Capítulo 1

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--Jennie--

Abrí las puertas de la cafetería de golpe por lo enojada que estaba, nisiquiera estaba molesta, estaba completamente enojada, por mi acción todos voltearon a verme y guardaron silencio. Estaba que ne llevaba el diablo. Los murmullos de las personas, al ver mi cara ellos sabían perfectamente a quien estaba buscando, Lalisa Manobal. Según el rumor de las porristas, había vuelto a decir una de sus tantas mentiras donde yo me veía involucrada. Lisa dijo "Jennie ya estuvo una vez en mi cama y dentro de poco lo volvería a estar".

Un chico delgado, moreno y con el miedo en los huesos, me indico con su cabeza haciendo girar, ahí estaba ella junto con sus amigos y amigas. Ello reía mientras toqueteando la pierna de una rubio quien estaba en su regazo. Rose al verme dejo de reír, luego de él todos los hicieron y a causa de eso Lisa lo hizo, volteo y me miro mientras abría sus ojos por encontrarme fulminandola con la mirada

--Sugiero que te levantes, si tienes pensado defenderte como mínimo-- Hablé mientras levantaba una de mis finas cejas.

Lisa río sarcástica y se levantó, haciendo que todos en su mesa se girarán sin dejar de mirarnos.--¿Ahora que pasa, Jennie?

--Sabes perfectamente por qué estoy aquí-- Me acerque a ella con toda la intención de darle una bofetada, pero ella fue más rápida y me tomó de las manos, pegándome a su cuerpo y sintiendo su calor

--¡Vamos gatita!

--¡Ya estoy cansada, Lisa! No tienes por qué inventar cosas estúpidas sobre mi

--¿De qué hablas?-- se hizo la confundida

--De lo que inventaste y le contaste a todos. ¡En ningún momento me he acostado contigo! Y no pienso hacerlo ¡Nunca!

Lisa sonrió --Eso dicen todas al principio, pero siempre caen

--Yo no soy como tus zorras Lisa-- Lisa me apretó más a su cuerpo y me hizo jadear. Su respiración rozaba con la mía y sus ojos mieles penetrante los míos

--Eso crees, gatita. Pero nadie se resiste a mi por mucho tiempo

--¡Eres una mierda!

-- A la que deseas y todas desean .

--¡Eres repugnante!!-- Comencé a forcejear, tratando de salir de su agarre. Todas las personas que asistían ahora mismo en la cafetería, estaban pendientes de nosotras, y de lo pegadas que estabamos-- ¡Ya suéltame Manobal!

Acerco su cara a mi y trato de besarme, giré la cara para revisar todo tipo de acción de ella, pero de su boca salió un "Mejor". Acercó su rostro y succiona una parte de mi cuello, dejando una gran marca en el. El roce de sus labios en mi cuello fue algo ardiente, sentí  como si estos me quemaran, y algo dentro de mi se movió.

Mis pezones se pusieron efectos, y sentí como si mojaron mi ropa interior, cerré mis ojos y luego los abrí bruscamente. Todos miraban boquiabiertos la escena, Lisa aún seguía perdida en mi cuello como si de un dulce se tratara. Tragué saliva y con fuerzas subí mi rodilla, golpeando así su entrepierna, ella se soltó haciéndome doler aún más el cuello, cayó de rodillas al suelo mientras tocaba su parte baja.

--¡Vete a la mierda, hija de puta!

Salí de ahí dejando a Lisa en el suelo, podía sentir todas las miradas en mi, solo quería olvidar todo esto. Mi cuerpo aún estaba caliente por aquello y una voz en mi mente dijo " Te gustó, aceptalo" mis piernas y manos temblaban como si estuvieran electrocutados. Mi respiración estaba agitada ¿Coraje? ¿Vergüenza? ¿Excitación? ¡Por supuesto que no!
¿Quien en su sano juicio podía sentir excitacion por la persona que detestaba con toda su alma?. Lo único que sabía

Sexo secreto (Jenlisa Gip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora