Capítulo 23 : Muerte en la corte

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Una pequeña parte de él temía encontrarse con su hermano después de lo sucedido en los pasillos.

La otra parte, la de los ojos rojos y la espada fácil, hubiera querido decapitar al Señor de Occidente delante de todos y disfrutar de su miedo.

Pero al final Inuyasha había pensado que no hablar con él por un par de décadas sería suficiente para olvidarse de "esa cosa", sin embargo un interrogatorio en presencia de los Cuatro fue lo mejor para enfriar el calor, apagar cualquier tipo de libido/deseo homicida e incluso olvidarse de los vergonzosos fallos de juicio ocurridos en un pasillo público ante los ojos de su nieto.

Pero esa gente era extraña y fuerte.

Aunque Sesshomaru había descrito el equilibrio entre los Cuatro como una danza delicada, estaba claro que fuerzas y deseos en conflicto rugían justo debajo del patético velo de educación y razón que todos demostraban.

El desprecio y el descontento eran las sensaciones mejor escondidas y al mismo tiempo las más evidentes a simple vista, mientras que la desconfianza y el desinterés apático impregnaban todo lo demás, ningún vínculo equilibrado había aparecido tímidamente a asomar la cabeza entre personas que se conocían desde hacía siglos y apenas había sido tolerado durante tantos años.

La neutralidad de la Dama del Norte fue quizás el único atisbo de razón entre ellos y también la única personalidad que logró apaciguar a los otros tres.

Sin mucha vacilación Inuyasha tomó aire y comenzó a contar el inicio de su ardua historia hasta su llegada a palacio meses antes.

- Lo sentí por primera vez en el campo de batalla contra los Chacales de Tōsandō. Estaba entre los hombres, directamente detrás del Señor del Oeste.-

- ¿Antes o después de la batalla? - Preguntó Chiba.

Inuyasha no miró a su hermano, simplemente miró fijamente un punto indefinido en el rostro de la Serpiente de Cobre.

- Después. No lo había notado antes. Estaba en todas partes. En el aire, en la tierra, como una sombra entre muchos youkai reunidos pero estaba alrededor de mi hermano.-

-Así que no intentó golpearte como su primer objetivo, mitad demonio.-

- No. No fui su primera opción.-

Chiba chasqueó la lengua - ¿Por qué atacar a un medio demonio?-

- Yo estaba en la retaguardia. Se ha notado el poder del segundo hijo de Inu no Taisho.- murmuró Sayuri Don - Todos lo vieron actuar. Mi conjetura hasta el día de hoy es que este yūrei desea explotar al hermano del Señor de Occidente para sus propios fines.

- ¿Pero por qué marcarlo? Hay Daiyoukai más poderosos para explotar.-

Amhara dejó la pequeña cerámica que contenía sake para espiar furtivamente a Inuyasha. - Quizás el que llamas Sin Rostro pudo captar el vínculo que existe entre esta criatura híbrida y el Señor del Oeste, pensando en explotarlo en su beneficio. Fue muy tonto, Sesshomaru, traer este ser a tu casa. Puede que compartas la sangre del General, pero una plaga se ha extendido por todo tu reino y ahora nos está afectando a todos. Habla, mitad demonio, ¿por qué estabas en el campo de batalla? ¿Luchas a menudo por Occidente?

- No. Estuve allí por el clan Tōsandō, nada más.-

- El clan que desarraigaste y exterminaste, incluidas las hembras.- Amhara lo miró fijamente - ¿Es esta la excusa para tu presencia en la batalla?-

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