casa todos los sábados y domingos pero a Marcus le gustaba , se lo confesó a su amigo una vez pero habrán sido miles las veces que pensaba en que su compañía era lo mejor que le había pasado .

Lo hizo, lloró en silencio , esperando que el sueño y el cansancio lo derribaran de una vez.               Pero que patético que lucía , allí aferrándose a su almohada y a esos recuerdos ,que de hecho no eran muchos pero le servía al menos como una caricia en la espalda , como un consuelo.

Está bien, se dijo así mismo, está bien llorar. Solo era eso lo único que podía  hacer ahora pero se repetía que debería parar porque en cualquier momento se iba  a asfixiar . Y Marcus Evans no quería morir aún.

Las voces a su al rededor no tienen sentido, sus manos subiendo desesperadamente hacia su cuello se adormecen, hace el intento de calmarse pero la voz de su madre se intensifica y le pide a gritos que se calme y que todo va a estar bien.

¡ DEJEN DE MENTIR ! 

Sus manos tiemblan al pasarlas por su rostro pálido y húmedo, las bocanadas de aire no son lo suficiente para tranquilizarlo. Deseaba no pensar tanto en Ethan , en su forma ridículamente amable de agradecer todo, en como le rogaba para que guardara  sus secretos, en su sonrisa tan calmada que ocultaba tanta mierda por detrás, en lo falso e irónico que podía ser y en lo detestable que se volvía poco a poco al frente de él .

Pero al final , después de todo ... ¿ Cómo carajos alguien puede odiarlo?                              Ethan era aquella ancla que lo mantenía firme en la tierra, en la escuela , en su propia casa. Lo mantenía sujeto a la realidad que ambos crearon y construyeron durante años, había sido todo suyo pero el ancla se quebró .

La señora Evans acaricia la espalda de su hijo y le habla , ella cree que lo ha conseguido pero no lo ha hecho ella, lo logró él solo. Porque Marcus entiende que " un todo va a estar bien " es una mentira tan ruin como dañina y una vez que esa idea se instaló en su cabeza sabe que no se irá a menos  que descubra quien era Ethan Riddle después de él, después de todos .