Frozen Music

𝟎𝟗: 𝐅𝐫𝐨𝐳𝐞𝐧 𝐨𝐛𝐬𝐭𝐢𝐧𝐚𝐧𝐜𝐲

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Siempre creemos que conocemos bien a nuestros amigos, después de todo son las personas más cercanas a nosotros, pero en este momento Kazuha duda un poco de si sabe o no que está pasando por la cabeza de Jaeyun y Alice, ambos simplemente se mantenían en silencio trabajando, el australiano afinaba su violín, la pelinegra dibujaba algunas ideas y ella se estiraba en preparación para su ensayo en el tan conocido lago de los cisnes.

Al ver que no podría descifrar lo que estaba sucediendo decidió pararse y observar algunos de los diseños de Alice, notando que muchos habían sido descartados debido a que la señorita Laurent no los consideraba a su altura, y fue entonces cuando recordó el año pasado, donde Jake tocaba el violín para ellas y ambas bailaban juntas, en ese momento la academia se sentía tan distinta, y tal vez fue por la repentina lesión de Park, o tal vez como gradualmente vio a la alegría y al sol del teatro nacional apagarse, pero todo se sentía tan pesado.

- ¿Por qué se quieren ir de aquí? - finalmente preguntó - Éramos felices el año pasado.

- Zuha, ya hablamos de esto - respondió el rubio mientras la pelinegra seguía trabajando en un boceto - Yo tengo la oportunidad de ir al conservatorio de París y Alice solo está aquí mientras termina la carrera.

- Pero porque se irían si estábamos contentos.

- Estábamos Kazuha.

Ambos observaron a la chica quien levantó la vista de su libreta como si estuviese a punto de quebrarse, pero aun con eso la menor no lo soltó, la última vez que les permitió verla llorar fue después del lago de los cisnes cuando se fracturó el tobillo y desde entonces se prometió fingir que nada le afectaba en público.

- No somos felices aquí, ni siquiera tú lo eres, la profesora Laurent solamente te grita y te hace menos cuando eres la única que da su ciento cincuenta por ciento en los shows, a Jake le quebró su atril en el show de primavera porque desafinó y a mí me odia porque en vez de irme como ella quería me quedé.

- Es bueno saber qué piensas eso Park.

Los tres observaron a la mujer rubia quien se acercaba a la menor como si quisiese matarla, pero a fin de cuentas no podría hacerlo, después de todo su reputación era más importante.

- No sé qué haces aquí, si estás segura de mi supuesto odio hacia ti, no solo me eres inútil, sino que eres un cisne sin alas, solamente sirves de decoración, de trofeo.

- La decoración y el trofeo que le llenó el teatro dirá usted - habló ya harta - Sabe bien que la única razón por la que sigue llegando alumnado cada año es porque creen que Jake les dará tutoría en violín y que Kazuha y yo estaremos apoyando a los bailarines, nadie viene por usted.

- Te equivocas, yo les di ese nivel y por mí comes niña, entonces mejor cierra la boca antes de que te despida y te quedes sin hacer vestuarios mediocres.

El silencio era fuerte y un gran recordatorio del año anterior donde los tres escucharon algo similar, sin embargo, ninguno era igual, Kazuha esta vez estaba al borde de un colapso ansioso, Alice parecía querer lanzarle algo a Laurent y él tenía unas inmensas ganas de marcharse del lugar en el que había estado desde los quince años.

- Prefiero quedarme sin hacer vestuarios para usted antes que seguir en un lugar tan feo como su manera de enseñar - murmuró - Puede buscar a alguien más, hoy será mi último día trabajando para el teatro nacional.

Todo era como el año pasado, excepto que esta vez Alice en verdad se estaría yendo.

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- ¿Quieres un poco de jugo de naranja?

No estaba seguro de porque estaba ahí si era sincero, simplemente sabía que después del incidente con Alice le pidió a Sunghoon que se vieran, pero ahora estaba sentado en su sillón con una acolchonada manta blanca, su libreta y una pluma mientras el patinador olímpico le servía jugo y un sándwich.

- Si por favor - sonrió - perdón por pedirte hacer esto Sunghoon, solo necesitaba enfocarme en algo que no fuera el teatro.

- Te entiendo - dejó ambas cosas en la mesa de centro - Debe ser difícil ver a tu amiga irse.

- Lo es, quisiera que se quedara, pero siempre supe que no estaba en los planes de Alice estar en el teatro, ella quería algo más.

- Nos pasó algo similar con Chaewon - respondió llamando la atención del más bajo - Cuando Nakamura Kazuha la llamó grosera e insolente, ella se rompió y pensó en dejar el hielo.

Se quedó en silencio contemplando lo que dijo el menor, no era consciente de cuanto le afectó aquello a Kim, pero en parte sabía que también hubo un cambio en Kazuha, fue de salir cada noche a un lugar desconocido a volverse retraída y querer pasar demasiado tiempo con él, incluso recordaba cuando la japonesa intentó robarle un beso después de haber tomado y como le pidió que por favor no le dijera a nadie, puesto que lo hizo para olvidar su situación.

- Pero Ssamu se quedó, y la cosa es que no todos pueden, además su situación fue diferente a la de tu amiga.

- ¿Tú te hubieras sentido mal si Chaewon se hubiese ido?

- Estoy un poco acostumbrado a perder a las personas - respondió - Desde Minho nada me afecta tanto, pero si ella se fuera la pasaría realmente mal, es como mi hermana y siendo honesto, mi única competencia.

- Yo solo quisiera que todo volviera a ser como antes Sunghoon, que Alice le diera una segunda oportunidad al teatro.

- Las segundas oportunidades llegan cuando es momento Jake, puede haber un sinfín de oportunidades, pero solamente si crees que es momento y que estás en un punto de tu vida donde lo puedes soportar, tal vez ella no está lista y sigue teniendo miedo.

- El miedo es estúpido - suspiró bajando su mirada hacia sus manos donde descansaba su libreta -

- Lo es, es mejor arriesgarse y decir "lo intenté" que sentir miedo por lo desconocido, pero ella tiene que descubrir eso por sí misma Ikeu.

Y no estuvo seguro de porque lo hizo, de porque su mano alzó la barbilla del rubio, de porque se sintió tan encantado al ver sus ojos, o de porque apenas ahora estaba notando lo bonitas que eran las facciones del australiano. Era como descubrir una pieza de arte en un museo y no querer despegar tu mirada de ella, tenía una belleza tan hipnotizante de no notó cuando sus ojos inconscientemente se desviaron a los rechonchos labios del chico frente a él, tan rosados y brillantes que lo hacían sentir sed.

Estaba mal.

Estaba muy mal.

Pero en verdad quería besarlo y no sabía por qué.

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Holiii, perdón por irme un tiempo; sin embargo, había estado un poco seca de ideas, de nueva cuenta estaré regresando a las actualizaciones semanales a partir de ahora.

Ahora, sé que este capítulo es un poco confuso, pero les prometo que a partir de ahora todo comenzará a tomar sentido, no les daré muchas pistas, puesto que quiero que los tome por sorpresa, pero estoy segura de que les gustará <3

Ahora, sin más que decir me despido, nos leemos luego dulzuras.