Audiencia con el Rey Cuervo
Desde las alturas, Dimitri divisó el puesto de control. Alzó la mano en un puño y un grupo de guardias en la plataforma de aterrizaje dirigió a otros jinetes con sus criaturas para hacer espacio a los recién llegados. Se escuchó un silbido; Dimitri miró a Leo de soslayo y este se lanzó en picada hacia la superficie mientras Cheryl lanzaba gritos de emoción.
—No me diga que va a hacer también esa locura —preguntó Liam, con un hormigueo en las manos que aún no soltaban el agarradero de la montura.
Liam y Calrion sintieron como si la sangre abandonara sus cabezas y un vacío en el estómago apareció de repente. En un abrir y cerrar de ojos el suelo se acercó pero justo antes de impactar, la criatura extendió sus alas y la velocidad se disipó en un suave planeo.
—¿Ya podemos bajar? —preguntó Calrion en voz baja, aferrado a la cintura del jinete.
Dimitri lanzó una carcajada, Tormenta continuó con un aleteo calmado y llegaron a tierra firme. Calrion saltó enseguida de la montura.
—No me dio miedo —dijo el chico, alzando la barbilla y colocando las manos en la cintura.
—Sí, claro —respondió Cheryl—. Estabas cag...
—¡Cheryl! —intervino Leo antes de que su hija dijera otra tontería.
—Ahora, ¿quién es la que se pasa de confianzuda, eh? —dijo Liam en venganza.
—Bueno, he cumplido con el trato. Les deseo suerte; la necesitarán —dijo Dimitri. Pero antes de doblar hacia la Bahía de Despegue, Calrion lo detuvo y le pidió su frecuencia.
Los chicos escucharon la conversación, como era de esperarse y le preguntaron a Leo qué era eso de las frecuencias.
—Eiralis no tiene teléfonos celulares, pero no por eso estamos exentos de tecnología, ayudada por un poco de magia claro —explicó Leo—. No sé bien cómo funciona, pero se supone que con este aparatito —Leo se sacó un comunicador del oído, sintiéndose un poco orgulloso de mostrarlo—, piensas en el nombre y reino de la persona y listo, puedes hablar con ella.
—Increíble —dijo Cheryl
—Yo aún no puedo creer que no haya celulares —dijo Liam mientras veía a su nuevo amigo acercarse luego de hacer una reverencia.
—¿Por qué tan contento? —preguntó Liam.
—El señor Dimitri ha aceptado entrenarme para volar como un verdadero jinete —respondió Calrion, esbozando una sonrisa que le iluminó el rostro.
—¿De verdad? —dijo Cheryl y luego se giró hacia su padre con los brazos cruzados—. Leo, quiero que tú también me enseñes.
—¿Podría enseñarme a volar a mí también, señor Leo? —intervino Liam, acercándose a Cheryl.
Leo respondió con tono firme:
—Primero deben pasar la prueba de ingreso. Calrion vive aquí, por lo que es normal que aprenda a volar. Pero si alguno de ustedes no aprueba... de regreso a casa. No volverían a pisar este lugar y si es así ¿para qué van a aprender a volvar?
—¿Dudas de mí? —preguntó Cheryl con seriedad.
—Por supuesto que no, sé que vas a lograrlo —aseguró Leo.
—Es de mí de quien duda —murmuró Liam.
Leo se acercó al muchacho y le colocó una mano en el hombro.
—Puedes demostrarme que estoy equivocado.
Leo confiaba en su hija de manera casi irracional, pero no veía en Liam la motivación necesaria para superar la prueba de ingreso. Creía que quizás, al ver a su madre en la audiencia, ella podría animarlo y hacerle entender la importancia de la tarea que tenía por delante.
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LIAM LUNA Y LA BRÚJULA DEL REY CUERVO
FantasíaLiam Luna, un joven heredero del legado de los Guardianes, se enfrenta a un desafío inesperado cuando su madre desaparece en el enigmático mundo de Eiralis. Con la ayuda de su amiga Cheryl, Liam se embarca en la búsqueda de la legendaria Brújula del...