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"Te quedó genial. ¡cómo siempre, cielo!" Exclamó con felicidad el de cabello blanquecino, mirando con emoción al pastel que su novia había hecho.
"Ja, gracias." Se hizo a un lado su cabello, encantada por el halago. Aunque, los pasteles que ella hacia quedaban con sabor horrible. "Cómo eres mi novio, puedes probar este pastel, al igual que las otras veces. No me mientas está vez, ¿okey?" Colocó sus manos en sus caderas, mirando a su pareja.
"O-Oh." Se colocó nervioso, mirando el pastel. Se veía delicioso, pero quién sabe que sabor tendría. " ¡E-Esta bien! " Sonrió, para darle una confianza a la pelimorada de que no le mentiría.
Miró con algo de temor al pastel, sacó un cuchillo para luego partir una mitad del pastel y servirse en un plato. Teniendo una porción pequeña del pastel, agarró un tenedor y sacó un poco de aquello, para luego meterselo a la boca rápidamente.
Comenzó a sudar un poco por los nervios, ya que se sentía un poco intimidado por la mirada de su novia. Tragó el trocito que había sacado del pastel, y la pelimorada lo miró aún más observando sus expresiones.
"Está delicioso, ¡muy delicioso!" Dijo, dándole una sonrisa y dándole un pulgar hacia arriba.
"¿Lo juras?" Agarró el mismo tenedor que utilizó su novio para sacar un trozo de pastel, y lo probó.
...
Quedó fascinada. ¡Intento perfecto!, le había salido bien, menos mal. También menos mal por N, ya hubiese recibido un zape por mentiroso.
"Te vez tierna" Dijo de la nada el más alto con un sonrojo en sus mejillas mirando a la pelimorada cómo si fuese un cuadro de museo hermosísimo.
"¿..Ah?" No pudo evitar sonrojarse, sintió sus mejillas arder y miró hacía otro lado para ocultar que se sonrojó.
El chico más alto se acercó a la sonrojada, y la acorraló contra la pared que estaba más cerca de la cocina.
"¿Te puedo besar?" Dijo, provocando que la más baja se sonroje todavía aun más.
"...Bien" Sonrió nerviosa. Su pareja la tomó suavemente se la barbilla para que lo mire, y sujetó su muslo para hacer que se suba a la mesa.
Una vez que Uzi estaba subida a la mesa, y entre sus piernas teniendo a N demasiado cerca a ella, él presionó sus labios contra los de su contraria. Sin querer que acabe el beso, colocó una mano atrás de la cabeza de ésta para que no se separase.
Adoraba el sabor de los labios de su novia, se sentía increíble besarla, si pudiera la besaría un día entero.
Después, la más baja hizo un leve salto que fue captado inmediatamente por su contrario, agarró los muslos de esta para subirlas a su cintura y apegar su cuerpo contra el de ella.
Se sentían un poco raros, que no debían detenerse en lo que hacían.
El de cabellos blanquecinos, sin esperarse, mordió levemente el cuello a quién tenía sosteniendo cerca. Inevitable no soltar un sonido, la pelimorada dió un gemido agudo por lo inesperado que fué eso.
"¡A-Amor!" Se quejó después de la mordida. El más alto subió una mano hacia su abdomen, acariciando su torso.
Seguía tocandola, mientras besaba a su pareja que estaba totalmente sonrojada y avergonzada en ese momento. Subió la sudadera de esta, dejando ver su brasier negro que rápidamente fué subido para agarrar uno de sus pechos, y apretarlos a su gusto.
Después de que él dejase por fin los labios de su media sumisa, con su boca atrapó el pecho que estaba tocando. Lamía y succionaba su pezón, cómo si fuese "bebé".
Uzi con una timidez completamente notable, puso su mano en el cabello de este para que siga haciendo lo que hacía.
Unos minutos después, bajó con cuidado a la pelimorada y luego le dió la vuelta, haciendo que esta apoye su torso contra el mueble de cocina.
"Me darías tu permiso para hacerte el amor, ¿cielito?" Dijo burlón con lo dicho.
"Obvio, idiota..." Respondió, con cierta timidez en su voz.
Al recibir su permiso, levantó la falda que tenía para luego bajar sus bragas dejando que se deslicen por sus piernas.
"Si te llega a doler, me lo haces saber. Porque estoy desesperado por ti." Se desabrochó el cinturón, y se bajó los pantalones junto con los bóxers.
"Está bien. Te lo diré." Sintió cómo su pareja frotaba su glande contra sus pliegues completamente mojados por el pre-semen que salía de la punta del miembro de N.
El peliblanco luego comenzó a entrar dentro de ella, haciéndola estremecer de placer.
"Ahh.." Jadeó bajo, y con sus brazos cubriendo más su cara con un tremendo sonrojo. Entre más entraba, más bien se sentía, cuándo él llegó hasta su punto dulce, inevitablemente se movió y N sabía que era allí.
Embistió rápidamente en ese lugar, dándolo todo por escuchar los dulces gemidos de su novia.
Al cabo de unos minutos, la intensidad subió debido a las súplicas de la más baja, que gemía cómo desesperada. Pedía y rogaba que fuera más rudo tocando ese "punto", por que se sentía demasiado bien.
Después, el más alto antes de correrse se retiró de ese espacio que tanto amaba penetrar, (🥺) liberando en la espalda de ésta una cantidad algo exagerada.
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