Cuando la Cuarta Guerra Dorniense finalizó, aquella que consistió en una sola batalla, el rey Jahaerys I regresó victorioso a Desembarco del Rey acompañado junto a dos de sus dos hijos, Aemon y Baelon; recibiendo una calurosa acogida dado que habían ganado la guerra sin haber perdido a un solo hombre. Algo de lo que ni siquiera Aegon el Conquistador podía presumir.
Los dornienses habían tratado de defenderse; respondiendo al ataque llenando el aire con escorpiones y ballestazos; pero ninguno de sus ataques pudieron perforar una mera herida en las duras escamas de Vermithor, Caraxes o Vaghar. Uno por uno, los barcos enemigos se prendieron en llamas; ardiendo como cien candelas flotando en el basto mar que más tarde fue la tumba de dichos navíos y de sus propios tripulantes.
Sin embargo, cuando Baelon cruzó las pesadas puertas de la fortaleza roja ese mismo día, supo de inmediato que su esposa, Alyssa, estaba librando una batalla aún más ardua de la que él podría experimentar jamás. Con urgencia, el príncipe recorrió los rocosos pasillos de la fortaleza; encontrándose a sus hijos, Viserys y Daemon, al cuidado de unas doncellas mientras que su esposa, acompañada de maestres y parteras, parecía querer invocar a los siete infiernos a través de sus guturales gritos dando a luz.
Un frío aguacero comenzó a caer en Desembarco del Rey, mojando las angostas calles y llevándose el olor a pobreza para dejar paso al placentero aroma de tierra mojada. Y, entre truenos y gotas de agua deslizándose por las ventanas, un bebé lloró por primera vez.
—Enhorabuena, mi príncipe. —dijo aquel día el maestre. —Se trata de una niña.
Daenys Targaryen, tercera vástago de Baelon y Alyssa. Nombrada como Daenys la soñadora; aquella mujer que predijo doce años antes la Maldición de Valyria en un sueño profético que escribió en el ahora libro perdido Señales y Portentos.
La pequeña Daenys abrió sus ojos más pronto de lo debido, y sus padres observaron con fascinación como la primera risa brotaba de sus labios cómo si ya tuviera consciencia de las cosas a su alrededor. A los diez días de nacida, ya apretaba el dedo de su padre entre su pequeña mano, y a los quince, su madre se la amarró al pecho y, junto a ella, emprendió vuelo con su dragona Meleys.
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𝗔𝗟𝗔𝗦 𝗦𝗔𝗡𝗚𝗥𝗜𝗘𝗡𝗧𝗔𝗦, daemon targaryen
Fanfic𝟬𝟬𝟬 ︙ 𝗔𝗟𝗔𝗦 𝗦𝗔𝗡𝗚𝗥𝗜𝗘𝗡𝗧𝗔𝗦. 𖡒 𝘋𝘖𝘕𝘋𝘌 Daenys Targaryen danzará al son del caos junto a los dragones; expandiendo sus alas sangrientas y arrastrando a Daemon consigo misma. 𖧋 𝗆𝗄𝗂𝗆𝖺_ 𝟤𝟢𝟤𝟦 © ── 𝖺𝗅𝗅 𝗋𝗂𝗀�...