Mamá

64 9 2
                                    

— Ayer no viniste a verme, Aquiles- mi madre se enoja con facilidad, así que tengo que pensar muy bien que responder para que no me regañe- todos tus cumpleaños los pasas conmigo ¿Que cambio ayer?

— Un amigo me hizo una fiesta de cumpleaños, por eso no pude venir a verte.

— Un amigo..?- saboreo las palabras, sabe que solo tengo uno -No habrá sido ese niño ¿no? ?Cómo es que se llamaba? ¿Patoclo?

— Su nombre es Patroclo, mamá - Se supone que ayer tenia que venir a verla, pero estar con Patroclo era mucho mejor que escuchar como me regañaba- Y sí, ayer estuve con el.

— Ya te dije que ese niño no es una buena compañía para ti. !El mato a un muchacho¡

— ¿Que? No. El no, no fue su culpa. El chico se la busco y no tuvo suerte pues Patroclo solo lo empujó y cayó sobre una roca afilada. Fue un accidente, no es culpa de nadie. No culpes a Patroclo.

— Accidente o no, el chico está muerto. Además puede ser de mala influencia para ti. Tu padre me dijo que el mocoso le pidió el día libre para ti y se fueron a coquetear al bosque.

— Ehh!!!! Coquetear?! ¿Que? Noo, solo estábamos comiendo y platicando. Cómo amigos.. solo era eso. No se de que hablas, mamá.

— Lo dices como si yo no te hubiera parido, Aquiles, eres demasiado obvio, hijo.

— Mamá, ya cambiemos de tema por favor. Me da vergüenza hablar de esto contigo.

— Aja.. cómo quieras. Por cierto, tengo un regalo para ti.

— ¿Que? Un regalo?- mamá nunca me había dado nada, nunca- ¿Por mi cumpleaños?

— Sí, pero aún es temprano para decírtelo, creces demasiado rápido. Ya verás que pronto lo sabrás. Feliz cumpleaños número trece, hijo.

Y diciendo esas palabras se fue como llego, por el agua. Mamá es una nereida. Los dioses la regalaron a un mortal y ella no tuvo más opción que acatar la orden. Después de tenerme a mí ella volvió a su hogar en el mar, pero siempre viene a hablar conmigo de vez en cuando. Soy mitad dios, pero no tengo las cualidades de mamá, no puedo viajar por el agua o manejarla a mi antojo y aunque aguanto mucho bajo ella tengo un límite. ¿Cuál será ese regalo del que habla?

—Aquiles, volviste ¿Que tal la charla con tu mamá?- me quite las sandalias y me tiré en la cama al lado de Patroclo.

— Bien, creó- Patroclo empezó a acariciar mi cabello- Patroclo ¿tu mamá te daba regalos de cumpleaños?

— Sip, la mayoría eran mis postres favoritos, me enseñaba a hacerlos. Nos pasábamos todo el día en la cocina. ¿Porqué?

— Mi mamá, que jamás me había dado nada en mi cumpleaños decidió darme un regalo.

—¿En serio? Y por qué tienes esa cara acaso ¿No te gusto?  ¿Que es?

— Ese es el problema, no me lo dio y no me dijo que era. Dijo que cuando fuera mayor- Patroclo detuvo sus caricias y puso una cara de sorpresa- ¿Que? ¿Porqué esa cara? ¿Ya sabes lo que me va a dar?

— No lo se, pero no creo que... No importa, no creo que sea lo que pienso.

— Ahora tengo más curiosidad, dime ¿Qué piensas que es? Dimee, Patrocloo dime, dime.

— Tal vez es una.. ¿una chica?. Puede que sea una mujer. Los padres les dan esposa a sus hijos ¿no? Es una costumbre, además dijo que te lo darían cuando seas más grande.

— ¿Una esposa? No me había venido a la cabeza, ¿mamá sería capaz de eso..? Ugh sí, si me imagino que si.

— A ti.. te gustaría.. tener uhm esposa? Digo por si el regalo de tu mamá es una linda chica.. y te gusta.. tu- Patroclo se detuvo a media frase y quito su mano de mi cabeza - eh no olvídalo, no quiero saber. Ya tengo sueño.

— Patroclo?- el se tapo completamente y no me respondió- ¿Que? No estás dormido, estábamos hablando. Oye eso no vale, no me ignores.

— Ya tengo sueño Aquiles, vamos duérmete ya.

Me acosté a regañadientes, pero ¿Porque de la nada, Patroclo se puso así? ¿Que dije mal? No entiendo nada de nada.

Name one hero who was happy..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora