¿Alguna vez tu vida se ha vuelto tan extraña por culpa de un objeto?
Phoenix Kingsman es una chica que estaba preparada para vivir su último año con sus amigos en Inglaterra, pero todo lo que ella esperaba, todo lo que ella conocía cambiaría solo co...
Capítulo XIII Las preocupaciones que trae el destino
"Siempre quejándote de todo y a la vez fingiendo no darle importancia a nada. Vives de esperanzas, pero ni sabes qué esperas"
Julio Cortazar
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Como Nissa había dicho, luego de los diez minutos de espera ya estaba junto a nosotras, no tardamos en pedir un taxi y hacer el mismo recorrido que habíamos hecho la primera vez, parecía ser normal el sentir miedo cada vez que me dirigía a esa casa. Circe por mí le había contado todo lo que le había dicho para que estuviera al corriente, supe que no estaba convencida totalmente ya que se abstuvo de hacer comentarios, aunque no estaba segura si fue por compasión a mi persona o porque ya no estaba segura si de verdad era posible después de lo que ha visto ayer y aún seguía procesando.
El camino se sintió relativamente corto, mis pies solo se movían mientras mi cabeza se mantenía ocupada en mis pensamientos excesivos y sin darme cuenta la puerta de nuevo estaba frente a mí, miré a mi amigas, y no era la única con el humor algo apagado, pues Nissa había cambiado su semblante a uno más serio y tenso, la única que miraba esto con cierta emoción era Circe como normalmente pasaba. Nissa y yo compartimos miradas nerviosas, pero trate de calmarla con una sonrisa que intente plasmar en mi rostro, Circe tocó tres veces la puerta lentamente para indicar a María que habíamos llegado, era una "señal" poco original, pero era lo que se nos había ocurrido.
La puerta se abrió segundos después revelando a nuestra "entrenadora", se podría decir, no dijo mucho y solo abrió su paso para que ingresaramos a su hogar y de nuevo nuestro punto de encuentro era la sala de la casa.
— Bien, empezaremos a practicar lo mismo que ayer...
— Primero debemos contarle algo que es importante... Espere dijo ¿Lo mismo de ayer?
Nissa la miró por el reclamo que está pensando en continuar, pues en este momento no era realmente importante que es lo que planeaba enseñarnos. Ella murmuró un "lo siento" ante eso.
— ¿Qué es lo que deben contarme?
Mis amigas miraron en mi dirección esperando que contara lo que ya había dicho con anterioridad, suspiré con resignación, la respuesta y razón de lo que pasó me causaba terror, se que debía contarlo para saber si estaba en peligro, si todas lo estabamos realmente, pero no quitaba el miedo que sentía si llegaramos a correr peligro, saber que podía comunicarse conmigo me dejaba completamente intranquila, imaginarme que más puede hacer era mucho peor.
— Yo hace un tiempo soñe con un ser, no lo pude ver, estaba rodeada de oscuridad, pero si pude escucharlo —María me miraba atentamente, entendía que lo que le diría era muy serio y necesitaba su ayuda para entender — era una voz grave, pero para mi era macabra... Él conocía a mi abuela, recuerdo lo que me dijo "Nieta de Patricia Kingsman, no te pareces en nada a ella, qué vergüenza." — reperí sus plabaras como si las hubiera estudiado, en ese momento pensé en que solo una pesadilla era mal jugada de mi cabeza, pero sus palabras dieron justo donde él lo deseaba, haciendo que a pesar de pensar en que solo era un mal sueño igualmente sus palabras no pudieran ser olvidadas por mi mente — se me acercó y luego desperté, pensé que fue solo una simple pesadilla hasta que usted nos mostró fragmentos de lo que pasaría y su presencia la volví a sentir, supe que era él, pero aún así no pensé que sea algo de lo que debía preocuparme —más bien no quería hacerlo — así que de nuevo ignoré la sensación, pero... hoy lo volví a escuchar — pude ver como María arrugaba sus cejas ante lo dicho por mí, no creía que una persona pudiera aumentar su seriedad hasta que la vi, como sus facciones se contraían más, dando a entender que tal vez sid ebía preocuparme un poco más, lo cual hizo que ahogara un poco mi respiración antes de continuar — solo susurro mi nombre, pero se que era él, y lo que me dió miedo fue saber que esta vez no fue un sueño —María solo me miraba, no sabía si me analizaba o pensaba en mis palabras, pero lucía completamente concentrada, su silencio era abrumador para mí, necesitaba una respuesta ya — Se supone que Zhanid no debía aún estar libre ¿Verdad? —por lo menos quería estar segura y calmada al saber que seguía sellado, solo eso.
